País destrozado: puros fracasos y corrupción
¬ Juan Manuel Magaña jueves 20, Sep 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Un cosa es el país del spot y otra muy distinta es la realidad. Qué bonito es leer mensajes de propaganda y que duro es salir a reconocer o a que le reprochen los fracasos.
Y van cuatro contrastes al hilo entre lo que la tele tapa y la verdad en esta misma semana:
Calderón tuvo que calificar de deplorable la fuga de 131 reos del penal de Piedras Negras, Coahuila. Al mismo tiempo, le reventó un gasoducto que corre de Reynosa a Monterrey, hecho que causó la muerte a 26 personas y lesiones a otras 46.
Y se la recordaron y le gritaron “¡Asesino¡” durante El Grito y en una ceremonia del IFAI, donde además le reprocharon la corrupta construcción de la lamentable “Estela de Luz”.
Algunas de sus respuestas son bien sintomáticas. Básicamente, trata de repartir culpas.
Sobre la fuga de reos escribió en twiter: “Deplorable la fuga del penal estatal de Piedras Negras. Debe corregirse la vulnerabilidad de instituciones de justicia estatales”. O sea, son los otros no mi desgobierno.
Acerca de la “Estela de Luz” contestó que la obra “fue decidida por un comité de expertos, de arquitectos de la Ciudad de México, de la Universidad Nacional, del gobierno federal. O sea, fueron más ellos que mi desgobierno. O todos estamos embarrados.
De lo de Pemex seguramente dirá él que fue una falla humana y no la falta de mantenimiento ni la gigantesca corrupción que él ha dejado que carcoma a la paraestatal. O sea, fue algún zonzo, no mi desgobierno.
Y aquí está el punto. Calderón finge no ver la corrupción ni en Pemex, ni en penales, ni en los gastos del gobierno.
Con esos ojos de él y esas respuestas frente a lo evidente, habría que imaginar, no mucho, lo que hay que rascarle a este desgobierno.
Tengo la teoría, y creo que muchos también, de que tanto Fox como Calderón acabaron aquel famoso “Año de Hidalgo”, pero nomás para convertirlo en todo un “Sexenio de Hidalgo”. Y todos en esos gobiernos, año por año, han hecho de las suyas, empezando por quienes ustedes creen.
Porque además aprendieron algo que me imagino que para ellos es la gloria: cómo se logra la impunidad. Otra clase de gloria hubiera sido si ellos hubiesen acabado con eso que ha lubricado un sistema político de casi cien años. Pero eso no se les dio.
Por eso quizá hay algo de inexacto cuando se dice que ahí viene el PRI con todas sus viejas mañas. Cuáles mañas, si no se han ido y hasta fueron corregidas y aumentadas por la hipocresía de dos ambiciosos panistas que, ¡oh paradoja!, esos tenían ansias de que les hiciera justicia la Revolución.
Pero yo sigo intrigado en lo de fondo. Que va a hacer el PRI. ¿Acabar con la impunidad? Sí, ¿no?