Gabinete trágico
Ramón Zurita Sahagún jueves 22, Nov 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Son muchas las razones por las que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa será recordado, aunque la memoria alojará todas las desgracias y desavenencias de su mandato.
La frustrada guerra contra el narco y la delincuencia organizada y los 60 mil muertos producto de la misma, el fracaso de sus promesas de ser el “presidente del empleo”, convertirse en quien gestó el regreso del PRI a Los Pinos, son algunos episodios de los seis años de gobierno.
Sin embargo, hay un hecho más que llama poderosamente la atención y que parece concluir -eso esperamos- con el súbito derrame cerebral del secretario de Economía, Bruno Ferrari García de Alba.
Resulta sorprendente lo trágico del gabinete armado por Felipe Calderón Hinojosa, con la muerte de varios de sus integrantes y los percances de otros más.
En el caso del secretario de Economía, éste se recupera del derrame cerebral y se espera que todo concluya exitosamente, con un paulatino avance, ya que recibió atención médica en tiempo y forma e intervenido quirúrgicamente por manos expertas.
El infortunio de Bruno Ferrari hizo recordar otros episodios ocurridos durante el mandato de Calderón Hinojosa y que merecen formar un glosario de una administración casi concluida.
Cuando Calderón Hinojosa asumió una Presidencia de la República obtenida con un pequeño margen de diferencia de votos, se sabía que tendría un inicio sumamente complicado por la forma en que rindió protesta y las impugnaciones que continuaban presentándose.
Fue entonces que optó por dar un golpe espectacular, pensando que de esa forma lograría la legitimación que requería para gobernar con tranquilidad. Las fuerzas armadas fueron incorporadas a la guerra contra el narco y se usó el simbolismo de que Michoacán (estado natal del Presidente) fuese el primero de los estados intervenidos de esa forma.
Lo demás, ya es historia. En la actualidad, diversas fuentes estadunidenses recomiendan a los ciudadanos de ese país no visitar 17 estados de la República mexicana, donde existen problemas de inseguridad.
Después que en diciembre de 2006 Calderón Hinojosa designara un gabinete a modo y que decidiera dar el golpe mediático del uso de las fuerzas armadas en tareas de protección y seguridad, fue la remoción de Francisco Ramírez Acuña la que abrió el espacio anhelado para situar en esa posición al que se vislumbraba como su “delfín” en la sucesión presidencial.
El todavía hoy embajador de México en España debe suspirar con alivio que en enero de 2008 dejó esa posición, ya que dos de los tres siguientes personajes que ocuparon ese sillón, en la misma administración, murieron trágicamente.
Juan Camilo Mouriño Terrazo fue el reemplazo de Ramírez Acuña, quien en noviembre de ese mismo año falleció en una espantoso percance aéreo que le costó la vida al entonces secretario de Gobernación, a sus acompañantes y otras personas que circulaban por la zona en que cayó el avión.
Fernando Gómez Mont Urueta ocupó el cargo que quedó acéfalo por varias semanas y su paso fue sumamente polémico, ya que durante su gestión se distanció de los mandos del partido en que militó por varios años y hasta presentó su renuncia al mismo.
José Francisco Blake Mora fue llamado al gabinete, solamente para que pereciera en otro incidente aéreo, en que también murieron otros servidores públicos pertenecientes a esa dependencia.
Es cierto que en otras administraciones, funcionarios y servidores públicos de esos gobiernos murieron en percances similares, aunque nunca se había presentado la similitud de que dos secretarios de la misma dependencia murieran en hechos distintos, pero presentados en la misma administración sexenal.
Gabriel Ramos Millán (llamado el apóstol del maíz), senador de la República y director de la Comisión Nacional del Maíz en el sexenio de Miguel Alemán Valdés, falleció en un trágico accidente de un avión comercial en 1949.
Carlos Lazo Barreiro, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas de la administración de Adolfo Ruiz Cortines, corrió igual suerte en 1955.
Ramón Martín Huerta, secretario de Seguridad Pública del gobierno de Vicente Fox, murió en un accidente de helicóptero.
Hay otros personajes que murieron en el ejercicio de sus funciones, como lo fueron Héctor Pérez Martínez, primer secretario de Gobernación del gobierno de Miguel Alemán y su muerte permitió el acceso de Adolfo Ruiz Cortines a esa posición, su candidatura presidencial y la Presidencia de la República, después.
Jesús Reyes Heroles murió siendo secretario de Educación Pública del gobierno de Miguel de la Madrid.
En el caso de Alonso Lujambio Irazábal no falleció siendo miembro del gabinete, pero su salida de la Secretaría de Educación Pública se debió al cáncer avanzado que tenía.
Tres miembros del gabinete de Felipe Calderón muertos durante su administración son una razón suficiente para recordar a su gabinete como trágico.
CAMBIOS EN VERACRUZ
Cuatro nombramientos realizó el gobernador de Veracruz, en los que se encuentran involucrados personajes controversiales.
Una polémica ex diputada federal del Partido Verde, Adriana Sarur Torre, fue designada como representante del gobierno de Veracruz en el Distrito Federal, en sustitución de Fabrizio Aguilar Sánchez, quien pasó a ocupar la coordinación de asesores del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Salvador Sánchez Estrada, sucesor de Javier Duarte en la Secretaría de Finanzas, cuñado de Manlio Fabio Beltrones y quien fue relevado por sus frecuentes problemas, en su momento, de la representación del gobierno en el DF, fue incorporado como jefe de la Oficina de Programas de Gobierno.
Bernardo Silva Martínez releva a Bernardo Rojas en la Subsecretaría de Comunicaciones.