¿Se balcanizan PAN y PRD?
Roberto Vizcaíno martes 2, Oct 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- La endeble unidad quedó rota dentro del PRD con la toma de tribuna del viernes pasado
- Sería interesante saber a cuántos diputados coordina ahora realmente Silvano Aureoles
- En el PAN, el senador Javier Corral se ha convertido en la punta de su balcanización
Las disputas internas en PAN y PRD que se reflejan en el Senado y la Cámara de Diputados mantienen hoy a sus dirigencias y estructuras dirigentes en ambientes enervados.
Los ejes en ambos casos son los mismos: las disputas por el control de cada partido.
En el PRD no pocos habían dado por saldado el esquizofrénico y agobiante intervencionismo de Andrés Manuel López Obrador con el anuncio realizado por este de irse a buscar la fundación de su propio partido.
Pero el pasado fin de semana, durante la discusión y votación de la reforma laboral en el pleno de San Lázaro, como en el breve cuento de Monterroso, cuando los perredistas despertaron se encontraron con que AMLO estaba ahí, tras la cara de Martí Batres, en las actitudes belicosas y abusivas de la diputada Karen Quiroga, quien al amparo de su condición de mujer empujó y obligó por la fuerza al presidente de la Cámara, Jesús Murillo Karam, a soltar el micrófono y a retirarse de su curul para dejar que los otros legisladores lopezobradoristas se apoderaran de la tribuna.
El golpe asestado con esa toma de tribuna no fue para el pleno de los diputados, sino para la endeble unidad perredista en San Lázaro, y en su propio partido.
Los lopezobradoristas simplemente rompieron el acuerdo previo convenido con el coordinador formal de los perredistas, el michoacano Silvano Aureoles con quien habían pactado realizar una protesta, pero no una toma de tribuna.
Con ese acuerdo interno bajo el brazo, Aureoles había pactado a su vez con los coordinadores del PRI y PAN, Manlio Fabio Beltrones y Luis Alberto Villarreal, a fin de ordenar el debate y ganar algunos espacios y quizá algunas modificaciones a algunos de los artículos de la reforma.
Pero los aproximadamente 30 o 40 diputados lopezobradoristas se brincaron el pacto y dejaron en el desamparo a Aureoles.
Sabían que a partir de ese momento lo que Aureoles negocie o prometa ante los otros coordinadores, no tendrá la menor validez… simplemente ya no le creen, no le tienen confianza, porque Aureoles no tiene el apoyo de sus diputados… y estos hacen lo que quieren.
La endeble unidad a la que habían llegado hace algunos meses, cuando las corrientes y personajes lopezobradoristas liderados por Izquierda Democrática Nacional, tribu creada y presidida por René Bejarano y Dolores Padierna convinieron con Nueva Izquierda –mejor conocida como “Los Chuchos”-, dividirse entre ellos la presidencia y la secretaría general del PRD, quedó echa añicos.
Lo que parecía un pacto de paz interno de largo plazo simplemente ya no existe.
Ayer, Aureoles y Miguel Alonso Raya, coordinador y vicecoordinador formales de la bancada integrada por 104 diputados perredistas admitieron que esta realidad es la más agobiante en este momento.
“… hubo confusiones, o lo que haya habido, lo vamos a revisar internamente e intentaremos por todos los medios recomponer la unidad del grupo… es por ahora lo más importante para nosotros”, indicó Miguel Alonso Raya.
A su vez Aureoles dio una nueva versión, en obvia búsqueda de matizar las acciones del grupo opuesto para evitar que su coordinación quede realmente en nada.
“(En el asalto y toma de la tribuna, y la actitud violenta de algunos y algunas)… se mezclaron varios factores… quizá no todo fue planeado o pensado (por quienes la ejecutaron)… muchos han platicando conmigo… no había un acuerdo para tomar la tribuna… en algún momento algunos se vieron arrastrados ahí por la euforia y las circunstancias… no habíamos acordado eso… lo dije ese mismo día.
“No me asusta (la toma)… simplemente no era el acuerdo… si violentamos los acuerdos adentro, se descompone todo afuera… los gobernadores (de extracción perredista) no coinciden con la ruta de las tomas de tribuna…
“Las tomas a la tribuna entorpecen la construcción de acuerdos… los gobernadores hablaron con sus diputados, no para regañarlos, sino para recordarles que estamos trabajando para construir grandes acuerdos.
