Tres al hilo
¬ Juan Manuel Magaña viernes 7, Dic 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Todos los días surgen datos y más datos que nos van mostrando las crudas realidades del cambio de gobierno. Ese va siendo el verdadero estado del país, que es el punto desde el que arrancará este gobierno.
1. Dice Jesús Murillo Karam que recibe una PGR desmantelada.
2. Asegura el CIDE que Peña Nieto hereda un “cacharro económico”.
3. La revista “Time” titula “Partido viejo, nuevo arranque”.
El nuevo gobierno debe explorar muy bien cuáles son sus fortalezas y debilidades para saber dónde está parado. Y las anteriores son, sin duda, tres innegables debilidades que debe corregir sobre la marcha, si de veras quiere sacar adelante un importante programa de reformas y enfrentar al tigre de la rifa que le dejaron: el crimen en todas sus presentaciones, en todas partes, y sea de hebilla de oro, de botas de víbora o de cuello blanco.
Desde que Fox entregó el poder, el que le siguió se quejó de inmediato que le habían desmantelado órganos importantes de seguridad como el Cisen. No obstante su amargura, Calderón no sólo no usó un nuevo instrumento de inteligencia para la seguridad del Estado -su guerra la hizo con las patas-, sino que miles de millones de pesos se fueron a las cloacas con esa su policía federal que no salió buena ni para la actuación en televisión.
Ahora, el nuevo procurador, Jesús Murillo Karam, se encuentra con que carece de personal el Ministerio Público federal, le faltan recursos a la PGR, se quedó sin aeronaves y fue infiltrada por el narco.
De entrada, antes que resolver algún problema urgente, Murillo se ha dado un plazo de 90 días para presentar un proyecto de reconstrucción de eso que recibió en ruinas. Y por eso, que nadie espere prontos resultados de cualquier otra cosa. ¿Caerán responsables de semejante desastre? Es obvio que en algún momento el nuevo gobierno tendrá que hacer cuentas con el anterior. ¿Cuándo?
Otro tanto es la economía. Para el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el país requiere un crecimiento más acelerado, mismo que no ha ocurrido desde hace 20 años. El problema es que el nuevo gobierno heredó para ello un “cacharro” económico.
Se acepta que recibió una economía sin desajustes fiscales y con finanzas sanas, sí, pero el verdadero reto de México es crecer a un ritmo más elevado y para eso las bonitas variables no bastan.
Raúl Feliz, académico del CIDE, va al meollo del asunto: “Normalmente decimos que recibe una economía muy sana, sí, en términos macroeconómicos y financieros, pero lo que no se recibe es una buena economía en términos de motor de crecimiento”. Eso significa que la cuestión tomará tiempo y baste recordar que con Fox el país se desencantó en un año. De una entrevista con Peña Nieto se desprende que los grandes retos son acotar los monopolios, los ajustes en el combate contra la inseguridad, la lucha contra la corrupción y replantear el funcionamiento de Pemex. Pero también está el tema de la democracia, tanto por el lado electoral y de las libertades, como por el de la redistribución de las oportunidades en el país.
Todos esos desafíos tendrán que pasar necesariamente por el PRI, al que le hace falta un ajuste mayor, comenzando por su propia democratización. Los retos están a la vuelta de la esquina: en dos años y medio hay elecciones federales y en ese tiempo no puede seguir creciendo el número de pobres.