La irrupción de Moreira
Ramón Zurita Sahagún lunes 29, Oct 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El dolor de Humberto Moreira por la pérdida de su hijo es tan grande que decidió buscar a los medios de comunicación para manifestarlo.
Con esta decisión, el ex gobernador de Coahuila y ex presidente nacional del PRI, salió a la palestra para contar muchas cosas que durante algún tiempo se abstuvo de decir.
Estas revelaciones van desde la protección que reciben los grupos delincuenciales por parte de empresarios, especialmente los dedicados a la explotación de minas carboníferas, pasando por la convivencia de la ciudadanía con esos mismos delincuentes.
Pero además, el ex gobernante narró que el asesinato de su hijo fue una venganza del hampa, ya que la muerte de un sobrino del ahora mítico “Lazca” fue el detonante de la situación.
Moreira aprovechó también para hablar de su popularidad en el estado —por encima de la del Presidente de la República y del actual gobernador-, y de una gestión venturosa de cinco años, la que la población coahuilense recuerda con agrado.
Humberto Moreira se había mantenido en silencio desde que salió del PRI y no lo hizo por voluntad propia, ya que el conocimiento del endeudamiento de las finanzas estatales y de que varios personajes de su administración se habían beneficiado con el erario público, resultaba una carga demasiado pesada para una competida campaña electoral como era la presidencial.
Convencido de ello, el ex presidente del PRI se mantuvo con bajo perfil, refugiado en su entidad natal, esperando mejores tiempos que podrían darse con el regreso del PRI al gobierno federal.
La primera consigna se cumplió, ya que los priístas, con algunos trabajos y preocupaciones al final de la contienda, consiguieron ganar en las urnas con una buena ventaja.
Moreira estaba listo para emerger nuevamente, en tiempos prudentes y aunque se sabía de un distanciamiento con su hermano, el actual gobernador de Coahuila, no se creía que fuese tan grande.
Humberto y Rubén fueron dos hermanos sumamente unidos, que construyeron una sólida unión política que permitió al menor de ellos alcanzar en forma primera el gobierno estatal y despejar el camino para que el segundo recorriera la misma ruta y llegase inmediatamente al mismo sitio.
La dupla fue reconocida por la forma en que operaban: Humberto es el de las simpatías y Rubén el cerebro.
Siempre se supo que el operador era el hoy gobernador de Coahuila, por lo que fue ubicado por su hermano menor en sitios preponderantes como fueron la dirigencia estatal del PRI y una diputación federal, sembrándolo para la sucesión, lo que sucedió en tiempo y forma.
Para no estorbar, en lo que fue un caso inédito en la política electoral mexicana, Humberto buscó y negoció el PRI, designaron a un interino y de esa forma no se realizó la entrega de un gobernante a otro entre hermanos.
Hasta ahí, la política les sonreía a los dos hermanos. Uno ya gobernador electo y el otro presidente nacional del mismo partido en que militan los dos.
Sin embargo, se comenzaron a filtrar cifras sobre el terrible endeudamiento en que dejó al estado la administración de Humberto Moreira y luego se supo que varios de sus operadores cercanos habían acumulado cuantiosas fortunas y el castillo de naipes se desmoronó.
Humberto fue impugnado y las críticas arreciaron cuando no existieron explicaciones sobre el destino de esos recursos y las que se daban eran sumamente vagas.
La popularidad del ex gobernador disminuyó sensiblemente y al poco tiempo se fue del PRI, ya que se consideraba que esos hechos le restaban méritos para conducir una campaña presidencial exitosa.
El silencio de Moreira fue prolongado, su refugio en Coahuila solamente fue roto con un par de fiestas familiares, una de ellas, el bautizo de uno de sus hijos sirvió para convocar a varios gobernadores y mostrar que las relaciones políticas del ex dirigente nacional del PRI no eran tan amplias como en el pasado reciente.
Sin embargo, fue el asesinato de su hijo mayor el que detonó todo y lo hizo romper su silencio, aunque se limitó a lo referente a este suceso y a la situación de seguridad y violencia.
Eso sí, lanzó fuertes críticas en contra de las autoridades y sus pocos resultados obtenidos y dejó en claro su distanciamiento familiar con su hermano mayor y hoy gobernador del estado que antes gobernó él mismo.
Claro que lo referente al caos de las finanzas públicas de su administración y el excesivo gasto quedó para mejor ocasión.
Humberto Moreira dijo que será el mes que se avecina cuando salga a informar sobre el endeudamiento del estado y el lugar en que fueron usados esos dineros públicos, aunque ya adelantó que las obras están ahí y la ciudadanía disfruta de ellas.
LOS DIPUTADOS DE BELTRONES
Los diputados priístas que coordina Manlio Fabio Beltrones revisarán con responsabilidad y sumo cuidado la minuta enviada por los senadores relativa a la reforma laboral, para evitar que se pierdan los logros alcanzados, mantener el objetivo de fomentar la creación de empleos formales y resguardar los derechos de los trabajadores.
Beltrones anunció que con paso firme y velocidad adecuada, la reforma laboral tendrá ahora un trámite ordinario hasta lograr que sirva a México.
Habrá reforma laboral, dijo, y adelantó que por encima de filias o fobias, seguramente nos acercará a convenir lo mejor para México y no para los partidos políticos.
El diputado priísta precisó que los legisladores de su partido han sido consistentes en su propósito de modernizar el régimen laboral, al armonizar las garantías jurídicas de los empresarios con la democracia, la autonomía, la transparencia y la estabilidad laboral.