Otro reto para Peña Nieto
¬ José Antonio López Sosa martes 2, Oct 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hace seis años escribí el siguiente texto en esta columna, desafortunadamente para Felipe Calderón todo se cumplió.
Enrique Peña tiene el reto de revertirlo:
14-ago-2006: “Hace algunos días comentaba con un buen amigo, Manuel Pastor, sobre la coyuntura post electoral que vivimos actualmente en el país.
Hemos comentado mucho en este espacio sobre esta situación donde está en tela de juicio la función de las instituciones encargadas de la elección –comenzando por el IFE—así como otras dependencias federales que no asumieron un papel de estado sin entrometerse en la elección federal.
¿Qué sucederá si no se satisfacen los reclamos de la coalición por el bien de todos y toma posesión el próximo 1 de diciembre Felipe Calderón?, además de considerarse un Presidente “espurio” como le llaman los perredistas, este sería un jefe de estado enclaustrado, ¿por qué?, simple y sencillamente porque las protestas lo seguirían por doquier.
De hecho, Calderón ha participado en muy pocos actos masivos por la misma circunstancia.
¿Se imagina usted un Presidente que no pueda ir de gira ante el constante reclamo de la gente?, ¿se imagina usted un Presidente escondido tras sus guardias del Estado Mayor sin tener contacto con sus gobernados?, ¿se imagina un Presidente “chiquito” que sea considerado como ilegítimo durante los próximos seis años?
Todo eso ocurriría en caso que el Tribunal declare Presidente electo a Felipe Calderón sin atender la totalidad de las impugnaciones y reclamos por parte de la coalición por el bien de todos.
En lo particular, muchos creemos que la cuestión no es que AMLO gane “a fuerzas”, gane quien gane, que existan las condiciones para confiar que la elección en todos sus particulares, refleja la voluntad de la mayoría. No se trata de apoyar a AMLO, simplemente, de tener una elección legítima y no “de estado”.
En caso de tener a un “Presidente enclaustrado” estaríamos ante un escenario completamente opuesto al del Presidente Fox. Sin lugar a duda, la parte que más disfruta nuestro dicharachero Presidente es la de las giras y el contacto con la gente, no ha dejado de actuar como candidato después de 6 años: asistiendo a eventos masivos, caminando por las comunidades, cargando niños, besando abuelitas, en fin, todo aquello que implica ser un eterno candidato; lamentablemente a la hora de la negociación política, de los acuerdos y consensos, a Fox le ha quedado grande la silla y por eso la situación que vivimos después de 6 largos años de un supuesto “Gobierno del Cambio”.”
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