Felices retozan la Gordillo y Deschamps
¬ Juan Manuel Magaña lunes 22, Oct 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
La broma del caricaturista Helguera fue exacta: Dibujó a un Fidel Velázquez -que no fue eterno, pero sí inmortal-, con la afirmación de que los líderes sindicales fueron contratados por siglo y no por hora.
Esa es, en gran parte, la esencia de la reforma laboral que el Senado está por aprobar, luego de que ya lo hiciera por su parte la Cámara de Diputados. Una es la suerte a que serán condenados los trabajadores y otra, muy distinta, es a la que sus dirigentes no están dispuestos a exponerse por más que su país esté urgido de cambios.
Y por eso es cosa de ver cómo retozan, en la víspera del acabado final de esa reforma, Elba Esther y Romero Deschamps, dos caciques sindicales que son dignos sucesores del viejo y legendario don Fidel.
Elba Esther, por ejemplo, lleva 23 años con el control del magisterio y acaba de ser ungida presidenta del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública.
Esto le permitirá en el sexenio de Enrique Peña Nieto, seguir a cargo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación hasta el año 2018.
Su nuevo advenimiento —rendición de protesta-, ocurrió lógicamente entre la euforia y los gritos de sus incondicionales, que entonaron corridos, lanzaron vivas, hicieron olas y cantaron “Caminos de Guanajuato”, “Qué bonito es Chihuahua” y “Qué chula es Puebla”.
Lo curioso es que ese mismo día hubo otra advenida: la de Carlos Romero Deschamps, que se reeligió al frente del sindicato petrolero.
Las crónicas nos dicen lo que será otro sexenio con la maestra y con Deschamps: masas sindicales pasivas, pero hartas de discursos llenos de embustes.
“No nos creó el Estado. Nos innovamos sin el apoyo de ninguna autoridad, sin la influencia de ningún nivel de gobierno público o electoral”, declaró Elba Esther Gordillo en abierta manipulación.
Aquello de que, según la Gordillo, los trabajadores exigen una lucha inteligente, estratégica y valiente para defender a los sindicatos, se redujo con su afianzamiento en el poder sindical a esto:
A rodearse de su hija Mónica Arriola; del padre de ésta, Francisco Arriola; de su nieto René Fujiwara Apodaca y de Carlos Ariel Moreira Valdés, hermano del gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, y del ex presidente del PRI, Humberto Moreira, para hacer valer su dicho de que el SNTE es fuerte, poderoso, democrático y el más importante de México y América Latina.
Y en eso del discurso, Deschamps es más discreto que la profesora. Fue reelecto en una convención a puerta cerrada y con supuestos trabajadores de Pemex, provenientes de diversos estados, que esperaban en la calle a que saliera humo blanco y que, al recibir la buena nueva, estallaron de júbilo con porras y matracas.
Otros seis años. Qué reforma laboral ni qué ocho cuartos.