De Goyo a Florence
Ramón Zurita Sahagún viernes 25, Ene 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La liberación de Florence Cassez y su pronta salida del país provocaron malestar en amplios sectores de la población mexicana, misma que se siente burlada por la decisión asumida por la Suprema Corte de Justicia.
Pero la indignación creció más, cuando se conoció la forma en que fue recibida por el gobierno francés y simpatizantes de la causa de quien jamás fue considerada inocente de los delitos que se imputaron.
Es cierto que la propia Florence se encargó de propagar la versión de que fue declarada inocente por el máximo tribunal del país, situación alejada de la realidad, porque la Corte consideró que existieron irregularidades y vicios en su proceso.
Sin embargo, el recibimiento de heroína proporcionado por sus paisanos, solamente es equivalente al prolongado aplauso que provocó la presencia de Gregorio (Goyo) Cárdenas en la Cámara de Diputados de México.
Los dos, Florence y Goyo, fueron declarados culpables de los delitos imputados y sentenciados por la justicia mexicana y de victimarios pasaron a ser víctimas del sistema judicial mexicano.
Para quienes no recuerdan el caso de Goyo Cárdenas, es uno de los más sonados entre las historias criminales de este país, ya que asesinó a media decena de mujeres, las que sepultó además en su propio jardín, durante la década de los 40. Redimido, Goyo salió de la cárcel convertido en abogado y asistió como invitado a una sesión de la Cámara de Diputados, donde recibió una vergonzosa ovación por parte de la asamblea de diputados.
Los aplausos para el asesino confeso por parte de los legisladores mexicanos son comparables a lo que ocurrió con el recibimiento de Florence, la que por su participación en la llamada banda de “Los Zodiaco” recibió una condena de 60 años de prisión, de los que cumplió siete, antes de la resolución de la Corte.
Pero, con todo y la indignación de un gran sector de la población mexicana, que se siente vulnerable ante la impunidad con que se procede en contra de delincuentes, hay que voltear los ojos para saber que sucederá con los responsables de aquel montaje efectuado en las postrimerías del sexenio de Vicente Fox Quesada.
Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, ya no son servidores públicos, dejaron de serlo al finalizar la administración de Felipe Calderón Hinojosa y si antes no fueron molestados para responder por este montaje, tal vez ahora sí puedan ser cuestionados y, en su defecto, actuar en su contra, si se les comprueba responsabilidad.
El capítulo García Luna no se encuentra cerrado y pronto podrían ocurrir acciones que lo sitúen en posición de tener que responder de muchas situaciones que generaron dudas en el pasado reciente y de otras más que no han sido aclaradas.
EMBAJADORES
Dos de los embajadores más mediáticos de cuantos ha designado el nuevo gobierno mexicano son Eduardo Medina Mora y Beatriz Paredes Rangel.
Los dos provienen del ámbito de la política y de la estructura administrativa de los gobiernos federales, uno del PAN y la otra del PRI.
Ambos han fungido como funcionarios del gobierno federal, Medina Mora como secretario federal de Seguridad Pública y procurador de la República, antes de incorporarse a tareas diplomáticas como representante mexicano en Gran Bretaña. Beatriz fungió como subsecretaria de la Reforma Agraria y de Gobernación, además de ocupar la representatividad mexicana en la embajada en Cuba.
Tanto Medina Mora como Paredes Rangel, uno en Estados Unidos y la otra en Brasil, son parte de la intención del nuevo gobierno mexicano de cambiarle el rostro a la diplomacia mexicana, menospreciada por las dos administraciones anteriores.
Por eso, fueron de los primeros nombramientos en el área diplomática y de inmediato enviados para cumplir sus nuevas tareas, ya que ambos presentaron sus cartas credenciales.
CASA DE MONEDA
Dentro del paquete de nuevos nombramientos que se avecina para la administración pública federal, se encuentra la Casa de Moneda, sitio para que el que se menciona con gran insistencia a Alfonso Rivera. Rivera ya fungió como director interino de la Casa de Moneda, ejerciendo una gestión exitosa, por lo que se abre una nueva posibilidad de acceder al cargo. Antes de Casa Moneda, Rivera tuvo un buen desempeño en la Condusef y en otras partes del sector financiero.
UNIDAD PRIÍSTA
Finalmente, el PRI consideró a siete de sus militantes como prospectos para el gobierno de Baja California, aunque esa baraja podría reducirse a dos.
De los siete personajes en cuestión, varios de ellos son simples pegotes que intentan presionar con su participación para obtener canonjías.
Uno de ellos, Eduardo Martínez Palomera, lleva más de 20 años autopromoviéndose para competir por el gobierno estatal con las siglas del PRI. Nadie lo toma en serio y si alguna posibilidad tuvo alguna vez, fue cuando Margarita Ortega Villa fue nominada como abanderada.
Otro más, Humberto Lepe Lepe, es un personaje alejado del estado, al que solamente recurre en vísperas de elecciones, ya que ha sido dos veces diputado federal plurinominal. Lepe busca acomodo para su hijo que se encuentra colocado en la política estatal.
Enrique Pelayo no se la cree el mismo que le permitieran tomarse la foto con los otros seis.
Francisco Pérez Tejada mostró su inexperiencia en grado sumo, mientras que Carlos Bustamante está a la espera de ser el tercero en discordia. Jorge Hank Rhon y Fernando Castro Trenti forman el binomio del que saldrá el candidato tricolor, cuya fecha designada es el 12 de febrero, mediante el procedimiento de convención de delegados.
Hasta el momento, el PRI se mantiene como favorito en las encuestas, aunque depende la unidad de sus militantes para ganar.