Las mansiones
¬ Augusto Corro jueves 1, Nov 2012Punto por punto
Augusto Corro
En los últimos días aparecieron, en la Internet, las fotografías de las mansiones de dos políticos veracruzanos: la primera mostraba la residencia de la familia Yunes: un inmueble fastuoso, valuado en 35 millones de pesos. La segunda una casa en Estados Unidos, propiedad del gobernador de Veracruz, Javier Duarte.
Según se informó, la mansión de Veracruz, ubicada a orillas de “El Estero”, en el Municipio de Alvarado, es propiedad del ex alcalde de Boca del Río, Miguel Angel Yunez Márquez. Lo que adorna el caserón, rodeado de palmeras, son dos albercas, una palapa, sala de cine, etc.
La residencia del flamante mandatario veracruzano, con un valor superior a un millón de dólares, se localiza en una zona residencial exclusiva en la región de Phoenix, en el Condado de Maricopa. La casa está cerca del campo de golf, obviamente.
Bueno, ya tomamos nota (llenos de envidia, ¿por qué no?) de las costosas propiedades de políticos que se empeñan en incrementar y consolidar su patrimonio familiar. Solo que sería muy interesante saber de dónde salió el dinero para la compra de los inmuebles, ya que ambos se han desempeñado como funcionarios públicos.
En este renglón volvemos a lo mismo, al tema de la rendición de cuentas de quienes cumplen funciones públicas sin informar a nadie del manejo del erario. Actúan como si se tratara de empresas personales. Endeudan a los gobiernos y una vez cumplido su compromiso se marchan a la vida privada a disfrutar sus riquezas.
Quisiera escuchar de algún gobernador, que en los últimos sexenios haya dejado el cargo en medio de aplausos por su honestidad y su desempeño cabal como mandatarios. Estos, después de seis años de gobierno, dejan los puestos acusados de irregularidades en el manejo de las finanzas que se eleva a miles de millones de pesos.
Para no ir tan lejos, basta con citar a los gobernadores de Oaxaca y Puebla, Ulises Ruiz Ortiz y Mario Marín, respectivamente. Ambos acusados de malversación del erario. A ninguno se le exigió cuentas. Los dos esperan tranquilos el momento oportuno para regresar a continuar en la ordeña del presupuesto. Ninguna autoridad osó investigarlos.
Lo mismo ocurrió con Amalia García, en Zacatecas; y Leonel Godoy, en Michoacán. Los dos dejaron vacías las arcas del estado. Tampoco fueron llamados a cuentas. Los michoacanos aún viven los problemas derivados de la escasez de dinero y el gobernador Fausto Vallejo teme exigirle cuentas a su antecesor. Prefiere enfrentar a los rijosos que perturban el orden, herencia del inefable Godoy.
En el presente, ya se prendieron los focos rojos en Chiapas. La deuda pública que heredará el gobierno de Juan Sabines a la nueva administración de Manuel Velasco, llegará a los 40 mil millones de pesos.
Está más que claro que los funcionarios públicos de cualquier nivel, se despachan con la cuchara grande cuando se trata de los recursos del erario.
Como nadie rinde cuentas, todos en santa paz terminan sus gestiones gubernamentales y se dedican a disfrutar sus riquezas acumuladas sin mayor problema.
Las mansiones de los Yunes o de los Duarte no hablan bien de la honestidad de los funcionarios públicos. ¿O sí?
LA POLITICA HERMANA
Los tiempos de la política son muy interesantes. A veces impresiona la conducta humana de los actores dedicados a la grilla. Gente que se odiaba a muerte, ahora aparece en actos públicos con elogios desmedidos a sus adversarios políticos.
Quizá la próxima ausencia del poder provoca en los funcionarios públicos de diferente ideología (¿ideología?) una especie de reflexión y perdón. Todos hermanados en los actos de despedida se desean el mejor de los futuros.
En la inauguración de la Línea (12) Dorada del Metro se dieron cita los representantes de diferentes corrientes políticas. Entre estos, el aún presidente de la Republica, Felipe Calderón Hinojosa, por un lado; y por el otro, Marcelo Ebrard Casaubon, jefe del gobierno capitalino.
En otra época enemigos irreconciliables, antier lucieron como dos personas con diez en educación. Ambos cumplieron con el protocolo exigido para el caso y además se lanzaron flores con fuerte aroma a demagogia.
En ceremonia inaugural, efectuada en la Estación Parque de Los Venados, estuvieron los personajes más disímbolos que se pudiera usted imaginar, entre otros los siguientes: Cuauhtémoc Cárdenas, el ajonjolí de todos los moles; el jefe de la policía capitalina, Manuel Mondragón y Kalb, quien, milagrosamente, alcanzó a colarse. También asistió el próximo jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera.
Se trató pues, de un acto público, en el que funcionarios de origen panista y perredista fumaron definitivamente la pipa de la paz. Atrás quedaron los calificativos de espurio a Calderón. Esta vez, Ebrard le agradeció al michoacano su apoyo para la terminación de la Línea Dorada del Metro.
Ebrard superó el qué dirán de las lenguas viperinas y ya no se ruborizó al estrechar la mano de Calderón. Cosas de la política.