Bling bling
¬ Javier Cadena Cárdenas viernes 1, Feb 2013Termómetro
Javier Cadena Cárdenas
Desde siempre, la música ha sido una constante en la vida del ser humano.
Y desde hace medio siglo, Los Beatles están en la cima de esta presencia. Y es que, a decir verdad, tienen para toda ocasión.
Por ejemplo, aquí en México en esta semana en la oferta cinematográfica aparecen dos películas que en determinado momento hacen referencia a ese grupo inglés cuyos integrantes sólo duraron juntos poco menos de una década.
Y estas películas, a decir verdad, no tienen nada que ver una con la otra.
O si lo tienen, en realidad es muy poco: la sordidez de la escenografía, y una posible relación entre los personajes principales, mujer y hombre enmarcados en una soledad enfermiza, pero nada más.
Ah, y la referencia a Los Beatles. Y es que en “la abolición de la propiedad” y en “Amor”, que así se llaman las películas referidas, la mención a Los Beatles aparece en el momento adecuado.
En la primera, sale a flote en medio de una discusión entre los personajes cuando se acusaban mutuamente de ser, ella, una chava pequeño burguesa que había aprendido a ser sensible mientras estudiaba Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, allá a finales de la década de los años sesenta del siglo pasado.
Y, él, de ser un macho mexicano a quien no se le quitó esta característica ni porque estudiaba Relaciones Internacionales en esa misma escuela y ya trabajaba en el Secretaría de Turismo. En ese momento, entonces, apareció esa propuesta de Los Beatles de que todo lo que se necesita es amor, y hay que hacer el amor y no la guerra.
Y en la segunda, la referencia a Los Beatles aparece en una descripción de lo que pasó en un entierro, y el personaje masculino dice que fue de mal gusto que durante la ceremonia pusieran la canción “Yesterday”.
De “Abolición de la propiedad” sólo se puede decir que es una fallida adaptación de la obra de teatro escrita por José Agustín cuando tenía 25 años de edad y era el “enfant terrible” de las letras nacionales. De “Amor” se ha dicho mucho y se dirá aun más ya que está destinada a jugar un papel importante en la ceremonia de la entrega de los Premios Oscar en este 2013.
Y de Los Beatles, con certeza se puede afirmar que se seguirá hablando de ellos como grupo y de sus integrantes como grandes aportadores a la cultura popular mundial. Y al anecdotario crítico, también.
Y es que aúin se recuerda aquella noche en que en pleno concierto de Los Beatles en el Albert Hall de Londres, John Lennon le pidió al público una manifestación de aceptación y de reconocimiento a lo que estaban haciendo, y lo hizo con la siguiente expresión: los de los asientos populares, aplaudan, y los de los palcos, sólo muevan sus joyas. Y esa conjugación del ruido con el brillo de las joyas, traducido por la onomatopeya a una palabra, se dice que es “bling”.
Y bling es lo que todos quieren demostrar cuando alcanzan el éxito.
Políticos, músicos, deportistas, gente de a pie, lo hace. Aunque, por ahí dicen, no todo lo que brilla es oro. Y en México sobran los ejemplos.