¿Dónde va Calderón?
Ramón Zurita Sahagún martes 16, Oct 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El futuro de Felipe Calderón y la ruta que seguirá al término de su gestión como Presidente de la República son todavía inciertos o, cuando menos, desconocidos para la mayoría de los mexicanos. Calderón, como la mayoría de los ex presidentes de México, debe planificar bien su futuro y las actividades a las que dedicará su tiempo, una vez concluida su gestión administrativa. Son muchas las versiones que circulan sobre su nuevo lugar de residencia, una vez que abandone Los Pinos, ya que hay quienes lo sitúan en franca actividad política y otros que lo relegan de la misma, mandándolo como académico a universidades del extranjero o dedicándolo a actividades más pausadas.
De Calderón se sabe de su intención por mantenerse vigente, mediante el control de su partido, aunque el método parece agotado, pero le germina la idea de prepararse para en el 2018 convertir a su esposa Margarita Zavala, en aspirante presidencial de su partido.
Hay versiones que sitúan a la familia Calderón-Zavala en Boston, otros más en España, unos lo ubican como académico en alguna universidad de Estados Unidos y otros lo mandan de paseo por todo el mundo.
La mayoría de los ex presidentes de México deciden continuar radicando en el país que gobernaron, aunque de los tres últimos ex ejecutivos federales, dos de ellos optaron por irse al extranjero, por causas distintas. Carlos Salinas de Gortari buscó primero ser dirigente de organismos internacionales (OMC), pretensión que abandonó cuando surgieron los problemas de su hermano Raúl.
Salinas ya había decidido vivir fuera de territorio mexicano, por lo que ubicó Irlanda como su sitio de nueva residencia, aunque sus frecuentes visitas a México tuvieron siempre efectos de participación política.
Dedica su tiempo a escribir libros justificantes de su paso por la Presidencia de la República, a dictar conferencias en diversos temas y participar como consejero y asesor en empresas nacionales y extranjeras.
Ernesto Zedillo Ponce de León también optó por fijar su sitio de residencia fuera del país -Estados Unidos- y encontró pronto acomodo como investigador, académico y consejero en diferentes empresas, por lo que pronto fue motejado como milusos de lujo.
Zedillo se dedicó a su nueva actividad, se olvidó de la participación política y hasta se resiste a dar entrevistas sobre temas políticos o sobre su paso por la Presidencia de la República.
Vicente Fox Quesada es el más reciente ex presidente, pero el sí decidió quedarse a vivir en México, aunque también es conferencista, tanto a nivel nacional como internacional.
Su estilo locuaz y ocurrente lo hace inmiscuirse frecuentemente en la actividad política, con comentarios y declaraciones de todo tipo y hasta creó un centro de estudios y capacitación política en su lugar de residencia.
Antes de Carlos Salinas, los ex presidentes mexicanos fijaban su sitio de residencia, al término de sus respectivas gestiones dentro del país y se alejaban de las actividades políticas.
Varios de ellos recibieron cargos simbólicos dentro de las administraciones siguientes, aunque bajo la premisa de no intervenir en actividades públicas o políticas.
Los casos más singulares del quebrantamiento de la regla fueron los de Lázaro Cárdenas y Luis Echeverría.
El primero fue llamado a cuentas por Gustavo Díaz Ordaz, cuando las acciones políticas de su Movimiento de Liberación Nacional se hicieron más radicales.
Luis Echeverría pretendió entrometerse en el gobierno de su sucesor y pronto fue enviado al exilio, en una especie de retiro sabático, designado primero como embajador en la UNESCO y más adelante embajador en las Islas Fidji.
El caso de José López Portillo es singular, ya que “JOLOPO”, como fue conocido por las iniciales de su nombre y apellidos, recibió repudio público por la forma en que concluyó su mandato y decidió refugiarse, durante un tiempo, en España, donde su hermana tenía un fabuloso castillo.
Miguel de la Madrid Hurtado es el ex presidente de México que mejor recompensa de trabajo obtuvo al término de su mandato, ya que durante dos administraciones fungió como director del Fondo de Cultura Económica. Y es que mientras el PRI se mantuvo en el poder, los ex ejecutivos federales, como militantes de ese partido, recibían cargos simbólicos, pero con goce de sueldo.
Comisiones como la del Río Balsas, de la que se encargó Lázaro Cárdenas, Consejo Nacional de Turismo, encargada a Miguel Alemán o el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos en México, con dedicatoria para Adolfo López Mateos, son algunos ejemplos de las asignaturas encomendadas a los ex, siempre bajo la consigna de mantenerse en silencio al término de sus gestiones, código que pocas ocasiones era roto. Tuvo que venir un personaje polémico como Vicente Fox, ajeno al priísmo, para romper con dicho código y enseñar que un ex presidente de México sí puede opinar sobre los asuntos políticos y criticar al Ejecutivo en turno, sin importar que mantengan la misma militancia. ¿Cuál será el estilo personal de Felipe Calderón como ex presidente? ¿Optará por el silencioso código priísta, intervendrá como Vicente Fox o preferirá aplicarse un autoexilio como Salinas y Zedillo?
SIGUE LA MATA DANDO
El baño de sangre sigue inundando varias regiones del país. En Veracruz, diez presuntos delincuentes murieron en un enfrentamiento con el Ejército. En Puerto Vallarta, Jalisco, el director de Seguridad Pública sufrió un atentado, con saldo de cinco heridos. En el Estado de México y Morelos fueron arrojados tres cuerpos desmembrados. En San Fernando y Nuevo Laredo, Tamaulipas, enfrentamientos entre delincuentes y soldados dejó un saldo de seis muertos. Pero lo más grave de todo, es que en algunos sitios la población vive en zozobra. En Progreso, Coahuila, sitio en el que fue abatido Heriberto Lazcano, sus habitantes viven intranquilos ante la posibilidad de un ataque armado.