Calderón, un presidente de mala suerte
Roberto Vizcaíno miércoles 26, Sep 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Prácticamente todo su círculo interno quedó o muerto o desahuciado, políticamente hablando
- Al rendirle homenaje, Lujambio se convierte en el primer legislador que es velado en el nuevo Senado
- Manlio afirma que la reforma laboral flexibiliza el mercado laboral sin afectar al 123
De lo que no hay hoy ninguna duda, es de que como Presidente de la República, Felipe Calderón ha sido un presidente de mala suerte para sus amigos y para su partido.
Además de que prácticamente perdió todas las elecciones a lo largo de su sexenio, fue noqueado en la presidencial, las federales y estatales del 1 de julio pasado, al grado de que su partido quedó en el tercer sitio a pesar de tener en sus manos el gobierno federal.
Hoy el PAN bajo el influjo de Calderón vive la peor crisis de su historia. Quien sabe cuál será su futuro.
Ayer a los 50 años de edad y con lo que parecía una vida prometedora, murió Alonso Lujambio, su ex secretario de Educación Pública.
Antes, en sendos accidentes, murieron también Francisco Blake Mora y Juan Camilo Mouriño.
Todos ellos eran muy cercanos a Calderón; Mouriño y Lujambio, sus prospectos para la candidatura presidencial del PAN.
Pero no todo queda ahí… en el transcurso de estos casi 6 años también fueron desechados otros grandes cuates del michoacano de Los Pinos, que en su momento representaron prospectos para otros grandes juegos:
-Germán Martínez Cázares –quien llegó a ocupar la titularidad de la Secretaría de la Función Pública, luego de acompañar a Calderón desde que era diputado federal para ser director de Banobras y de encabezar la Secretaría de Energía, y durante su campaña electoral–, llegó a la presidencia del CEN del PAN y finalmente se extinguió en el fracaso electoral del 2009 para quedar ahora como un simple y modesto consultor de candidatos blanquiazules.
-Otro más fue César Nava, quien igual que Martínez Cázares fue uno de los más cercanos a Calderón para quedar ahora en nada.
Eso son los que se sabe que han quedado en el camino del presidente Calderón. Unos muertos y otros defenestrados y quemados políticamente. Y su partido achicharrado por la derrota y las pugnas internas.
Mal asunto ahora la muerte de Alonso Lujambio, quien de estar bien y verse como todo un prospecto a la Presidencia, acabó muy mal en apenas unos cuantos meses hasta morir consumido por un cáncer por demás fulminante.
¿Qué tiene Calderón que sus más cercanos terminan mal?
EL SENADO
Miembro de la LXII Legislatura, Alonso Lujambio tuvo el talante de asistir al pleno inaugural y de incluso rendir un discurso y declaraciones. Ayer, apenas a 25 días de inaugurada esta Legislatura, fue velado en su salón de plenos para convertirse así tristemente en el primer legislador al que se le rinden honores en la primera y nueva sede propia del Senado de la República.
Ahí, el presidente del Senado, el también panista Ernesto Cordero –de quien fue compañero de gabinete-, afirmó que el ex secretario de Educación Pública “fue un académico brillante, un politólogo excepcional, un gran conocedor del Congreso y de las instituciones democráticas de México”.
Lujambio –dijo Codero–, “anhelaba un país mejor, más próspero, justo y democrático, por lo que desde muy joven trabajó incasablemente por impulsar la transformación política de las instituciones para el México del siglo XXI”.
Y agregó:
“Fue un constructor de instituciones”.
Recordó que de 1996 a 2003 fue consejero del Instituto Federal Electoral, en donde también fungió como presidente de la Comisión de Fiscalización de los Recursos de los Partidos y Agrupaciones Políticas, así como de la Comisión de Asuntos Internacionales.
En 2005 fue nombrado comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), y de 2006 a 2009 se desempeñó como su comisionado presidente.
