70 mil más
¬ Juan Manuel Magaña jueves 1, Nov 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
“Hablan de los muertos por la guerra antinarco, y nada dicen de los 70 mil migrantes asesinados”.
La afirmación es bastante contundente. Es de quienes integraron la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos en su Tránsito por México, que vinieron al Distrito Federal del mismo modo en que Javier Sicilia fue a Estados Unidos a tratar de formar conciencia de los horrores que ocurren por la absurda guerra de Calderón.
Esas madres, esposas, hermanas, que perdieron a su familia en México tienen toda la razón.
Se refieren a la insensibilidad que se padece y produce por saber de tan abrumadora cantidad de muerte cercana.
Tanta que no deja ver que las pérdidas son mayores aun. Y qué decir de algo así como 160 mil desplazados en México por tanta violencia.
Esas visitantes que aún buscan a sus seres queridos han dicho que la desaparición de miles de indocumentados en su camino hacia Estados Unidos es posible únicamente porque las autoridades mexicanas no hacen nada para proteger a esa población vulnerable.
Ellas no se imaginan nada, simplemente hablan de sus experiencias compartidas que les permiten concluir que incluso esas autoridades colaboran con los grupos de la delincuencia organizada para seguir asesinando, extorsionando y secuestrando a los trabajadores internacionales.
Tal denuncia, que no ha variado su enfoque, cobró fuerza a la mitad de este sexenio luego de los 72 migrantes muertos descubiertos en San Fernando, Tamaulipas.
Y sin embargo no ha pasado nada, ni siquiera disminuido la cifra de la muerte anual de más de diez mil migrantes centroamericanos que quieren ir más al norte pasando por México.
Y esas madres hacen lo que tienen que hacer como muchos en pleno desamparo: el trabajo que corresponde al gobierno. Y lo hacen con sus propios recursos y hasta han encontrado, como en esta movilización, a seis personas reportadas como desaparecidas.
Quienes no tuvieron suerte, “iban en busca del sueño americano y encontraron la pesadilla mexicana” se dijo en algún diario.
Y así es como esta caravana, no sólo vino a buscar a los hijos, esposos, hermanos o padres de centroamericanas, sino también para recordar al gobierno mexicano su responsabilidad en esta tragedia humanitaria.
“No podemos permitir al gobierno mexicano que los olvide sólo por no mencionarlos”, dijeron.
La pregunta es si los mexicanos, no el calderonismo, lo van a permitir. Tal ha sido la cantidad de vidas perdidas y ya lo dijo Sicilia: “el dolor hermana”.
El gobierno mexicano ha permitido tanta masacre, dolor y sufrimiento; el Instituto Nacional de Migración, está, dicen los especialistas, cada vez más podrido y corrupto.
Todo eso es una vergüenza. Alguien entre quienes ya se van tendrá que responder por esto. Y alguien entre quienes llegan tendrá que parar ya tal monstruosidad.