Otra vez Cordero y sus panistas obstruyen a Peña
Roberto Vizcaíno jueves 21, Feb 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El Presidente podrá llegar, pero sólo hasta la explanada, nada de pleno ni de tribuna
- Desde Costa Rica el mexiquense llamó a Aguirre Rivero y a Beltrones a la prudencia y al diálogo
- Con casi 8 meses de espera, Emilio González Márquez le entregará el poder a Aristóteles Sandoval
Una y otra y otra vez, en lo que va de diciembre a la fecha, no hay iniciativa o propuesta que llegue de la Presidencia de la República al Senado, que no sea obstruida o de plano boicoteada por el ex secretario de Hacienda y ex precandidato presidencial del PAN, Ernesto Cordero.
Ungido por los propios senadores priístas –grupo mayoritario, pero para nada dominante en la Cámara alta–, como presidente del Senado, el preferido de Felipe Calderón se aparece reiteradamente en todas las negociaciones o en los intentos de acuerdo de Emilio Gamboa, sólo para echárselos abajo.
En este contexto ayer los 38 senadores panistas encabezados por Cordero hicieron de nuevo de las suyas y vetaron el acuerdo realizado previamente para darle oportunidad al presidente de la República, Enrique Peña Nieto de hablar desde la tribuna y ante el pleno del Senado durante el homenaje que este cuerpo legislativo le rendirá hoy a las Fuerzas Armadas.
Los senadores panistas decidieron que los únicos oradores en ese acto fuesen el general Salvador Cienfuegos, titular de la Defensa Nacional… y el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, pero fuera del salón principal.
Hay que recordar que en la fracción senatorial blanquiazul se encuentran Luisa María Calderón, hermana del ex presidente Felipe Calderón; Javier Lozano, ex secretario del Trabajo en el régimen del michoacano; Mariana Gómez del Campo, pariente de Margarita Zavala, esposa de Calderón; Roberto Gil Zuarth, ex jefe de la oficina de la Presidencia con el michoacano; Salvador Vega Casillas, ex secretario de la Función Pública en el sexenio anterior; Gabriela Cuevas, ex delegada de la Miguel Hidalgo y cercana al grupo anterior; Fernando Yunes, hijo de Miguel Ángel Yunes Linares furibundos antipriístas y el duranguense José Rosas Aispuro quien emigró del PRI al PAN por resentimientos.
Con el voto de todos ellos y el resto, se determinó que Peña Nieto no pudiera utilizar la tribuna ni el pleno.
Frente a esto los 54 senadores del PRI que comanda Emilio Gamboa no pudieron hacer nada, sino aceptar los dictados de los blanquiazules.
Así, en un comunicado emitido anoche por la Mesa Directiva encabezada por Cordero, se informó que la ceremonia iniciará a las 7 de la noche para escuchar a Gamboa y al secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos quien tampoco tendrá acceso a la tribuna del pleno, sino a un par de micrófonos que se colocarán en un atril que será ubicado frente al asta bandera, en la explanada de la sede del Senado.
Ahí, a la intemperie, se encontrarán el presidente Enrique Peña Nieto, el ministro Juan Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia; el diputado Francisco Arroyo, presidente de la Cámara de Diputados; el secretario de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda; el secretario de Marina, Almirante Vidal Soberón Sánz; así como los integrantes del gabinete de seguridad del gobierno federal y miembros de las Fuerzas Armadas.
El mensaje, claro y fuerte, es que dejan llegar a Peña Nieto, pero no entrar.
“La sesión tendrá dos momentos, uno cuando los senadores e invitados pasen al patio central de las instalaciones del Senado, en donde harán uso de la palabra el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, Emilio Gamboa Patrón, y posteriormente el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda”, indicaron.
La ceremonia comprenderá el izamiento de la bandera nacional y cantar el Himno Nacional con la banda de guerra y el coro del Ejército.
“En el segundo momento, los senadores e invitados tomarán sus lugares en el salón de sesiones, en donde el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, emitirá un discurso en conmemoración por el Centenario del Ejército”.