“Zambrano ha demandado un gran acuerdo nacional… Graco lo reiteró hoy… como la vía para resolver los asuntos pendientes.
“Nuestros enemigos son la pobreza, la marginación, la inseguridad, la inequidad, la injusticia…
“No nos ayudan los conflictos menores que tenemos… y que son normales en una democracia y más en el PRD que somos un partido plural… son normales por nuestra pluralidad, entendible, pero esa no es la ruta…
“No por una euforia momentánea o alguna confusión acabemos violentando acuerdos que se pueden convertir en grandes acuerdos sobre la educación pública, el rescate del campo, para bajar el número de pobres, para enfrentar la inseguridad, etcétera, etcétera”, explica Aureoles en busca de la unidad interna perdida.
Fernando Belauzarán, perteneciente a “Los Chuchos”, es más directo y honesto: “Es un asco convivir con ellos (con los lopezobradoristas) dentro del mismo partido”.
Con las cosas tal cual, con AMLO todavía en las entrañas, el PRD se encamina hacia su balcanización, a su diáspora política, a ser lo que en realidad son: puras tribus.
LOS BLANQUIAZULES
En la otra orilla del salón de plenos en San Lázaro y en la nueva sede del Senado en Reforma e Insurgentes, se remueven los panistas.
Ahí las pugnas y jaloneos no son menores.
Basta leer una de las columnas de Juan Ignacio Zavala en Milenio, el cuñado de Felipe Calderón, para entender cómo andan las cosas dentro de Acción Nacional:
Bajo el encabezado de Traición en el Castillo de la Pureza II, y publicada el 5 de agosto pasado su columna de entonces advierte que… dentro de esa zona de autodesignados como políticos honestísimos y puros,“en una de las mazmorras enfundado en su traje nazi, Javier Corral se mantiene en firmes y mueve su bigotito hitleriano mientras observa al secuestrado, el señor Madero, a quien se tuvo que llevar con todo y escritorio porque se había encadenado a él.
“De pronto, Herr Corral pega con su fuete en el escritorio y ordena: ¡grrrrita viva López Obradorrrr!… Madero se asusta pero contesta: ¿que no ese bato había dicho que tú eras un reaccionario de abolengo? Otro fuetazo de Corral (Madero se espanta) y grita: Tú no entiendes de eso. O te entregas a mí o a Frau Cecilia Romerrro, entiéndelo. Está bien, contesta el secuestrado, ¡viva el bato López Obrador!”.
Juan Ignacio Zavala, en ese mismo espacio en Milenio, afirmaría después que la actitud beligerante del ahora milagroso senador Corral se deriva de que se ha colocado a la cabeza del anticalderonismo a fin de buscar ser el dirigente nacional del PAN.
Sea lo que fuere que intenta lograr, Corral se ha colocado al frente de la guerra panista interna y ahora lo mismo se lanza contra su coordinador parlamentario, Ernesto Cordero que emite y distribuye cartas contra el presidente Calderón en las que lo acusa de cobarde o de represor.
La rebeldía de Corral corre al parejo de los preparativos internos para la gran reflexión el próximo año, de la cual deberá surgir una restructuración de Acción Nacional y el deslinde de las responsabilidades ante la gran derrota sufrida en julio pasado.
Y para que no haya dudas de hasta dónde anda metido, a Corral ahora lo defienden los perredistas del bando lopezobradorista.
Ayer la senadora Dolores Padierna acusó al presidente Felipe Calderón de haber ordenado la exclusión de Corral de la Comisión de Comunicaciones, ahora presidida por el panista Javier Lozano, ex secretario del Trabajo y uno de los más férreos defensores de Calderón.
“Este es un castigo político… están prevaleciendo más los intereses internos… lo preocupante es que se haga eco de los intereses del duopolio y no se vele por el interés del derecho a la información, de los derechos de los ciudadanos que hoy están conculcados por la forma en que han predominado el duopolio en toda la toma de decisiones”, dijo Padierna en ese lenguaje tan propio de los lopezobradoristas quienes se autoproclaman dueños absolutos de la verdad y la honestidad.
La obviedad es que Corral es sólo la punta del desmadeje dentro del PAN y que la senadora Padierna pone su granito para que los blanquiazules avancen hacia su balcanización. A ver quien lo logra primero.