Peña Nieto pinta su raya a Elba Esther
Roberto Vizcaíno martes 26, Feb 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El mensaje de Chuayffet es del Presidente a la lideresa magisterial: “o te alíneas o te alíneo”
- En todos hay la certidumbre de que la maestra tiene que arriar banderas de guerra para ir a la negociación
- Mientras tanto Manlio Fabio Beltrones insiste en un camino por la autonomía política
Nadie la mencionó por su nombre, pero todos quienes acudimos al evento del patio de honor de Palacio Nacional supimos que Emilio Chuayffet le hablaba a ella:
“Contra la Reforma, se han propalado rumores falsos que se acompañan por la ignorancia, cuando no por la mala fe.
“Se dice que gracias a la reforma la escuela dejará de ser gratuita y que, por virtud de ella, se sacrificarán derechos adquiridos de los profesores.
“Aquí, en el Centro de la República, en la sede del Poder Ejecutivo Federal (Palacio Nacional), afirmamos: nada es más falso.
“Frente a los vientos de la transparencia y de la calidad que inspira a la reforma, hay quienes izan, por intereses particulares, las banderas de la confusión…
“Que les quede claro: ha sido el Poder Constituyente de la Unión el que ha dado el paso. No hay marcha atrás. La reforma se hará en favor de los maestros, de los niños, de los padres de familia y de la Patria toda”.
Con esta intervención quedó sellado el parte de guerra del Gobierno Federal en contra Elba Ester Gordillo, lideresa del magisterio, quien ha declarado durante los días anteriores su rechazo a la Reforma Educativa de Peña Nieto, el PAN, PRD, PRI y los gobiernos estatales.
Anteayer el SNTE que comanda Elba Ester Gordillo desde hace 23 años colocó un desplegado en varios diarios de los llamados nacionales, para calificar a Chauyffet de ignorante y para advertir que la Reforma Educativa que ayer promulgó el presidente Enrique Peña Nieto era para privatizar la educación en México.
Ayer, desde Palacio Nacional, Peña Nieto, su gabinete, el PR-PRI-PAN y PVEM así como el PAN-PRD y PRI le respondieron:
“No hay marcha atrás”.
“Hoy, culmina un proceso de Reforma Constitucional en Materia Educativa, gracias a la iniciativa del Presidente Enrique Peña y de la voluntad política demostrada por los firmantes del Pacto por México.
“La reforma que hoy se promulga, hará posible lograr una educación de calidad. Educar con calidad no es pensar en abstracto. La educación debe dar puntual respuesta a las necesidades concretas del país; necesidades que se atienden con la formación de competencias específicas y habilidades técnicas.
“Por eso, la reforma establece mecanismos para la evaluación educativa. Ello nos permitirá conocer mejor las fallas, las carencias y las fortalezas del Sistema Educativo, para que con base en ese diagnóstico, las autoridades podamos articular soluciones urgentes y eficaces para que la educación mejore en su calidad.
“Por otra parte, los cambios constitucionales establecen un sistema profesional con incentivos y mejores procesos de capacitación a favor de los maestros. Ellos son los protagonistas del proceso educativo y es obligación del Estado darles certeza en su ingreso, certeza en su permanencia y certeza en la promoción del servicio. El Sistema Profesional Docente permitirá a alumnos y padres de familia, tener la confianza de que con mejores maestros habrá una mejor educación.
A pesar de ello, contra la reforma, se han propalado rumores falsos que se acompañan por la ignorancia, cuando no, por la mala fe. Se dice que gracias a la reforma, la escuela dejará de ser gratuita, y que, por virtud de ella, se sacrificarán derechos adquiridos de los profesores.
“Aquí, en el centro de la República, en la sede del Poder Ejecutivo Federal, afirmamos: nada es más falso. Frente a los nuevos vientos de la transparencia y de la calidad que inspira la reforma, hay quienes izan por intereses particulares las banderas de la confusión.
“Que les quede claro: ha sido el poder constituyente de la unión el que ha dado el paso. No hay marcha atrás. La reforma se hará en favor de los maestros, de los niños, de los padres de familia y de la patria toda; lo decía Vasconcelos: es legítimamente maestro el que trata de aprender y se empeña en mejorarse a sí mismo. Para la reglamentación legal de la reforma, la autoridad escuchará a todos los individuos y a la sociedad involucrada en ella. No sólo a un grupo ni a una persona.
“Torres Bodet, con razón, advertía: los talleres en los que se forma el alma del pueblo, son los hogares y son las escuelas, pero también predicaba toda reforma pedagógica demanda tiempo, humildad, paciencia y voluntad general de cooperación.