Y todo concluirá cuando el propio Cordero le entregue un reconocimiento a Peña Nieto en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, lo cual, en ese contexto, podría bien ser una mofa.
Todo esto ocurre a pesar de que Peña Nieto sienta a su derecha a Ernesto Cordero en muchos de los actos que encabeza ya sea para anunciar algún programa nacional, como el de la lucha contra el hambre o el de Seguridad, y para firmar acuerdos con otras fuerzas políticas.
De nada vale en los hechos que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong haya realizado un gran esfuerzo de acercamiento con Cordero ni que Emilio Gamboa o Manlio Fabio Beltrones le den sitio prefente en las negociaciones legislativas.
Cordero simple y llanamente sabotea una y otra vez a Peña Nieto.
LLAMADO
Ayer, desde Costa Rica, el presidente Enrique Peña Nieto intervino en la confrontación del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero y el coordinador de los diputados federales del PRI, Manlio Fabio Beltrones quienes cruzaron señalamientos un día antes.
Aguirre acusó a Beltrones de represor y el sonorense dijo que indagaría si el guerrerense estaba sobrio cuando hizo esta imputación.
Peña Nieto, quien hace algunas semanas manifestó publica y efusivamente su amistad con Aguirre Rivero, les pidió a los dos políticos “prudencia y diálogo”.
Y agregó:
“En las diferencias que eventualmente se suscitaron, no cabe más que el diálogo y la prudencia para superar cualquier diferencia que se tenga”.
Esto lo hizo el mexiquense durante una conferencia de prensa en la que también participaba la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
En conferencia de prensa, el político mexiquense insistió que el mejor blindaje es el cabal cumplimiento de la agenda de los 95 temas comprometidos entre las fuerzas políticas y el gobierno de la República.
PROTOCOLO
Por cierto, entre los comunicadores que acompañaron al presidente Peña Nieto en su visita a Costa Rica corrió el sospechosismo porque en la intervención del mandatario mexicano ante el Congreso Nacional, nadie le apludió.
Se llegó a pensar entonces que algo habría dicho o hecho el Presidente mexicano que motivó el supuesto desaire.
La verdad es que Peña y su círculo estaban advertidos de que durante su intervención ante los legisladores costarricenses no habría ninguna expresión de júbilo… porque el país estaba en duelo debido a la muerte el domingo anterior del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Paulino Mora, un personaje muy estimado y reconocido en aquella nación.
El ministro, quien falleció a los 69 años de edad debido a una neumonía, fue sepultado con honores de Estado el lunes y su muerte derivó en que la presidenta Chinchilla decretara tres días de luto nacional.
Luego entonces no hubo ni ofensa alguna ni malentendidos, sino un severo protocolo que impidió que los legisladores le brindaran un aplauso al mandatario mexicano.
SE VA
El gobernador panista de Jalisco Emilio González Márquez le entregará el poder dentro de una semana al joven priísta Aristóteles Sandoval.
Para despedirse, organizó una supercomida con sus cuates panistas en la Casa de Gobierno donde dijo que se va tranquilo y con las manos limpias, pues él no se robó ni un peso.
Bueno, eso dice, pero la verdad es que este gobernador será recordado porque le encanta el trago y por, entre otras cosas, ir una noche, evidentemente ebrio, a patear la puerta de la casa del ex rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López quien se encontraba con otros universitarios, planeando una marcha de protesta contra el gobernador porque este mantenía congelados los presupuestos universitarios.
También se le recordará porque durante 2008, González Márquez donó 90 millones de pesos, del erario público, a la Arquidiócesis de Guadalajara para la construcción del Santuario de los Mártires. Cuestionado por este acto, dijo: “¡chinguen a su madre!”.
En respuesta, decenas de miles de jaliscienses organizaron varias marchas y una concentración para brindarle “una mega-mentada de despedida”.
En agosto de 2010, durante la inauguración del foro Cumbre Iberoamericana de la Familia, el gobernador reconoció que los gays le provocaban “asquito”.