Catorce elecciones
Ramón Zurita Sahagún jueves 10, Ene 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El año recién iniciado es determinante para que los partidos políticos conozcan sus realidades mediante los procesos electorales que habrán de celebrarse el próximo 7 de julio.
Son 14 las elecciones estatales, de las que 13 conllevan renovación de ayuntamientos y congresos locales y una más, solamente las presidencias municipales.
Del total de 14 procesos electorales, uno (Baja California) corresponde al paquete completo que significa elección de gobernador, alcaldes y diputados locales.
Esos son los comicios más atractivos, ya que se trata de la primera entidad federativa perdida por el PRI, en el lejano 1989 y desde entonces gobernada por Acción Nacional, partido que podría perder su hegemonía en unos meses más.
Para los priístas resulta primordial que con la recuperación de la Presidencia de la República se empalmen triunfos electorales en estados y municipios considerados como parte de su reencuentro con los ciudadanos.
El propósito conlleva recuperar Baja California, entidad perdida desde la presidencia priísta de Luis Donaldo Colosio, con la candidatura de Margarita Ortega Villa y, al parecer, es la mejor oportunidad que pudieron haber tenido en esos 24 años de dominio blanquiazul. Para los priístas es cuestión de orgullo recuperar esa entidad, ante la incapacidad de hacerlo con Guanajuato, en manos panistas desde 1991.
Sin embargo, para el panismo el reto es enorme, ya que Baja California representa su emblema y después de la debacle del pasado primero de julio, es importante para ellos conservar su primer reducto.
La disputa se espera sumamente cerrada y será el partido que seleccione de la forma más pulcra a su candidato, el que mayores posibilidades de triunfo tenga.
Por el momento, los priístas arrancan como favoritos, a pesar de no ser gobierno, pero cuentan a su favor con que los cinco alcaldes del estado tienen esa militancia y en el Congreso del estado mantienen mayoría.
Las condiciones son inmejorables y la cartera de aspirantes con que cuentan los tricolores es amplia, todos ellos bien posicionados ante la ciudadanía y con amplio conocimiento de la población sobre ellos. El dilema radica en definir bien, aunque, se sabe, la decisión se hará con base en encuestas levantadas previamente.
Dos son los políticos priístas mejor posicionados, pero el problema es que, según diversas fuentes, se encuentran distanciados, aunque ellos lo niegan, pero no lo hacen en forma contundente o rotunda.
Apenas hace unos días, con el inicio del año, Jorge Hank Rhon, el candidato perdedor de hace seis años y aspirante nuevamente, fue cuestionado sobre un eventual respaldo a Fernando Castro Trenti, el otro aspirante mejor posicionado y aseguró que como priísta que es, apoyará a quien decida su partido.
Esa declaración del ex alcalde de Tijuana abre la posibilidad de que los priístas lleguen unidos y presenten un frente común, con posibilidades de éxito el próximo siete de julio. Y es que el PRI tiene una buena baraja con la que, según las encuestas, cualquiera de sus aspirantes ganaría, pero solamente si se mantienen unidos y es ahí en donde surgen las dudas.
Jorge Hank Rhon y Fernando Castro Trenti, son las primeras opciones. El primero tiene simpatías, pero mala fama. El segundo trabajo político y presencia electoral.
Después vienen los alcaldes de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo y Mexicali, Francisco Pérez Tejada. El primero es un próspero empresario, bien visto, al que de no abanderar al PRI se le iría su última oportunidad de hacerlo, ya que lo intentó en 1995. El segundo es un joven con gran cartel, pero al que podrían otorgarle la oportunidad en seis años más, ya que no rebasa los 35 años de edad.
Los panistas parecen ya definidos con la figura de Kiko Vega de Lamadrid, un ex alcalde de Tijuana, con buena presencia en la entidad, al que abiertamente apoyan diversos sectores del estado.
El panismo bajacaliforniano estudia la eventualidad de establecer una alianza con la izquierda, para construir un frente común que les permita tener mayores posibilidades de triunfo.
MEDINA MORA
Eduardo Medina Mora fue aprobado por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión como nuevo Embajador de México en Estado Unidos. Se trata de la segunda tarea que como diplomático desempeñará el que fuese Procurador General de la República y secretario de Seguridad Pública en los doce años de gobiernos panistas.
Medina Mora es uno de los pocos que con nivel alto en las administraciones consecutivas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa consiguió reinsertarse en el gobierno priísta que encabeza Enrique Peña Nieto.
Y es que el ahora embajador en Washington se manejó bien en su tarea como Embajador de México en la Gran Bretaña y se decidió aprovechar su experiencia no solamente en el terreno diplomático, sino también en cuestiones de seguridad, ya que además de ser parte del gabinete de los presidentes mencionados, también fungió como director del CISEN, al inició del gobierno foxista.
PEÑA NIETO EN TABASCO
El envío de Emilio Chuayffet Chemor como representante presidencial a la toma de posesión de Arturo Núñez Jiménez como gobernador de Tabasco, comienza a rendir frutos, con la visita que hará a esa entidad el presidente Enrique Peña Nieto el próximo día 14 de enero.
Conocidas son las condiciones deplorables en que dejaron a Tabasco las anteriores autoridades y lo necesario que se hace inyectar recursos económicos y voluntad gubernamental, por lo que la visita presidencial representa un oasis promisorio.
En Tabasco se produjo la alternancia, por lo que corresponde al gobernador Núñez Jiménez, remar contracorriente y demostrar a la ciudadanía que no hubo equivocación alguna al emitir su voto.