La contienda por los jóvenes
Roberto Vizcaíno lunes 19, Nov 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El primero que habló de dejar atrás el pasado priísta fue Enrique Peña Nieto en mayo pasado
- El mensaje de Pedro Joaquín Coldwell no se puede entender sin el surgimiento del 132
- Los legisladores lopezobradoristas -34 diputados federales y 6 senadores- andan en plan de guerra
No son pocos los políticos y analistas que ven a Pedro Joaquín Coldwell como uno de los grandes presidentes del PRI.
Nacido en el paraíso que era Cozumel en 1950, hoy con 62 años de edad, Pedro Joaquín es uno de los priístas con mayor experiencia política:
-Egresado de la Ibero como abogado, ha sido prácticamente todo lo deseable en un partido: diputado local a los 25 en su natal Quintana Roo; secretario general de Gobierno en el primer sexenio por elección en su estado; diputado federal; gobernador a los 35 años; director de Fonatur y secretario de Turismo; secretario general del CEN del PRI; Comisionado para la Paz en Chiapas; embajador de México en Cuba, Senador de la República y hoy Presidente del CEN del tricolor, justo en la etapa de la recuperación de la Presidencia de la República, luego de quedar fuera de ella durante 12 años.
Certero en sus señalamientos públicos, Pedro Joaquín levantó escozor y críticas durante el fin de la semana pasada, sobre todo de dirigentes del PRD, al indicar que “los priístas entendemos (hoy) que es tiempo de ruptura con el pasado y de apertura hacia el porvenir”.
Hablaba el quintanarroense ante un universo de jóvenes. Era el cambio de dirigencias del Frente Juvenil Revolucionario, acto realizado en el Auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional del PRI, al que acudieron cientos muchachos y muchachas de todo el país.
Entraban Christopher James Barousse y Sofía Bautista Zambrano y salía Canek Vázquez.
Ahí Coldwell aprovechó para lanzar un guiño a todos los jóvenes del país, a quienes dijo que hoy México es sin duda otro país… y el PRI es otro partido, que sin dejar de ser fiel a sus raíces “tiene la mira puesta en el futuro”.
Les indicó que los escépticos, “difunden que los priístas retornaremos al pasado, como si tal cosa fuera posible, sin embargo, nosotros entendemos que es un tiempo de ruptura con el pasado y de apertura hacia el porvenir”.
Y reconoció:
“Hay que vigorizar la vida juvenil en el seno de nuestro partido, hay que invitar a muchos jóvenes, hombres y mujeres, a que se afilien, a que acudan a los locales partidistas para prepararse, para estudiar y discutir, para realizar actividades deportivas y de entretenimiento, para llevar a cabo prácticas democráticas”.
Esto es no sólo necesario, sino una exigencia frente al hecho de que del PRI surge hoy un joven político que el 1 de diciembre asumirá la Presidencia de la República y que por ser joven maneja los mismos códigos vitales de los jóvenes.
“Uno de los activos de nuestro país es que cuenta con un presidente electo joven, no solamente por su edad. Lo es también por la modernidad de su visión, por su energía y su entusiasmo, sus ganas de dirigir los esfuerzos colectivos y su actitud para entender el entorno vital de su generación y de las que le siguen”.
Evidentemente que Pedro Joaquín hablaba de Enrique Peña Nieto.
Por eso y más, agregó, “el PRI debe ser (hoy) la casa de los jóvenes de México”.
En respaldo de lo dicho por su dirigente, el nuevo presidente de los jóvenes priístas, Christopher James Barousse, indicó:
“(En el PRI) No le tenemos miedo a la crítica, por el contrario, queremos el debate de ideas para tener una nación plural y próspera…”
EL FANTASMA DEL 132
Ni que decir que este discurso no tendría la connotación que tiene si no existiera hoy el movimiento #Yosoy132 que surgió precisamente en la Ibero el viernes 11 de mayo luego de que al salir de una accidentada visita del entonces candidato Enrique Peña Nieto, Pedro Joquín no hubiese señalado que algunos de los manifestantes en aquel acto no eran estudiantes de esa universidad, sino porros.
A partir de entonces, con el surgimiento del #Yosoy 132 se abrió la disputa por los jóvenes entre los partidos políticos. Ciertamente en su mayoría el 132 se afilió de facto al lopezobradorismo, pero otros muchos jóvenes no los siguieron.
