Tardía, la ley antilavado de dinero
¬ Augusto Corro jueves 18, Oct 2012Punto por punto
Augusto Corro
Por fin, Calderón promulgó una ley para combatir el “lavado” de dinero. Nos referimos a la Ley de Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita.
Así pues, con esta nueva herramienta legal “se podrá combatir el flujo de dinero con recursos provenientes de delitos que agravan a la sociedad”.
Señalamos que se trata de una legislación tardía, porque es precisamente en la fortaleza económica, donde los cárteles de la droga tienen su principal poder.
Las redituables ganancias sucias una vez “lavadas” les sirven para comprar conciencias y armas. Durante el presente sexenio no se supo que las autoridades tocaran las fortunas de los delincuentes. Quizás una de las sugerencias más importantes que le hicieron a Calderón al inicio de su guerra anticrimen, fue la de atacar el “lavado” de dinero sucio.
El michoacano no escuchó las voces que demandaban el cambio de estrategia. Ahora, por ejemplo, Joaquín “El Chapo” Guzmán es uno de los hombres más ricos del mundo, según la revista “Forbes”.
Al grito de que más vale tarde que nunca, el mandatario afirmó que con la nueva ley se podrá pegar “justo en el corazón” de esta industria del crimen. La pregunta es: ¿Por qué hasta ahora?`
GRACIAS, YA LO SABÍAMOS
La policía, los partidos políticos y los agentes del Ministerio Público (MP) son los sectores que la población mexicana considera más corruptos. Lo anterior se desprende de un informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La sociedad mexicana comprueba en la vida real lo que el INEGI revela en el papel de acuerdo con sus investigaciones.
¿Y que ganamos con saber que estamos rodeados de corruptos?
Parece que nada, pues poco se hace para erradicar la corrupción que nos agobia en los diferentes renglones de la vida pública.
El organismo citado señaló que “a nivel nacional, 91.8% considera que la corrupción es una práctica “muy frecuente” y “frecuente” en la policía, seguida por los partidos políticos con 88.6% y los agentes del MP con 81.8%.
Claro que preocupa la podredumbre de los cuerpos policiacos, pero también nos lleva a reflexionar profundamente lo que ocurre con los agentes del MP.
A veces se tiene la idea de que la corrupción nunca terminará en esos sitios donde el ciudadano agraviado acude en busca de justicia. Cuando no es la actitud despótica de los funcionarios la que aparece, es la irrefrenable ambición por el dinero.
Como en todo, existen sus honrosas excepciones; pero en la mayoría de las oficinas del MP, la justicia es objeto de compra-venta.
Son múltiples los casos en los que los ciudadanos, víctimas de atropellos, son tratados como delincuentes. La magia del dinero los cambia de agredidos en agresores: de inocentes en culpables.
Sobre la corrupción de las policías, es un tema tan trillado que está por demás tratarlo. Hubo el intento de sanar los cuerpos policiacos del país, pero fue imposible, pues la delincuencia organizada alcanzó a corromperlos. Total: ¿ganamos algo al reconfirmar lo que ya sabíamos?
GENEROSA FUENTE DE EMPLEO
La Cámara de Diputados podría convertirse en importante fuente generadora de empleo.
Para quedar bien con todos los legisladores de San Lázaro, qué mejor que todas tengan su comisión que les redituará mejores ingresos económicos y así nivelar el presupuesto de gastos familiares.
En la mencionada cámara, hay comisiones suficientes para conformes e inconformes, pero no falta quien fomente el desorden.
Por lo pronto, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados recibió solicitudes para crear 87 comisiones especiales, al margen de las 56 ordinarias que actualmente existen.
¿De dónde se sacaría el dinero para los gastos extras y los presupuestos de dichas comisiones?
Porque ni modo que los gastos corran a cargo de los diputados; aunque no sería mala idea que eso ocurriera.
No tendría chiste el negocio para los legisladores. Estos quieren más comisiones, porque ahí está el negocio. ¿Tendrán los diputados una noción, aunque sea vaga de algún principio de austeridad? ¿No tienen conciencia de la necesidad de cuidar el erario? Seguro que no.