Endeudados
¬ Juan Manuel Magaña lunes 7, Ene 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
México debe 3 billones 567 mil 800 millones de pesos al interior y 123 mil 100 millones de dólares al exterior.
Se trata de niveles que están en un máximo histórico y esa lamentable marca hay que agradecérsela a Calderón.
Nomás en 2012, de enero a noviembre, la deuda interna aumentó 309 mil 400 millones de pesos y la externa 9 mil 500 millones de dólares.
Y en el sexenio, de noviembre de 2006 a noviembre de 2012, el crecimiento fue de 2 billones 241 mil 100 millones de pesos (168 por ciento) y de 73 mil 200 millones de dólares (146.6 por ciento).
Pero eso sí, con la propaganda nos vendieron todo este tiempo que las cuentas del país son muy saludables.
El problema es cómo la administración anterior se la pasó presumiendo de un manejo responsable de las finanzas para atacar a los gobiernos de oposición -del PRI, pero sobre todo de AMLO en el DF-, y sin que los grandes medios cuestionaran al menos la veracidad de tales presunciones.
Y todo para qué. El desmedido endeudamiento no es justificable, si se considera que no tuvo un impacto favorable en la mejora de los servicios públicos; ni en seguridad, ni en salud, vivienda, empleo o educación.
Tampoco hubo estímulos a la economía real y las actividades productivas, ni mejoras a la calidad de vida de los ciudadanos.
Al contrario, lo que hubo fue un fuerte deterioro en las condiciones de subsistencia del grueso de la población, con más desempleo y una expansión de la informalidad.
Hubo mayor encarecimiento injusto de tarifas y servicios públicos, empezando por el de los energéticos; más uso patrimonialista y opaco de los recursos públicos y una enorme explosión de la violencia, la inseguridad y los atropellos a los derechos humanos.
Entonces otra vez hay que preguntarse, ¿a dónde se fue el dinero?
Este crecimiento descontrolado de los débitos gubernamentales es un dato nada alentador. La discrecionalidad y falta de control con que se suelen manejar los recursos públicos y la ausencia de mecanismos efectivos de rendición de cuentas hacen pensar que el país podría enfrentar en el futuro escenarios lamentables, similares a los que vivió en décadas pasadas o a los que padecen en estos momentos naciones europeas.
Y otra vez hay que volver a empezar.
Los encargados del manejo económico del país tienen que corregir esta tendencia, pero sería bueno que se investigara cómo el dinero es desviado y que se fincaran responsabilidades. ¿O en esto también se van a quedar callados?