Hoy, Bellas Artes recibe a Joaquín Cordero
* Especiales, Espectáculos jueves 21, Feb 2013- La directora general del INBA, María Cristina García Cepeda, autorizó a la familia de Joaquín Cordero trasladar los restos del actor al Palacio de Bellas Artes para que este jueves a las 12 del día se le rinda un homenaje.
Gloria Carpio
Será el día de hoy cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes abra sus puertas al histrión Joaquín Cordero fallecido el martes. Asimismo, la tarde de ayer el cuerpo del actor fue llevado al lobby del teatro Jorge Negrete, donde se le rindió un homenaje y guardia de honor por parte del comité de la Asociación Nacional de Actores (ANDA).
Trasladado desde la funeraria de Félix Cuevas en una carroza fúnebre desfilaron algunos vehículos que acompañaron al actor hasta dicho lugar, donde ya lo esperaban sus familiares y seres queridos quienes no pudieron contener las lágrimas.
Con un emotivo discurso la lideresa de la ANDA, Silvia Pinal, estuvo acompañada por algunos de sus compañeros actores, entre ellos: Alfonso Iturralde, Andrea Coto, Laura Montalvo, Yolanda Ciani, Sergio Reynoso y Emilia Carranza, así como la conductora Maxine Woodside, cuñada de Joaquín Cordero.
En el lugar también estuvieron presentes los hijos del actor que en vida participó a lado de grandes actores, quienes más tarde fueron sus amigos. David y Gabriel, son los hijos del actor, quien a decir de muchos murió “por amor”, y es que tan solo unos meses atrás su esposa perdió la vida. “Mi papá se murió de amor, no aguantó la pérdida de mi mamá y se fue porque quería estar con mi mamá, murió como debía morir”.
Antes de llegar al Teatro Jorge Negrete, el padre José de Jesús Aguilar oficio una misa en la que habló acerca del encuentro que el actor ya debió tener con Dios, indicó a sus familiares que deben ser fuertes ante la pérdida. Y ya a las afueras del Teatro Jorge Negrete la gente esperaba ingresar para poder despedir al ídolo que durante su carrera hizo más de un centenar de películas, gritaban porras efusivas para el actor que de igual modo fue despedido entre sus amigos con lágrimas y una que otra anécdota.