El judío de California y los musulmanes de Libia
¬ José Antonio López Sosa jueves 13, Sep 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
De pronto me llega una pregunta recurrente que no tiene una respuesta aparentemente lógica, ¿qué hacen los Estados Unidos de América metidos de forma permanente en los conflictos político-religiosos del medio oriente?.
De acuerdo a sus discursos desde hace décadas los gobiernos estadounidenses buscan la paz y la libertad, sin embargo con su presencia han obtenido para ellos y para quienes allá viven todo lo contrario.
No es responsabilidad de los Estados Unidos la pugna histórica entre judíos y musulmanes, sin embargo la mano de nuestros vecinos del norte estuvo claramente metida cuando se creó el controvertido Estado de Israel, quitando territorios a los palestinos argumentando derechos históricos (¿serán como los que nosotros tenemos sobre Texas, California, Nuevo México, Utah, Nevada y Arizona?).
Hace un par de días se perpetró otro acto terrible y lamentable, asesinaron al embajador de los Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens, nada, absolutamente nada justifica las muertes de ninguno de los bandos, es decir, ni de los judíos y estadounidenses, ni de los árabes y musulmanes.
Ahora bien, sin pretender ni por un instante justificar este hecho con una característica absolutamente terrorista de acuerdo a las definiciones de la sociología clásica, me parece aberrante el hecho que, en los Estados Unidos el cineasta judío de nombre Sam Bacile haya logrado reunir con otros integrantes de la comunidad judía en aquel país, cerca de 10 millones de dólares para producir un documental denominado “Innocence of Muslims” (La inocencia de los musulmanes), donde no hacen más que burlarse del profeta Mahoma, sagrado para la religión musulmana.
¿En qué cerebro sin desórdenes patológicos cabe la posibilidad siquiera, de emplear un talento adquirido para denigrar a un semejante de esa forma?.
Porque les guste o no a los judíos, la especie humana es una, lo demás, sus sectarismos, sus elitismos, sus supuestas tribus únicas no son más que mitos sin sustento más allá de lo que cada uno de sus cerebros maquina. El mismo mensaje para los musulmanes.
En los países árabes –tanto judíos como musulmanes—la religión forma parte de la política, los estados obedecen a la religiosidad por alguna razón que no es fácilmente comprensible, por ello en especial es una estupidez y una falta de responsabilidad infinita lo que este judío hizo en los Estados Unidos.
Así como es un acto de terrorismo indignante y más que reprobable el ataque al consulado de los Estados Unidos en Libia.
El estado de derecho debe algún día prevalecer en Medio Oriente, al mismo tiempo que los Estados Unidos de América deben repetirse a diario la epístola de nuestro benemérito: El respeto al derecho ajeno, es la paz.
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