“Estamos en tiempo. Vamos a perseverar y a seguir convocando a todos para que la autoridad siga siendo la rectora en materia educativa, y que esa rectoría ni se traicione, ni se empantane, ni sea motivo de chantaje, ni mucho menos, como lo ha sido, de frivolidad.
“México se mueve con el Presidente Peña Nieto por una educación que promueva la inclusión, la tolerancia y la paz”, dijo.
No hay que decir que Emilio Chuayffet no habló ayer no nombre personal, sino del presidente Enrique Peña Nieto.La advertencia está más que clara: o te alineas, o te alineo.
Ni que decir que Elba Esther llego a la dirigencia del SNTE por una decisión de Carlos Salinas y en ellos intervino fundamentalmente Manlio Fabio Beltones, entonces subsecretario de Gobernación.
Hoy Peña Nieto podría intervenir para retirarle la dirigencia del magisterio. Ella lo sabe. Es consciente que es muy vulnerable ante el poder del Estado. En esta contienda no va sola, están en medio sus hijas, su grupo.
De ahí que los señalamientos de ayer sean un parte aguas de la contienda por la aceptación de la Reforma Educativa. No tiene más que leer, escuchar a Emilio Chuauyffet.
Seguro que lo hará y se alineará. No es sólo ella, es su familia y su entorno lo que está en juego.
MANLIO CON LO SUYO
En medio del caos, Manlio Fabio Beltrones insiste:
“Las condiciones del desarrollo económico de los Estados nacionales en un mundo globalizado e interdependiente, requiere de pesos y contrapesos que no estaban originalmente contemplados en los pactos constitucionales, ya que las circunstancias actuales rebasan la organización tripartita de las democracias clásicas.
“La emergencia de nuevos nichos económicos, la competencia impuesta por el mercado y la natural tendencia hacia la monopolización en los sectores de una economía, hacen indispensable la configuración de nuevos órganos de regulación económica dentro de las estructuras estatales, cuya autonomía debe estar garantizada en el texto constitucional. Y tal autonomía debe incluir la participación del Legislativo en la designación de quienes encabecen tales organismos.
“Dicho de otro modo, las nuevas condiciones de la competencia económica requieren que sea el Estado – y no el gobierno, el que finalmente emana de un partido – el que se ocupe de regular las actividades estratégicas para el desarrollo económico, con el fin de garantizar la equidad en el uso de recursos – especialmente si éstos son propiedad de la Nación y están concesionados a terceros -, así como la seguridad jurídica de su uso y usufructo, además de la imparcialidad con respecto a los agentes económicos.
“La tendencia a la consolidación de órganos constitucionales autónomos de regulación económica, que promueven la competencia y la seguridad jurídica en beneficio directo de la población y la competitividad del aparato productivo, es una característica del desarrollo institucional de las democracias contemporáneas.
“Con el antecedente de la autonomía del Banco de México (1994), actualmente está en el debate legislativo la ratificación en el Senado de la República de los comisionados de los tres órganos de regulación económica: la Comisión Federal de Competencia, la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Federal de Telecomunicaciones, con la idea de que la autonomía de estos órganos no sólo sea en términos jurídicos y de su estructura organizativa, sino que quienes estén a cargo de ellos, respondan a los intereses de la sociedad y no a la del gobierno en turno”.
Es decir, quiere más autonomía para las acciones políticas.
Necesitamos una reforma de Estado, una reforma fiscal que le dé al Estado mexicano en su conjunto, no sólo al gobierno federal, sino también a los estados y los municipios, la capacidad financiera de cumplir con sus obligaciones; sus obligaciones para generar educación, salud, infraestructura […] una reforma que nos dé competitividad y que sea justa, en la que quien genere más utilidades pague más. Contribuir al gasto público es parte esencial de la definición de ciudadanía: quien tiene más tiene que contribuir más. A través de una reforma justa, hagamos de la política fiscal un instrumento de redistribución del ingreso y redistribución de la riqueza”. Por no menos de un cuarto de siglo o, si se prefiere, cuatro sexenios, se ha considerado que la función redistributiva corresponde al gasto, más que a la recaudación; se ha preferido gravar el consumo, más que el ingreso, y no se ha gravado la riqueza; se ha mantenido que una progresividad del impuesto a la renta de empresas y personas comparable a la media de otros países de la OCDE resulta inhibitoria del ahorro y la inversión y estimula la fuga de capitales, y se ha preferido que el nivel de recaudación asequible sea el que determine qué obligaciones estatales y en qué medida van a ser cumplidas, más que permitir que las obligaciones existentes sean las que definan cuánto debe recaudarse. Me pregunto si en realidad van a abandonarse estos malos hábitos fiscales, responsables en gran medida del estancamiento que caracteriza al cuarto de siglo aludido.