España, Europa, focos rojos
¬ Juan Manuel Magaña jueves 11, Oct 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
La noticia cayó como balde de agua helada: “la agencia de calificación Standard & Poor’s anunció ayer que ha rebajado la nota de España en dos escalones, de BBB+ a BBB-. La medida de S&P supone situarla al borde del bono basura”.
La reacción en cadena no se hizo esperar: en números rojos cerraron ayer las principales bolsas de valores europeas por tercera jornada consecutiva, ante el negativo panorama económico de los países de la región.
Los reportes indicaban que la nueva mala jornada la lideraba la Bolsa de Madrid, con una caída de 1 por ciento, seguida por el mercado portugués con 0.95, mientras que el menos afectado fue el índice SMI de Zurich, con un retroceso de sólo 0.30 por ciento.
Al mal ambiente contribuyeron las desesperadas declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, quien advirtió que el Reino Unido afrontaba “la hora de la verdad” y grandes desafíos para salir de la crisis económica”.
Cameron admitió que hay un camino difícil por delante y que la crisis es más profunda de lo que se pensaba. Incluso, defendió algo que trae a Europa sumergida en un mar de protestas: las medidas de recortes del gasto público y en particular de las prestaciones sociales.
En Madrid ya fue reprimida la protesta y aún así continúa, como si le hubieran soplado al fuego. París, Milán, Roma y Londres viven la inconformidad en las calles.
En el ambiente de Madrid, por ejemplo, flotan conceptos como los de deuda, gasto gubernamental excesivo, recortes (dolorosos, pero) necesarios, reforma laboral, dispendio y rescate bancario.
Y ahí es cuando uno se da cuenta de cuánto España está en retroceso y de que la situación española está llena de similitudes por las que los mexicanos pasan o ya han pasado. Pero en forma concentrada.
Es la hora en que los españoles hacen cuentas y más cuentas. Decenas de organizaciones, redes sociales y grupos ciudadanos mantienen una efervescente protesta por las medida que el gobierno adopta y quiere adoptar ante la enorme crisis en que están inmersos.
A diferencia de las del gobierno, sus alternativas son: la realización de una auditoría de la deuda, la creación de una banca pública, ética y transparente, la implantación de un sistema fiscal progresivo y justo, la persecución del fraude fiscal junto con la prohibición de operar en paraísos fiscales, el cese inmediato de privatizaciones y recortes, la regulación inmediata del mercado inmobiliario y la anulación de la reforma laboral.
¿Se parecen?
Pero van más lejos. Los españoles se preguntan si la Unión Europea es garantía de democracia y derechos sociales. Y es que ubican su situación entre una UE de las grandes corporaciones y la banca, y una deseable Europa social y democrática.
España vive en suma su caída del primer mundo. Y si el primer mundo es susceptible de caer así, es obligado preguntarse en qué clase de mundo vivimos ya los mexicanos.