Esclavitudes
¬ Juan Manuel Magaña lunes 1, Oct 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Nomás falta que el Senado dé su visto bueno, pero ya casi son legales los contratos a prueba, el “outsourcing” o subcontratación de personal y el pago asalariado por hora.
Por fin se cumplieron los pronósticos y las fracciones parlamentarias de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) aprobaron la llamada reforma laboral.
Para los trabajadores ya no sólo ha habido, en las últimas décadas, contención salarial, manipulación y corrupción sindical, retroceso en políticas de seguridad social y carestía sostenida. Ahora ya están enfilados hacia una nueva forma de esclavitud laboral.
Se le tendrán que dar las gracias, en primer lugar, a Calderón y a Javier Lozano, que trabajaron este sexenio para sus patrones, los grandes empresarios. En segundo lugar al PRI, al que sólo le interesa proteger a las mafias sindicales, de las que hemos hablado en días anteriores. En tercer lugar a la maestra Elba Esther y su franquicia el Panal para mayor gloria de su cacicazgo magisterial. Y por último a los juniors de la franquicia verde. Por separado, también se podría dar gracias a la idiotez de una izquierda que cojea por el lado de los chuchos. No han pasado ni tres meses de la elección y ya todas esas formaciones (quería decir partidos, fuerzas, pero ya no lo parecen) subordinadas a una oligarquía mostraron el cobre. Que levante la mano quién de ellas propuso la mentada reforma en campaña. Apenas la gente votó y vino la puñalada por la espalda.
Lo que está en el fondo es la renuncia del Estado a mediar entre las fuerzas de la producción para ponerse del lado de los intereses del capital superconcentrado, que ya es dueño de México.
Todo eso que dicen de la gran creación de empleos, la competitividad y la productividad en la economía nacional es puro rollo pesado que se pone sobre las espaldas de los trabajadores; éstos ya fueron esquilmados en décadas, prácticamente lo han perdido todo en metálico y ahora tienen que abaratarse más.
Si quieren.
Porque lo que hace la reforma del señor Calderón -a la que el PRI dijo pues órale- es precisamente despojar a los trabajadores de garantías y conquistas, agarrados de la patita por las mafias sindicales que los “representan”. Fueron corderos llevados al matadero.
Pero quienes hicieron esto no se lo piensen como un gran triunfo. Acaso más bien no saben lo que han hecho o le están haciendo a este país. Algo están calentando de más. Las contradicciones se agudizan. Después, no se quejen.