Destinos paralelos
¬ Augusto Corro lunes 22, Oct 2012Punto por punto
Augusto Corro
Todo un misterio los cuerpos desaparecidos de los capos de la droga. El 7 de octubre, Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, líder del sanguinario cártel de “Los Zetas”, fue abatido por elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México.
Sin lugar a dudas, esa acción les daba brillo a los representantes de la ley.
Sin embargo, robaron el cadáver de “El Lazca” y se inició una serie de contradicciones que pusieron en tela de duda la muerte del capo. También, el líder y fundador de “La Familia Michoacana”, Nazario Moreno, fue ultimado por la policía federal y su cuerpo sin vida fue rescatado por los sicarios.
Esto ocurrió en diciembre de 2010.
Aunque existen videos de la muerte del delincuente, quien se hacía llamar “El Más Loco”, no se volvió a saber más de sus restos mortales.
Van más de 15 días y las autoridades federales siguen empeñadas en confirmar que, efectivamente, fue “El Lazca”, quien murió en un enfrentamiento con los marinos.
Las pruebas fotográficas, huellas digitales y tamaño del cuerpo no convencieron a la población de que el capo de “Los Zetas” abatido era “El Lazca”.
Ahora, los representantes de la ley buscan los restos mortales de los padres del capo para que, por medio del ADN, se logre reconfirmar la identidad del capo desaparecido.
Si las propias autoridades federales no están convencidas de la muerte de “El Lazca”, menos lo van a estar quienes fueron confundidos con la información oficial que, a decir verdad, fue inconsistente y confusa.
Nazario y “El Lazca” son dos cadáveres con destinos extraños muy parecidos. Al paso del tiempo, las dudas crecerán.
OJALÁ Y ASí FUERA
Un funcionario estadunidense declaró que se inició el fin de los cárteles de la droga en México.
Así lo dejó entrever, William Brownfield, subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos de Estados Unidos.
En una entrevista con el diario colombiano “El Tiempo”, el estadounidense declaró que “se está viendo el comienzo del fin con la decapitación de los cárteles y la reducción de su capacidad de operación”.
Seguramente, el funcionario citado tiene información que la mayoría de los ciudadanos desconocemos. Para el común de la población, al problema del narcotráfico no se le ve fin.
Por ejemplo, en Estados Unidos cada vez es mayor el número de personas adictas a las drogas.
Hablamos, pues, de un mercado activo al que llega todo tipo de estupefacientes, en cantidades mayúsculas.
Definitivamente, lo que ven los funcionarios y los políticos es muy diferente de lo que se palpa en la realidad.
Los discursos y apreciaciones falsas sobre la delincuencia organizada no ayudarán a erradicar los elevados índices de drogadicción y muerte.
DE MAL EN PEOR
La población que se ocupa en el sector informal de la economía aumentó en septiembre, según información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Tres de cada diez personas obtuvieron su ingreso en actividades informales, sin acceso a un salario fijo ni a prestaciones de seguridad social, como atención médica o integración de un fondo de pensiones.
Con base a los datos del INEGI, “en septiembre de este año, la población ocupada en el país llegó a 48.4 millones de personas, de las cuales 29.35 por ciento, esto es, 14.2 millones de personas, se desempeñaron en las llamadas actividades informales”.
En términos reales, el problema del desempleo sigue vigente y no se ve cómo frenarlo.
El gobierno de Calderón no se tomó con responsabilidad y seriedad la creación de fuentes de empleo como lo prometió en su campaña política.
Ocurrió lo contrario. Cada vez son más millones de mexicanos que improvisan sus actividades para conseguir ingresos económicos que les permitan sobrevivir.
Por eso, ahora se han multiplicado las taquerías, los puestos de mercancía “pirata”, los acomodadores de coches, los limpiaparabrisas, los limosneros, etc. Calderón se encuentra a unos cuantos días de dejar el poder en un país agobiado por la carencia de empleos.
El que iba a ser considerado como “el presidente del empleo”, acabó su sexenio como “el presidente del desempleo”.
No es broma. En Chihuahua, en una de sus giras de despedida, Calderón dijo que en estos seis años al frente del gobierno federal se ha dedicado a “aliviar el dolor evitable de los mexicanos como el hambre, la enfermedad y la ignorancia”. ¿Usted qué opina amable lector?