En una primera reacción, el propio Enrique Peña Nieto lanzó su decálogo por una Presidencia Democrática y días después, el viernes 25 de mayo, ante el Consejo Político del PRI, el entonces candidato presidencial les dijo que en su recorrido por el país se había encontrado una exigencia común: el reclamo por el cambio.
“Los mexicanos están indignados por la pobreza y desigualdad; por el atraso y la marginación en la que viven millones de familias. Los mexicanos se sienten lastimados y agraviados por el clima de inseguridad, violencia y muertes que sufren amplias zonas de nuestro territorio nacional. En toda la geografía nacional, de Baja California a Yucatán, he tenido encuentros con mexicanos que quieren un cambio responsable, con rumbo claro y con liderazgo”.
De ahí que les exigiera a los otros candidatos a cargos de elección que no olvidaran su enorme responsabilidad ante el pueblo de México.
“… no le podemos fallar a los mexicanos.
“A ustedes, compañeras y compañeros, que ejercen un cargo público, les pido también responsabilidad, honestidad, transparencia y resultados. Para ganarnos y refrendar la confianza de la gente, hay que poner ejemplo, hay que empezar en casa.
“El PRI tiene que asumir el papel que le corresponde, no inspirado en la nostalgia del ayer, sino en los retos del presente, para ganar el futuro.
“Hoy los mexicanos sabemos que se requieren nuevos caminos, nuevas soluciones, nuevas formas. En el México que queremos no tendrán cabida ni la corrupción, ni el encubrimiento y mucho menos la impunidad.
“Este es el tiempo de comprometernos, de frente y para siempre, con los principios esenciales de nuestra democracia, en un compromiso firme con las libertades de los mexicanos. Quien no lo asuma así, quien no esté dispuesto a comprometerse con la democracia, la libertad y la transparencia, simplemente no tiene cabida en este proyecto”, enfatizó.
A los del 132 les dijo entonces:
“Qué bueno que los jóvenes universitarios se expresen y se manifiesten en libertad. El suyo es un movimiento respetable y genuino, que fortalece nuestra democracia.
“Es un movimiento que abandera la libertad, que debe ser respetado y escuchado, tanto por los gobiernos, los partidos políticos y por supuesto por quienes somos candidatos. Como ellos mismos lo han exigido, bajo ningún argumento debe tratar de partidizarse este movimiento.
“De manera especial, le pido a mi partido que, además de respetar, escuche e incorpore el deseo de los jóvenes de profundizar nuestra democracia.
“Soy el primer convencido de que es momento de superar viejos paradigmas y plantearnos nuevas formas de hacer las cosas, de asumir las tareas y nuestras responsabilidades para cumplirle a los mexicanos.
“Es la hora de romper con el pasado.
“No hay espacio para dudas. Mi convicción es firme: juntos y unidos vamos a cambiar a México”, indicó Enrique Peña Nieto aquel viernes 26 de mayo.
Hoy lo único que hace Pedro Joaquín Coldwell es ser congruente con lo dicho por su entonces candidato presidencial, y hoy presidente electo.
QUIEREN LA GUERRA
Los bejaranos, padiernas y Batres que suman –a decir de ellos mismos– 34 diputados federales y 6 senadores –en su mayoría si no es que todos pertenecen a la corriente o tribu Izquierda Democrática Nacional que comanda airoso René Bejaraono– , y que son la punta de lanza y representación de Andrés Manuel López Obrador dentro del Congreso, traen ya la cara pintada, plumas en el penacho y lanzas listas para el combate a fin de no dejar ir vivos ni limpios a Enrique Peña Nieto ni a Felipe Calderón el sábado primero de diciembre, durante el acto de toma de posesión en San Lázaro.
Las declaraciones sucesivas de Dolores Padierna, Martí Batres y ahora de Alejandro Sánchez Camacho advierten que durante la sesión de Congreso General del 1 de diciembre casi con seguridad el grupo mostrará cartulinas o pancartas, podría dar la espalda al nuevo Presidente de la República, se podrían salir del salón de plenos o de plano tomar la tribuna.
Sánchez Camacho, reconocido por sus conductas extremas, advirtió que este miércoles intentarán convencer al resto de los perredistas a no desaprovechar la sesión de Congreso del 1 de diciembre, para realizar una gran expresión contra Peña Nieto.
Lo único cierto es que este grupo no conoce las bondades de acudir a veces a la pipa de la paz.