Los falsos defensores de los animales
¬ José Antonio López Sosa martes 5, Mar 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Cuando se dio la noticia que los perros detenidos en Iztapalapa iban a perder la vida, cientos de personas en las calles y la redes sociales comenzaron a protestar, lo mismo que cada que el gobierno anuncia la ejecución de animales callejeros.
Muchos defensores de animales aseguran que los perros callejeros no son plaga, no obstante tengamos que respirar sus heces fecales una vez que el sol y el aire los diseminan por la ciudad.
Los hechos acontecidos en Iztapalapa —y después del evento—, son muestra clara de la hipocresía que existe en muchos de estos grupos, que sirven solamente para protestar por protestar, pero resultan incapaces de formar parte de la solución.
¿Cuántos de los defensores de animales indignados en aquel suceso adoptaron alguno de estos perros cuando el delegado de Iztapalapa los puso en adopción? ¿cuántos de estos defensores adoptan con regularidad perros de la calle para impedir que estos vayan a perder la vida y evitar que sigan como parte de la fauna nociva de nuestra urbe?
Nunca he visto que uno de estos grupos en defensa de los animales protesten cuando se llevan a cabo las denominadas “desratizaciones”, es decir, cuando se envenenan y matan ratas en las alcantarillas por ser una fauna nociva para la ciudadanía. Cuando se trata de perros es distinto por el solo hecho que estos son animales domésticos abandonados por gente irresponsable.
El problema de fondo es severo, los perros callejeros son producto de la inconciencia social, de la falta de una legislación clara y de la tibia actuación de las autoridades.
Los grupos defensores de animales en este sentido, lejos de abonar para remediar la situación pareciera que su misión es complicarla más.
Si cada uno de los que se siente indignado por el sacrificio de perros de la calle adoptara a uno, quizá el número sería cuantiosamente menor, tanto de sacrificios como de perros callejeros. Es muy fácil protestar y opinar sin involucrarse en el problema.
Esos falsos defensores de los animales volvieron a su anonimato, en espera de reagruparse en algún momento con otra bandera de protesta.
En el caso de la Sociedad Protectora de Animales el ridículo es aún peor. Cuando estaban por sacrificar y/o dar en adopción a los perros de Iztapalapa los buscamos para que en nuestro espacio radiofónico “Fórmula Confidencial” transmitido en Grupo Radio Fórmula, fijaran su postura y dieran alternativas, en aquel momento la respuesta fue contundente: “la Sociedad Protectora de Animales no suele salir a los medios, no tenemos una postura al respecto”, ¡qué cosa!, pero eso sí, para recibir donativos no hay descanso en dicha sociedad.
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