Sí se puede
¬ Juan Manuel Magaña lunes 3, Dic 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Enrique Peña Nieto arribó al poder cargado de anuncios para enfrentar los problemas del país.
El paquete es tan grande que ni la tersura de la entrega-recepción pudo ocultarlo: Calderón heredó un sexenio de hambre, destrucción y muerte, que será muy difícil revertir. Su discurso fue, en términos generales, bien acogido por la crítica. Con el consabido ojalá que se cumpla.
Peña tiene una enorme ventaja de inicio: que gran parte de la opresión que tenía el país se ha aliviado en cuanto Calderón dejó el poder. Los mismoS priÍstas llegaron a definir eso en campaña como el fin de la pesadilla.
Ya en sí se va a sentir alivio con el hecho de que una personalidad torva e insana, aferrada al horror y a la muerte de la población, haya dejado de estar a cargo de la situación.
Quizá la gente no distingue el punto fino y atribuya a Peña esta mejoría automática, cosa que el priísta de seguro sabe y podrá aprovechar.
También se dice que casi cualquier cosa que se proponga a hacer el nuevo gobernante tendrá efectos benéficos casi de inmediato, debido a la facilidad con que se puede superar la falta de imaginación, voluntad y compromiso de su antecesor con las soluciones que la gente, los mexicanos, requerían para superar múltiples problemas.
Por eso me quedo con el discurso que pronunció en Palacio Nacional, luego de haber tomado posesión en San Lázaro.
Son palabras que tuvieron su efecto, pues fueron pensadas para ello. Para impresionar. Ofrecen la paz, confortar a la víctimas de la estúpida violencia, acabar con el hambre, más tele y funcionarios menos voraces. Quién puede rehusar todo eso.
Conviene recordar esos compromisos no para el registro oficioso, sino para que queden ahí como una especie de pagaré firmado que uno espera que se cumpla:
1 Creación del Programa Nacional de Prevención del Delito.
2 Publicación de la ley de Víctimas.
3 Iniciativa para homologar los códigos penales.
4 Cruzada nacional contra el hambre.
5 Seguro de vida para jefas de familia y para niños huérfanos
6 Pensión a adultos mayores de 65 años.
7 Iniciativa para crear el sistema nacional de evaluación educativa.
8 Acelerar la creación de infraestructura e incorporar la zona sur de México a la economía global.
9 Arrancar la construcción de 3 rutas de tren, ampliar el Metro de Monterrey y el tren eléctrico en Guadalajara.
10 Reconocer el derecho de acceso a la banda ancha y licitar dos cadenas de TV.
11 Ordenar deuda de gobiernos locales.
12 Paquete económico 2013 con déficit cero.
13 Decretar plan de austeridad.
Al formularse todos esos puntos como promesas, uno entiende que, como dicen los políticos contagiosamente, “sí se puede” entrarle a los problemas del país.
Lo más extraño de todo es que si parece tan fácil, uno no deja de preguntarse por qué no se ha podido. Por qué la atención a las víctimas de la economía, de la inseguridad, de la política, han sido colocadas hasta el último, cuando su desesperación amenaza ya todo.
Cuando todo se cumpla, o no, sabremos por qué.