Calderón, un paria
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 3, Oct 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Rápidamente, Calderón se convierte en un paria.
Y eso que aún no entrega el poder, mismo que no le sirvió de nada más que para acabar con un país y, por lo visto, consigo mismo.
Hace unos días, en Estados Unidos, unos jóvenes le gritaron “¡Asesino!” y de eso ni los guaruras mexicanos ni extranjeros lo pudieron proteger.
Prácticamente horas después el personaje fue repudiado por alumnos de la Universidad de Texas ante su posible contratación, háganme el favor, como profesor en Estados Unidos.
La razón es la que ya lleva él por dentro como un eco interno, como cargo de conciencia: lo responsabilizan de la muerte de más de 80 mil personas, que podrían ser ya 100 o 120 mil, cuestión de información.
Estudiantes, defensores de derechos humanos y otros activistas ven a Calderón como responsable por la muerte de miles de personas a causa de su estrategia que llamó ‘guerra contra las drogas’.
La madre de todas las batallas que supone que iba ganando aunque no lo pareciera.
Todas esas personas que tratan de cerrarle el paso a Calderón, un tipo que asumió el poder en México de manera ilegítima, hicieron una petición escrita a William Powers hijo, rector de la Universidad de Texas en Austin (UT), que ya circula en Internet, con cientos de firmas.
Su texto afirma que la estrategia que Calderón siguió fue un fracaso y, como resultado de ella, hay miles de muertes inocentes que él irrespetuosamente llamó daños colaterales”.
El texto es, como dicen por acá, claro, contundente e inobjetable: “Por las terribles condiciones en que deja el país, ya no desea vivir ahí, y este año se ha reunido con universidades estadunidenses para ser profesor en ellas. Usted no desea que alguien con su historial enseñe a estudiantes universitarios en este país o cualquier otro”.
Lo interesante es que también allá se ha generado una petición internacional de enjuiciamiento de Calderón ante un tribunal internacional por crímenes de lesa humanidad.
Por eso creen que darle una plaza en una universidad sería una manera de abrir las puertas a la inmunidad y frenar la justicia.
Sería decir a la comunidad mexicana local que no le importa a nadie su dolor, que no importa que sus familiares hayan sido asesinados, que no importa que su país ha quedado deshecho.
La idea es, como dicen acá, que una vez que Calderón deje el poder no se la va a acabar. No por venganza, no por cuestiones personales, sino por una razón elemental de justicia.