Sturgeon, más que humano
¬ Humberto Matalí Hernández martes 30, Ago 2011Al son de las fábulas
Humberto Matalí Hernández
“¿Sabes qué es una moral? Obedecer las
reglas establecidas por ciertos hombres
para ayudarte a vivir entre ellos”:
Theodore Sturgeon. “Más que humano”.
La literatura de entretenimiento fue el calificativo aplicado durante años a las novelas y cuentos sobre ciencia-ficción o de anticipación por la torpeza de algunos críticos con la intención de aislar las obras literarias del fin esencial de la lectura: entretener y enseñar, sin duda la mejor manera de invitar a los lectores a encontrar lo mejor que tienen: Comprenderse a sí mismos, a la sociedad y a la naturaleza.
Theodore Sturgeon (1924-1985) uno de los mayores creadores de literatura de anticipación, lleva al lector por encima de las aventuras espaciales o visitas a planetas extraños. Es un guía por lo recóndito de la mente, la sociedad y las intimidades humanas. Tanto que fue el primer autor de este estilo literario que aborda los temas prohibidos en las décadas de los cincuenta y sesenta: la homosexualidad, liberación sexual y el erotismo como partes de la psiquis humana. Por su vida.
“No necesitas una moral. No puedes seguir una moral. No puedes obedecer las leyes de tu especie, pues no hay otros de tu especie. Y no eres un hombre común, y la moral de los hombres comunes te serviría tan poco como a mí la moral de las hormigas”, afirma en las últimas páginas de “Más que humano”, novela donde plantea la creación del “Homo Gestalt”, mediante la integración de un ente formado por cinco diversos seres, disformes social y físicamente. Individuos que son violentos, monstruosos para la sociedad y enfermos que unidos es la perfección del elemento humano. Forman una entidad compuesta por cinco individuos que no pierden su integridad e individualidad, como son los dedos de una mano, necesarios e independientes, pero que unidos son fuertes, útiles y capaces. La armonía perfecta para la creación.
Son varias las novelas, cuentos e historias escritas por Sturgeon, la mayoría de la mal llamada ciencia-ficción, pero escribe de otros temas, como el terror en “Killdozer” sobre una máquina excavadora que cobra vida para asesinar. También aborda los géneros del oeste y de misterio. Por “Más que humano” obtiene en l953 el Premio Internacional Fantasy. Ha sido traducida a más de 12e idiomas. Existen cientos de ediciones, incluso en español hay varias, pero la más conocida es de la colección “Minotauro”. Hay una de lujo empastada en duro y gran calidad.
En “Más que humano” el autor describe la concepción completa del ente: “La Gestalt tiene, como otros seres, manos, cabeza, órganos, mente -dijo Janie-. Pero lo más humano es en ella, como en cualquier otro ser, lo que ha aprendido y merecido. Lo que nadie posee mientras es joven, lo que se obtiene (y sólo a veces) tras una larga búsqueda y gracias a una profunda convicción. Y lo es, desde entonces, parte definitiva de uno mismo”.
Theodore Sturgeon lleva al lector a comprender lo necesario que es en el hombre, aún en el Gestalt, “La parte dotada de esa intuición llamada ética que puede transformarse a sí misma en el hábito llamado moral”.
Muestra de que aún en las “novelas de entretenimiento”, según los más frívolos de os críticos y rivales literarios, la búsqueda del ser humano es por los mismos conceptos. Fenómeno que se repite desde hace veinte siglos, por lo menos en el mundo cristiano y occidental, con los actos, recuerdos, moral y ritos. En la posguerra existía el temor a los ataques nucleares, después de los inmorales bombardeos atómicos a Japón, la ética y moral de los gobiernos fue dudosa, se mantiene en la segunda mitad del siglo XX, para llegar a la franca inmoralidad, cinismo y estulticia actuales, en el neoliberal siglo XXI, con el mercado y comercialización de los valores humanos, incluido el arte, son la máxima realización. Actitud extendida a los gobiernos de la globalización y el libre mercado, por encima del humanismo, la protección de la especie y de la naturaleza. Gobernantes que demuestran ofensiva ignorancia o en la bárbara destrucción de otras naciones por imponer conceptos y explotar recursos naturales. Son los brutales y bestiales defensores de la democracia. Individuos entronados por el hueco juego de la democracia, que permitió que aparecieran los carentes de ética, moral y aún del mismo juego democrático como fueron y son los Bush, Blair, Fox, Castro, Aznar, Chávez, Pinochet, Reagan y muchos más apellidos de políticos hipócritas carentes de ética.
Ante esa brutal y torpe estulticia -si eso es posible- y a pesar de morir en 1985, con la visión de los genios, Sturgeon define y vislumbra la esperanza en el “Homo Gestalt” para la especie humana, como parte de su evolución y única manera de la permanencia en el planeta: “La humanidad está tratando de suicidarse… Quizá así lo parezca hoy, esta semana. Pero si se piensa en la historia de una raza… ¡oh, la guerra atómica es una ondita en la amplia superficie del Amazonas!”.
Las obras de Theodore Sturgeon se consiguen en las buenas librerías y en varias ediciones. Es un autor que supera la frivolidad, inventada la mayoría de las veces por los críticos, atribuida a la literatura de fantástica y de anticipación. Olvidan que las mitológicas de superhéroes y dioses, son reflejos de la psiquis y de la condición humana. Que de ellas emanan la ciencia, literatura, religión y afanes de conocimiento.
GANADORA DEL MAR
La escritora Gloria Fullosa Morales se hizo acreedora el 10 de abril al Primer Lugar del concurso “Memorias del Viejo y el Mar”, organizado por la Secretaría de Marina-Armada de México.
Para Gloria Fullosa es el camino literario para llegar a un viaje por el emocionante puerto jarocho y recorrer las aguas que lo abren al Atlántico, a través del Golfo de México. Y eso que a confesión propia afirma no ser muy gustosa del mar, pero que ahora sí.
El cuento con el que ganó se titula “Conus Gloriamaris”. Misterioso cuento donde se une lo onírico con la realidad y camina por la ruta al mar, el eterno creador de vida y muerte en este caso. Entre los premios resalta un recorrido y viaje por el Golfo de México, a bordo del buque escuela y la estancia de una semana, con todos los gastos pagados en el puerto de Veracruz.