Más de 100 mil jóvenes viven a su máxima intensidad el Vive Latino
Espectáculos martes 27, Abr 2010Este año no fue la excepción y como en ediciones anteriores, las consignas sociales y políticas subieron al escenario. Desde Calle 13 hasta Julieta Venegas levantaron la voz para protestar contra la llamada ley Arizona
Fernando Garcilita Herrera
El Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino estableció un referente a nivel internacional, al conjuntar en tres días a 108 mil jóvenes de distintos estratos sociales para consumar una finalidad: escuchar los diferentes géneros de rock con la euforia suficiente de la naturaleza juvenil.
Atrás quedaron los tiempos de satanizar este tipo de festivales masivos (remember Avándaro), porque siempre fueron aprovechados, por quienes vendían drogas, o los oportunistas de cualquier acto masivo para prender el vandalismo y hasta para lucrar políticamente.
La organización de quienes lograron el confinamiento de un impresionante conglomerado de jóvenes en el Foro Sol (del 23 al 25 de abril), a lo largo de cuatro escenarios independientes, demostró que este tipo de eventos son factibles, sustentables y costeables, en razón de que en ningún momento se rompieron los estándares de seguridad.
Y hubo de todo, siempre dentro de la civilidad: una carga de nostalgia, pues parte de las 80 agrupaciones que se presentaron en los tres días, tienen ya más de 20 años de trayectoria y públicos envejecidos; además reencuentros musicales, demasiados “palomazos” y temas políticos, pues en los distintos foros se pidió desde apoyo a los paisanos de Arizona, hasta una “cooperacha” para el guitarrista de Santa Sabina.
Desde luego que lo más sobresaliente fue la organización con la que se presentaron los grupos y el equilibrio que los organizadores le dieron a la continuidad, ya que el viernes, primer día de festival la audiencia con boleto pagado fue de tres mil personas; para el segundo día fueron 45 mil los jóvenes que concurrieron a los tres escenarios: el azul, el rojo, el verde y la “Carpa Intolerante” que no lo fue tanto, pero que tampoco fue lo más destacado del festival, pues la gente fue buscando a los grupos que prendieran la euforia y hubo hasta quienes buscaban la buena música, la instrumental, que también tiene sus fans.
Por supuesto que el cierre fue marcadamente espectacular, con Los Amigos Invisibles, Panteón Rococó y Calle 13, que dejaron testimonio de su arrastre.
Pero el Vive Latino también presentó novedades en cuanto a música, como el “synyhpop” del grupo australiano Empire of the Sun; estilos nuevos como el de Todos tus muertos, una agrupación que vino de Tijuana, así como Crista Galli y Latin Bitman.
El calor que pegó durante los tres días de festival resultó buen pretexto para que Kenny y los Eléctricos derramara una cubeta de agua sobre su cuerpo para poderse quitar después una de sus blusas y arremeter contra la Banda Timbiriche por “fresas”. Ella lleva más de 25 años de trayectoria y demostró que todavía tiene público roquero que la sigue.
El grueso de los visitantes al Foro Sol lo hizo para ver a las viejas bandas nacionales y extranjeras, pues aplaudieron a los argentinos Auténticos Decadentes, a San Pascualito Rey y si bien Café Tacvba no fue programado como grupo, tres de sus integrantes actuaron más que las bandas previstas, pues Joselo, Meme y Quique dieron “palomazos” en los cuatro foros, primero con Banderville, después con Francisca Valenzuela, a la que apoyan incondicionalmente y al último con la agrupación de Los tres.
Los amantes de Lola es otra agrupación que demostró que no se encuentra en la obsolescencia y que a pesar de que sus buenos tiempos fueron en los noventas, ahora jala jóvenes con nuevos temas, capaces de encender los ánimos. Lo mismo ocurre con Pathe de Fúa.
La actuación de Panteón Rococó hizo un alto para denunciar la ola de violencia que afecta las giras de los grupos roqueros; su vocalista, Dr. Shenka, dijo que se han cancelado muchas presentaciones porque los empresarios tienen miedo de presentar a grupos, porque no se hacen responsables de la integridad de los jóvenes.
Otra más: Víctimas del Dr. Cerebro, festejó en este festival sus 20 años de carrera. Ellos precedieron a Cecilia Toussaint y a Julieta Venegas, quien lució su avanzado embarazo y al público que la sigue, a quienes les pidió no apoyar la Ley Antiinmigrantes que quiere aplicar el estado de Arizona, en la Unión Americana.
Les dijo en público que esta iniciativa es retrógrada y racista, pues va en contra de los mexicanos a quienes se pretende tratar como animales por no tener papeles.
Otro que organizó un mitin durante su actuación, fue René de Calle 13, quien mostró en su espalda desnuda un mensaje que decía “Luz verde para invadir Arizona” y solicitó a dos de los asistentes que subieran al escenario a leerlo en voz alta, antes de cantar la melodía “Pa’l norte”.
Con todos estos elementos el Festival Vive Latino quedó consolidado como el más importante en su género en México y América Latina y asegurada su vida por muchos años más, como un escaparate para el buen rock.