¿El fin de un poder fáctico?
¬ José Antonio López Sosa miércoles 27, Feb 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hace poco más de un año, el 23 de enero, publiqué en esta columna lo siguiente con relación al poder fáctico que significa Elba Esther Gordillo Morales:
“La lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que más bien actúa como si fuese la dueña del mismo, representa en sí misma uno de los poderes fácticos más fuertes en el país.
Su poder transita entre lo real y lo irreal, en el terreno legal no tiene más que el liderazgo de un millonario sindicato, en el terreno de facto posee un partido político -Partido Nueva Alianza (Panal)- un pacto con el presidente Calderón, lujos, dinero y sobre todo, poder coercitivo sobre muchos políticos en este país.
Sus excesos le han llevado a romper con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en un nepotismo grosero que no fue aceptado por la dirigencia priísta -al querer llevar al Senado a su hija y yerno- se ha quedado sola con su partido en apariencia.
La dimisión la leo con dos matices: el positivo, para la imagen del PRI y el negativo por la estructura electoral que han perdido al separarse del Panal.
Ahora bien, en el PAN se vislumbra difícil una alianza, después de las declaraciones, tanto de Gordillo como de Vázquez Mota. Con el PRD es prácticamente imposible por la postura de Andrés Manuel López Obrador, la pregunta es ¿con quién se aliará Gordillo Morales y el Panal?
Me parece que la lucha será por no perder el registro, tener uno o dos diputados plurinominales y hacer la guerra sucia a quien considere su peor enemigo electoralmente hablando, pareciera que en esta elección no habrá una alianza para sumar como hace 6 años (cuando Elba Esther se alió a Calderón por debajo de la mesa), ahora el reto será restar votos, la pregunta de nuevo ¿a quién?
Todos le temen a la “maestra”, el poder fáctico que ostenta pareciera ser de pronto muy grande y a veces muy pequeño, lo que es un hecho es que pocos políticos se atreven a desdeñar ese poderío basado en la compra o adquisición de voluntades ajenas.
¿Qué pasará con el Panal?, ¿qué pasará con Elba Esther Gordillo en el sentido electoral?, preguntas sin respuesta.
Como mexicanos, considero que lo mejor que nos pudiera pasar es que el Panal perdiera su registro.”
El tiempo pasó, el registro no se perdió pero fue la lideresa del Panal y del SNTE, la que ha perdido su libertad por una sola razón, por delincuente.
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