A poco
¬ Juan Manuel Magaña jueves 10, Ene 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Funcionarios del gobierno federal ya negocian con dirigentes de PRI, PAN y PRD una serie de reformas que se van a presentar al Congreso de la Unión desde el primer semestre del año, como seguimiento del llamado Pacto por México.
Y ya hay hasta un Consejo Rector de dicho pacto.
Los 95 temas que integran dicho acuerdo suponen al menos 66 enmiendas legales y entre los cambios prioritarios para los negociadores se encuentran la reforma en telecomunicaciones y enmiendas que deriven en apoyo a los estados y municipios altamente endeudados.
Se ha reiterado que las reformas energética y hacendaria se presentarán al Legislativo en el segundo semestre de este año, aunque de inmediato se iniciará el análisis para la construcción de los anteproyectos de reforma.
Con el fin de avanzar sin contratiempos se dejará para el final aquellos puntos en los que no haya coincidencias, en especial lo relativo a los impuestos. incluso hay cambios estructurales, precisamente en materia hacendaria, que tienen como plazo de conclusión de su aplicación hasta el 2018.
También se prevé una reforma en materia de seguridad pública para dar cauce a la creación de la Gendarmería Nacional y del Código Penal Único.
Pero hablando en plata, no está claro cuál es el sentido final que tendrán esas reformas.
Lo primero que no se ve es un esfuerzo de conjunto para acabar con la despiadada multiplicación del número de pobres que ha habido en el país, ni con la abusiva concentración de la riqueza.
Falta por saberse si lo relativo a telecomunicaciones permitirá de veras romper el control oligopólico del espectro radioeléctrico o todo será darle la vuelta a las cosas para que México siga desinformado.
Está por verse si habrá un cobro justo de impuestos a los dueños de las grandes fortunas o permitirán que el Estado siga ensañándose con los contribuyentes cautivos y eliminando subsidios para los sectores más pobres de la sociedad.
Habrá que ver si de la industria petrolera nacional se logrará que adquiera su autosuficiencia financiera y la transparencia necesarias para su desarrollo o si, por el contrario, impulsarán su traslado a manos privadas.
Y ya veremos si es cierto que el Estado recupera la rectoría en materia educativa o todo va a ser ceder la enseñanza pública a intereses de particulares, para que masivamente se siga en la ignorancia.
Todo eso es importante porque es la pobreza, la ignorancia, la desinformación y la concentración de riqueza y privilegios lo que da fundamento hoy por hoy al poder.
Ir por lo contrario parecería que el poder estuviese actuando en contra de su actual naturaleza, pues emergería un país que lo primero que cuestionaría sería la desigualdad y el oscurantismo con que se ha vivido en los últimos 30 años, entre muchas otras cosas.