La estatua repudiada
¬ Augusto Corro miércoles 23, Ene 2013Punto por punto
Augusto Corro
Uno de los líderes morales de la izquierda mexicana, Cuauhtémoc Cárdenas, ahora cumple las funciones de coordinador de Asuntos Internacionales del Gobierno del Distrito Federal que encabeza Miguel Ángel Mancera.
En su calidad de alto funcionario capitalino, el michoacano manifestó que la efigie del sátrapa Heydar Aliyev no enaltece a la capital del país y, por lo tanto, “no hay por qué destacar a ese personaje”.
Como hemos informado, en la administración de Marcelo Ebrard, se firmó un convenio entre las autoridades del Distrito Federal y los representantes de Azerbaiyán en el que las primeras se comprometieron a recibir apoyo económico para la rehabilitación de áreas públicas, a cambio de cederle un lugar a la estatua de Heydar Aliyev.
El espacio que se concedió al dictador azerbaiyano se encuentra en el Parque de la Amistad México-Azerbaiyán entre los mejores sitios del Bosque de Chapultepec. Con motivo de la develación y ubicación del monumento mencionado, se levantaron las protestas por la osadía del gobierno capitalino de honrar a un delincuente internacional.
Crecieron las manifestaciones contra el gobierno capitalino y hubo necesidad de formar una comisión para que decidiera el destino del monumento.
La denominada Comisión de Análisis a Plaza Tlaxcoaque y el Parque de la Amistad México-Azerbaiyán y la Comisión de Derechos Humanos del DF decidieron que la estatua debe ser reubicada.
Con ese punto de vista de la comisión, el asunto se complica más. Debe entenderse que el repudio es contra el ex presidente Heydar Aliyev por su delito de lesa humanidad, no por el lugar que ocupa su efigie en tierras capitalinas.
Así pues, no es el lugar lo que genera el problema, sino la historia negra del dictador.
Pero las autoridades del DF no parecen entender o no quieren entender el origen y la realidad del problema, pues decidieron reubicar la multicitada estatua.
Esto último fue informado por Héctor Serrano, secretario de Gobierno del Distrito Federal. Dijo que se busca atender lo manifestado por la comisión mencionada.
Volvemos a lo mismo. Realmente ¿de qué tamaño fue el compromiso de Ebrard con los representantes de Azarbaiyán que no pueden sacudirse una estatua? Tengan la plena seguridad que la efigie de Heydar Aliyev no será aceptada en ningún lugar. ¿O se pretende hacer discriminaciones? ¿En qué lugar esconderán al dictador? ¿Habrá un sitio en el DF que reciba con gusto un monumento a la ignominia y a la barbarie? ¿Hay lugares de primera y de segunda clase para colocar estatuas de sátrapas?
De por sí en México, donde muchas veces la memoria no funciona, se honra a ex presidentes que fueron juzgados por la historia como verdaderos criminales, sus nombres son impuestos a calles y avenidas: más de una luce el nombre de Luis Echeverría Alvarez.
Aún se honra a Porfirio Díaz, etcétera. ¿Cuántos dizque héroes de la patria resistirían el juicio de la historia? Bueno, hasta Fidel Velázquez, el eterno líder cetemista, es honrado como uno de los grandes de México. Vaya, vaya.
Por otra parte, será muy interesante saber qué clase de sujetos integraron la comisión que decidió reubicar la efigie de Heydar Aliyev.
Estos individuos de plano se burlaron de la inteligencia de los capitalinos. Pensaron que el cambiar de sitio al sátrapa con eso era suficiente para engañar a la historia. Les falló el cálculo.
El dictador azerbaiyano no es digno de estar en ningún sitio de México. Eso deben entenderlo muy bien a las autoridades que encuentran en el propio Cárdenas el principal impugnador de la efigie del sátrapa en el Bosque de Chapultepec.
El michoacano lo dijo muy claro: “La estatua del señor Aliyev no honra a la Ciudad de México, ni la Ciudad de México tiene por qué honrarlo. Si no honra a la Ciudad de México, no cabe en el Distrito Federal”.
Si las autoridades capitalinas desean continuar con el conflicto, allá ellas.