Panistas, sin brújula
¬ Augusto Corro lunes 28, Ene 2013Punto por punto
Augusto Corro
El affaire Cassez continuará en la opinión pública sin límite de tiempo. Los puntos de vista de la sociedad mexicana son en el sentido de que no se debió dejar en libertad a la francesa.
Sin embargo, a toro pasado cualquier especulación nada cambiará el destino ya escrito.
La francesa no volverá a pisar ninguna cárcel mexicana. Las víctimas que sufrieron los plagios se quedaron en una situación de limbo: sin justicia y consternados por la actuación de los representantes de la justicia.
Quizá los ministros de la Suprema Corte de Justica actuaron apegados a derecho para reconsiderar la condena de Cassez por el delito de secuestro, entre otros, pero su actitud no convenció a los habitantes de un país, cuyas máximos jueces se convirtieron en celosos guardines de los derechos humanos.
La sociedad mexicana no estuvo plenamente convencida que se trataba de un gesto de justicia que reivindicaría los derechos de una mujer involucrada en actos delincuenciales como el secuestro de personas.
Los torcidos caminos de la justicia en nuestro país, llevaron a la plagiaria a una situación de extremos beneficios legales para obtener su libertad, que ni siquiera hubo tiempo de la reposición de un juicio para saber el tamaño de su implicación en el delito o delitos de que era acusada.
La situación de la francesa pudo resolverse sin la premura de las acciones, mismas que propiciaron mayor incredulidad de la inocencia de Cassez, que se llevó a su tierra la incertidumbre de su condición de delincuente.
Ya podemos hablar del mencionado affaire como un hecho consumado, un capítulo más en la vida de una francesa que pudo burlar a la justicia tercermundista, con jefes de la policía propios de las películas bananeras latinoamericanas.
De ahí que Cassez haya sido recibida por sus paisanos como una Juana de Arco moderna.
Mientras aquí en México, los panistas, con la brújula perdida hace doce años, se empeñan con seguir en el ridículo: anunciaron una cruzada nacional a favor de víctimas por el caso Cassez. Inclusive estudian llevar el tema a instancias internacionales.
Tal vez los blanquiazules no saben que los responsables de tal desaguisado son los propios funcionarios panistas que se pasaron las leyes por el arco del triunfo. Claro, incluido Calderón, principal promotor de una guerra fallida contra la delincuencia.
¿Qué ganarán los militantes de Acción Nacional con la cruzada nacional? Suponemos que nada. ¿Cómo ayudar a las víctimas de la violencia si el propio Calderón nunca las tomó en cuenta cuando se encontraba en condiciones reales de hacerlo?
Los panistas tuvieron el tiempo necesario para apoyar a los secuestrados del caso Cassez, pero optaron por la pasividad. ¿Cómo protestar contra el presidente panista y su equipo de superpolicías encabezados por Genaro García Luna?
Desde la detención de la francesa hasta su presentación ante el ministerio público estuvo plagada de errores. Con el abuso de la autoridad, el proceso judicial se vició de origen y nada pudo evitar la libertad de Cassez. La relación de errores de las autoridades no permitió aplicar el debido castigo a la extranjera.
Por eso, ahora no nos extraña que los propios panistas intenten lavar la imagen sucia de las autoridades blanquiazules que en su momento fueron los artífices de tanto des… orden.
El punto fundamental sería el retorno de Cassez a la cárcel. Como esto quedó en el pasado, los panistas buscarían hacer ruido para aparentar que se encuentran interesados en la aplicación de los derechos humanos de las víctimas.
Obviamente, ya nadie les cree. Así pues, el asunto de Cassez y su libertad apresurada serán parte de la charla cotidiana, sin trascendencia alguna.