Entre las llamas
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 6, Feb 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
México aparece en la prensa internacional como un país convulsionado por la violencia. Medios sumamente influyentes como la agencia británica Reuters, los diarios estadounidenses The Wall Street Journal y New York Times, y el diario español El País, por citar algunos, han puesto su mirada en nuestro país.
El caso de los grupos de autodefensa que se organizaron en 15 municipios del estado de Guerrero para defenderse del crimen, porque el gobierno estatal es incapaz de protegerlos, ha interesado a Reuters y al The Wall Street Journal, que publicaron extensos reportajes.
La noticia de la violación en Acapulco de seis turistas españolas y una mexicana por un grupo criminal fue difundida principalmente a Europa y Estados Unidos por las agencias internacionales de prensa, que tienen corresponsales en México.
Ayer era el escándalo en turno. Este hecho, como era previsible, había escalado al nivel global, pues la cancillería tuvo que lamentarlo y abrir un canal de comunicación con autoridades españolas, cosa que trasciende en automático a la opinión pública no sólo de España sino de Europa en su conjunto.
Por su lado, el NYT acaba de publicar un texto sobre el problema del narcotráfico en México en el que fundamentalmente balconea las andanzas del general Moisés García Ochoa, a quien atribuye nexos con cárteles.
Es un texto raro, como si pretendiera más deslizar cosas que informar: presionar, a dos meses de instalado un nuevo gobierno en México comprometido a dar prontos resultados contra la violencia.
Entre otras cosas se insinúa que Estados Unidos se la está pensando en aquello de dar o no a México 230 millones de dólares en asistencia de seguridad dentro de la Iniciativa Mérida. ¿Se entiende el mensaje?
Y el crimen que no cesa. Y aquí viene al caso lo que adentro del país también se habla de la violencia. El foro Víctimas: el legado de la violencia de la guerra contra el narcotráfico en México, organizado anteayer por la UNAM sacó esta conclusión: el aumento en la violencia y el número de homicidios en México es consecuencia de la errática “guerra contra el narcotráfico” emprendida por Felipe Calderón.
Expertos, académicos y funcionarios públicos dijeron cosas así: Que las tasas de violencia muestran que, en 2011, en Irak ocurrieron 12 asesinatos por cada 100 mil habitantes, mientras en México el número fue de 18 por cada 100 mil. Que en el último lustro en el país se han acumulado más de 12 millones de víctimas de la violencia, de éstas, 3 millones de manera directa.
Que aun haciendo a un lado homicidios, delincuencia organizada, narcotráfico, portación de armas reservadas y tráfico de indocumentados, en 2011 el 24 por ciento de la población mayor de 18 años fue objeto de asalto en la calle, robo en transporte público, extorsión, fraude, amenazas, lesiones o algún otro delito. Que en el sexenio de Calderón se gastaron 810 mil millones de pesos (¡!) en seguridad. Y todo para dejar convertido a este país en un infierno.
La pregunta es ¿cuándo van a comparecer Calderón y compañía ante el tribunal del averno?