Venezuela, de 2005 a 2013 (I)
¬ José Antonio López Sosa jueves 7, Mar 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El 4 de octubre de 2005 publicamos en esta columna una visión de lo que nos encontramos tras 16 días de trabajo periodístico en Venezuela, sin lugar a dudas la realidad dista de lo que al fallecer el presidente Chávez heredó a los venezolanos.
Esta fue nuestra percepción:
“Como lo venimos comentando en este espacio durante 12 días de entrevistas, pláticas e investigación en diferentes rincones de Venezuela, esta sociedad se encuentra en una coyuntura histórica que definirá en lo sucesivo su política, su economía y sus relaciones políticas y sociales durante los próximos 30 años aproximadamente, la gesta de la llamada revolución bolivariana está cada vez más firme en la nación entera y el descontento crea por otro lado, un cisma enorme que se traduce en una polarización social que pone a ciertos sectores con un ánimo agresivo y de revancha.
La figura del Presidente Chávez es controvertida en el mundo entero, su política de izquierda del nuevo siglo y los distintos excesos que ha tenido en su régimen, sumándole su voluntad de permanecer en el poder durante muchos años más -según versiones no oficiales- han ganado rápidamente el distanciamiento de los Estados Unidos y la administración Bush, quienes lo miran como un tirano al más puro estilo de Fidel Castro; ese es otro dilema en su actividad política, su cercanía con el gobierno cubano que provoca escándalo en el sentido que muchos opositores creen que Venezuela tendrá el mismo catastrófico destino que Cuba.
Debemos diseccionar situaciones y temas para poder entender un poco la coyuntura venezolana. En el ámbito político, la figura de Chávez ha tenido una fuerza increíble sobre todo por su intromisión en las clases más desprotegidas, sus políticas de asistencia social y principalmente por darle atención a aquellos quienes desde hacía décadas no se les tomaba en cuenta en Venezuela.
Los contrastes entre la ayuda a los que menos tienen, el espíritu de la revolución bolivariana y la realidad son bastante abruptos; apenas el 15 de abril se cumplió un año de una terrible tragedia ocurrida en Caracas, cuando simpatizantes de Chávez se encontraron frente a frente con los “antichavistas”, hecho que terminó en matanza; muchas personas en Caracas nos lo platicaron con lágrimas en los ojos, narrándonos por las calles, detalle a detalle lo ocurrido en la tragedia, sobre todo el hecho del gobierno, que cuando se encontraba en pleno la balacera Chávez se encadenó a nivel nacional para dar un mensaje a la nación y restar importancia al hecho que se llevaba al cabo por las calles de Caracas; este suceso se mantiene oculto en muchos aspectos en los medios e incluso la gente teme hablar sobre el mismo.
En el tema de las expropiaciones también existe una controversia dado que el Estado puede hacerlo con la mano en la cintura, con sólo decir que algún bien es ocioso, aunque debemos decir que esto se aplica básicamente sobre la gente que está contra Chávez. Llega un momento en Venezuela que la gente debe decidir: contra o con Chávez, elegir conlleva a una responsabilidad que se traduce en una forma de vida más allá de una simple percepción ideológica; miles de familias perdieron su empleo en PDVSA por haber firmado contra Chávez, miles están en las calles sin trabajo por haber firmado a favor del referéndum revocatorio, muchas personas temen incluso por sus bienes por el simple hecho de estar en la oposición.
Las muestras autoritarias del régimen son en ocasiones exageradas, el mismo hecho de la Ley de Responsabilidad Social, donde el periodista tiene necesariamente que probar sus fuentes para decir algo, donde no se puede difamar al Presidente(bajo la óptica venezolana de difamación); en general hay descontento por estas actitudes que atentan contra la libertad de buena parte de la nación.
Ahora bien, del otro lado tenemos el viejo sistema y la oposición que pertenecen a la ultraderecha y de la mano de los Estados Unidos, pretenden volver Venezuela en lo que era antes: un país de tercer mundo a las órdenes norteamericanas. Suena difícil decirlo, pero quien más viabilidad tiene en el sentido económico y político es Hugo Chávez y su gobierno, quizá no se ha rodeado de la gente indicada y ha incurrido en abusos difíciles de perdonar, sin embargo, su proyecto de nación es sólido y bien estructurado, donde con bases teóricas y reales se alcanzarán sus objetivos sobre todo de desarrollo económico en la región.
La visión que nos deja Venezuela es de contraste, de abusos y recompensas a los que menos tienen, no podría llamársele populismo, de un proteccionismo para hacer ver a la gente lo perjudicial que sería permanecer a la sombra de los Estados Unidos. Como todo proceso político, está en un momento candente donde no se da gusto a todos, donde muchos padecen las consecuencias de estar en oposición, sin embargo, la esperanza la conservan todos e incluso quienes no están con Chávez, desean que haga las cosas bien.
En lo sucesivo vienen dos momentos cruciales, uno en diciembre cuando se elige a la Asamblea, donde veremos si Chávez gana o no mayoría y el diciembre de 2006 donde Chávez buscará reelegirse, y seguramente lo conseguirá, y donde se definirá el sentido de la revolución bolivariana. No se vale lo que ha hecho Chávez con la oposición, pero tampoco se vale lo que la oposición hace recibiendo recursos e instrucciones de los Estados Unidos, este encontronazo tiene culpabilidad en ambos lados y los únicos paganos son los venezolanos comunes y corrientes, que son polarizados sin una opción más.
El régimen de Chávez tiene visión de mediano y largo plazo, no se trata de una utopía como a veces nos platican acá en México, en las pláticas que sostuvimos con gente de la Asamblea (Congreso) y de la Suprema Corte, vimos los programas y los análisis que se hacen para tener un proyecto serio en conjunto, la integración latina es parte del mismo y seguramente dará frutos en los próximos veinte años. Finalmente el garrafal error –reitero—son los abusos, nada puede justificarlos y aquí nace y vive la disyuntiva de un gobierno que trabaja pero abusa, aunque sin él estarían frente a una administración sin trabajar y satisfaciendo las necesidades estadounidenses, es por ello que aún la gente, sea o no chavista, cree en Hugo Chávez”,
¿Qué pasó después?, la respuesta es la de siempre, el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, quizás por ello Venezuela fue hacia atrás en la mayor parte de los aspectos desde entonces y hasta la tarde de anteayer.
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