El anticipo de Duarte
Ramón Zurita Sahagún martes 19, Ene 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Por si quedaban dudas sobre el nombre del candidato del PRI al gobierno de Veracruz, éstas pudieron quedar despejadas el pasado domingo con la multitudinaria concentración de priístas y simpatizantes del diputado federal Javier Duarte de Ochoa.
Ex secretario estatal de Finanzas y vicecoordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados federal, Duarte de Ochoa se consolidó en las preferencias de su partido, con base en los amarres logrados con antelación.
Por eso, lo del domingo en Córdoba fue un simple aviso de lo que tarde que temprano tiene que ocurrir con quien está considerado como el “delfín” del actual gobernador.
Quince mil personas en un informe de un diputado federal es un número inusual de asistentes que confirman lo cargado de los dados a favor del favorito de palacio.
En este evento, Duarte de Ochoa mostró parte de los respaldos con que contará en el momento en que su partido defina su candidatura. La presencia del coordinador de los diputados de Convergencia en el Congreso local y del dirigente estatal del Partido Verde muestra los amarres con que ya cuenta el diputado federal.
Y es que con todo y los esfuerzos realizados por los Yunes priístas, Héctor y José y Ranulfo Márquez, no se advierte la forma en que puedan arrebatarle la candidatura al gobierno del estado al multicitado Javier Duarte de Ochoa.
Pero sí dentro del priísmo se advierte claridad en la definición de su candidato, no sucede lo mismo con Acción Nacional, partido donde la lucha por la candidatura se advierte cada día más cerrada con dos bloques que no habrán de ceder ni un espacio para su adversario.
Miguel Ángel Yunes Linares, director del ISSSTE y Gerardo Buganza Salmerón, ex senador, ex diputado federal y ex candidato al gobierno del estado, mantienen una fuerte disputa por la nominación, donde son apoyados por importantes núcleos de militantes y simpatizantes del partido blanquiazul.
La definición de la candidatura puede ocasionar heridas difíciles de cerrar que pudieran convertirse en una brecha insalvable para quien de los dos resulte candidato.
El encono entre Yunes y Buganza es cada vez mayor y toma rumbos de guerra sucia, lo que podría resultar sumamente dañino en plena campaña electoral, donde todos los argumentos, descalificaciones, denuncias y acusaciones, son usados por los adversarios para influir en los posibles electores.
Los efectos de la guerra sucia comienzan a notarse dentro de la contienda interna del PRI, donde los señalamientos parten de uno y otro lado contra el adversario y dejan saldos lamentables.
En el caso de Yunes, se reviven los métodos usados por el magisterio para descalificar la candidatura presidencial de Roberto Madrazo Pintado, mediante la colocación de carteles que cuestionan la personalidad del director del ISSSTE.
Incluso, se le cuestiona la supuesta relación mantenida con pedófilos y los señalamientos que de él se hace en el libro “Los demonios del edén”, publicado hace algunos años por Lydia Cacho.
La campaña negativa en contra de Yunes lo sitúa como un personaje de gran perversidad, manipulador y hasta deshonesto, cuya candidatura traería fatales consecuencias para Acción Nacional.
Pero no solamente Yunes Linares es objeto de esta campaña negativa, también lo es su adversario Gerardo Buganza, del que se cuestiona su actuación después de la elección del 2004, cuando, a decir de sus adversarios, le faltaron agallas para defenderse ante el avasallamiento de que fue objeto en el resultado electoral, donde se quedó a solamente un punto porcentual del triunfo.
De Buganza se dice que está financiado por el propio gobierno estatal que busca a toda costa cerrarle el camino a Miguel Ángel Yunes Linares, por lo que dota de las armas y argumentos necesarios al ex candidato a gobernador para que repita en esa faceta.
El curricaneo es una de las prácticas favoritas del gobernador Fidel Herrera Beltrán, por lo que le da el suficiente aire a Buganza Salmerón para convencerlo de que se respetaría su eventual triunfo, en caso de que sea capaz de vencer en las urnas a Duarte de Ochoa, pero llevando como condición principalísima cerrarle el camino a la posible candidatura del neopanista Yunes Linares.
Para hacer más enredada las cosas, circulan versiones de que la candidatura de Yunes Linares será incuestionable, ya que cuenta con los avales del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa; del presidente del CEN del PAN, César Nava Vázquez y que forma parte de los acuerdos establecidos con la profesora Elba Esther Gordillo, por lo que iría en alianza con el Partido Nueva Alianza con amplias posibilidades de triunfo.
En este rejuego que mantienen vivo desde el propio gobierno estatal y que influye en las definiciones del PRI y PAN, poco caso se la hace al único partido (Convergencia) que ya definió su candidato y que será avalado por la izquierda.
Dante Delgado Rannauro dejó el Senado de la República el pasado 15 de diciembre y repite como candidato al gobierno del estado, donde sostuvo una férrea pelea con Fidel Herrera Beltrán y Gerardo Buganza Salmerón hace seis años, quedando a unos cuantos puntos de ambos.
Sin embargo, dos años más tarde, Dante venció a panistas y priístas en la búsqueda del Senado de la República, lo que deja constancia de que cuenta con una amplia base de votantes.
*Si de guerra sucia se trata, Xóchitl Gálvez Ruiz, quien pretende encabezar una gran alianza de toda la oposición en Hidalgo, se quejó de la campaña que se emprendió en su contra para impedir la consolidación de este gran frente opositor.
Xóchitl puso como condición para aceptar la candidatura que la alianza esté conformada cuando menos por Acción Nacional, Convergencia y PRD, aunque en este último partido hay resistencias para cederle la nominación.