Su paso por la Secretaría de Educación Pública de 2009 a 2012, “fue otro de los momentos que marcó su vida profesional, ya que su convicción humanista lo llevó a tender puentes para dialogar y consensuar con representantes de todos los sectores y fuerzas políticas sin excepción.
“Lo hizo sabiendo siempre que por encima de cualquier diferencia política, de cualquier brecha ideológica, debía prevalecer el interés superior de México; Alonso era, sin duda, un hombre de Estado”, subrayó Cordero.
E invitó a sus compañeros legisladores a que, en su memoria, “nos comprometamos a preservar su legado en materia de transparencia y contabilidad gubernamental”.
Durante este homenaje estuvieron presentes su esposa, Teresa Toca y sus hijos Íñigo, Tomás y Sebastián, y demás familiares.
En un acto de civilidad política los coordinadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón; del PRD, Miguel Barbosa Huerta; del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez, y del PT, Manuel Bartlett Díaz, así como las senadoras Layda Sansores San Román, de Movimiento Ciudadano y Mónica Arriola Gordillo, de Nueva Alianza montaron una guardia alrededor de su féretro.
Después lo hicieron el resto de los senadores.
El homenaje concluyó con el Himno Nacional y la despedida del féretro en medio de un aplauso prolongado de los asistentes.
VA LA REFORMA LABORAL
Como lo prometió, Manlio Fabio Beltrones adelantó que entre hoy y mañana jueves el pleno de los diputados votará la reforma laboral con base en la iniciativa preferente enviada por el presidente Felipe Calderón.
El dictamen final no contendrá todo lo que pedía el primer mandatario, pero tampoco lo dejará insatisfecho porque aprobarán avances importantes para flexibilizar el mercado laboral, dijo.
Quienes queden agraviados o descontentos con esta iniciativa, indicó el sonorense, tendrán a su disposición los mecanismos legales para inconformarse e intentar revertir esta reforma.
Para el PRI y sus aliados sindicales, lo importante es que esta reforma se aprueba sin tocar al Artículo 123 ni a su derecho de huelga y de afiliarse, precisó.
“Después de tantas décadas que esta Ley Federal del Trabajo ha permanecido inamovible, llegar a un encuentro en el cual logremos combinar respeto a los derechos de los trabajadores –sobre todo al derecho de huelga y a su libertad para agremiarse–, junto con certeza jurídica para todos los inversionistas, flexibilidad laboral para la contratación y modernidad para todos en beneficio del empleo. Hemos culminado un ejercicio que parecía no difícil, sino imposible, en el cual tenemos grandes coincidencias en la Cámara de Diputados, de que es una reforma que le beneficia a México.
“Estoy convencido que combinar respeto a los derechos, junto con flexibilidad y modernización laboral, es lo que le conviene a este país.
“Hay que dejar atrás los fundamentalismos de quienes creen que sólo acabando con los derechos de los trabajadores o que sólo con la flexibilidad podría llegarse a generar más empleo, puede haber modernidad. Estabilidad laboral y modernidad es el futuro de México”, indicó.
Consideró Beltrones que al final, esta reforma no afecta el derecho de los trabajadores y la vida sindical autónoma y mantiene el respeto a los tratados internaciones a la vez de que hace reflexiones alrededor de lo que es la modernización y democracia interna.
“El Artículo 123 Constitucional no está hoy a discusión, y esta transparencia, supuestamente buscada en la iniciativa del Presidente Calderón, está garantizada sobre todo por las obligaciones que ya se encuentran pactadas en los contratos colectivos y el derecho de huelga lo estamos salvaguardando también porque es uno de los derechos alcanzados históricamente, sobre los cuales nosotros no vamos a girar en contario”, explicó.
Afirmó que la participación del PRI en esta reforma lo único que hizo fue cuidar los derechos de los trabajadores y consideró que lo que se apruebe va a ayudar mucho a México, a generar más empleos y a salvaguardar también los derechos de los trabajadores.
“A quienes no piensen igual les toca llevar a cabo un ejercicio democrático y libre, como el que pueden expresar en cualquier lugar en donde ellos lo deseen”, finalizó.