Ordena la SCJN inmediata liberación de indígenas otomíes
* Especiales, Cd. de México jueves 29, Abr 2010Exoneran a Alberta Alcántara y Teresa González Cornelio, acusadas de secuestrar a cuatro elementos de la extinta AFI, debido a inconsistencias en el proceso penal
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la inmediata libertad de las indígenas Alberta Alcántara y Teresa González Cornelio, acusadas de secuestrar a cuatro elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación, debido a inconsistencias en el proceso penal.
Por unanimidad, la Primera Sala del Alto Tribunal respaldó el proyecto de la ministra Olga Sánchez Cordero de absolver a estas dos mujeres de los delitos de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, delito contra servidores públicos, y una de ellas por delitos contra la salud.
Y dejaron en claro que tampoco se comprobó la acusación que se formuló en contra de Alberta Alcántara en el sentido de que había sido detenida en posesión de cocaína, pues lo único que sostenía esta acusación era el dicho de uno de los agentes federales.
Para agilizar su salida del Centro de Readaptación Social (Cereso) femenil de San José El Alto, los ministros de la Corte acordaron enviarle al juez, de momento, sólo los puntos resolutivos (debido a que la redacción final de la sentencia tardará unos días más), para que él, a su vez, les notifique de la decisión a las autoridades penitenciarias.
La ministra Olga Sánchez Cordero le presentó a sus compañeros un proyecto de sentencia en el que propuso revocar la sentencia del juez cuarto de distrito en Querétaro, Rodolfo Pedraza Longh, quien las había sentenciado a 21 años de prisión.
El proyecto contó con el respaldo de los cinco ministros de la Primera Sala de la Corte.
El ministro Arturo Zaldívar destacó la gravedad de este caso y advirtió que con esta decisión no sólo se gana la libertad de Alberta y Teresa, sino que se establece un precedente para evitar que en el futuro se repitan casos como este.
Al fin se hizo justicia: Teresa y Alberta
“Estamos muy contentas porque al fin se hizo justicia”, exclamó, Teresa González Cornelio, al momento en que junto con su cuñada, Alberta Alcántara Juan, salía del penal femenil de San José el Alto, en la ciudad de Querétaro.
A las seis de la tarde y a bordo de una camioneta del Centro de Derechos Humanos, Agustín Pro Juárez, las dos queretanas otomíes abandonaron la prisión, justo cinco horas después de que el pleno de magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolviera, por unanimidad, absolverlas del delito de secuestro del que fueron acusadas.
Teresa llevaba en su regazo a Jazmín, su hija que nació dentro del penal, a su lado iba Alberta.
Andrés Díaz, uno de sus abogados, ingresó al centro penitenciario alrededor de las dos de la tarde, para notificarles que la corte les acababa de otorgar la «absoluta libertad». Tres horas después llegó la orden del juez al centro de reclusión; 60 minutos más transcurrieron para que dejaran la cárcel.
Ahí estuvieron recluidas, tres años, siete meses y 28 días, acusadas de un delito que, ahora ha dicho la SCJN, no cometieron: el secuestro de seis elementos de la desaparecida Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
Además, a Teresa González -esposa de Gabriel Alcántara Juan- la acusaron de vender droga en un puesto del tianguis de Santiago Mexquititlán. Teresa demostró que nunca tuvo un comercio ambulante.