El árbol va a caer
¬ Juan Manuel Magaña martes 16, Oct 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
El bocazas de Vicente Fox criticó la estrategia de seguridad del gobierno federal, con la que “sólo busca presumir” sin dar resultados.
Pero en esta tiene razón. Nomás hay que ver a Calderón parándose el cuello con que, durante el sexenio, el Estado ha neutralizado a 25 de los 37 criminales más buscados. ¿Y eso qué?, podría replicarle su antecesor si, por el contrario, el resultado de su guerra es que los cárteles de la droga se hayan fortalecido y armado como nunca.
De qué ha servido segar una cabeza, si de inmediato han surgido muchas en cada cártel dispuestas a empuñar el mando y continuar un negocio que goza de las bases económicas más saludables en el entorno mexicano y un promisorio mercado de consumidores allende nuestras fronteras.
Por eso, con asuntos como el de “El Lazca”, Fox tenía la mesa más que servida y se atascó: “Yo no sé -dijo- cómo pretenden que nos traguemos una rueda de molino con este asunto de “El Lazca”, tan mal manejado que realmente deja en evidencia que lo único que se busca es presumir ante la opinión pública cosas a la carrera, sin el debido sustento.
Y ya plenamente instalado en su papel de opositor, Fox desaprobó una guerra contra la delincuencia -que para él ya lleva 80 mil muertos en cinco años- sin el respeto a los derechos humanos, en la que además de la sangre derramada se han perdido inversiones extranjeras y la esperanza de nuestros jóvenes.
También acertó. Apenas uno o dos días antes Amnistía Internacional dio a conocer su informe denominado Culpables conocidos, víctimas ignoradas: Tortura y maltrato en México. Ahí señala que la tortura es una práctica generalizada y sistemática de las fuerzas de seguridad mexicanas, que durante el sexenio alcanzó niveles escandalosos, en buena medida a causa de la guerra contra el crimen organizado.
En el documento, se subraya que las denuncias de tortura y otros malos tratos en el país han aumentado considerablemente en los pasados cinco años, debido a la estrategia de seguridad pública del gobierno federal, que ha optado por hacerse de la vista gorda ante las violaciones generalizadas de los derechos humanos de la población.
Fox, a su vez, destacó que en México se debe acatar el debido proceso legal a toda persona, pero “hace rato que no hay presencia de un Ministerio Público o de un juez en todo el camino de esta guerra, y eso no puede ser, no podemos abolir la justicia en México, no podemos cerrar los ojos a los derechos humanos”.
Fox tiene el problema de que sus actos ya no respaldan sus ideas. El perdió el tiempo en la Presidencia y dejó que en su sexenio creciera como nunca el problema del narco, que a su vez heredó del régimen priísta. Pero lo que su actitud ilustra es cómo ni entre los que parecerían los suyos, Calderón tuvo ni tendrá leales en su fracasada guerra. A ver quién lo defiende ahora que deje el poder. Por lo pronto, Fox ya le sobrevivió y parece que no le debe nada.