¿Quién le apuesta a Ivonne?
Ramón Zurita Sahagún viernes 7, Sep 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La despedida de Ivonne Ortega Pacheco del gobierno de Yucatán se puede definir en una palabra: fastuoso.
Me voy, pero a un mejor estadio de vida política, con el 82 por ciento de las promesa de campaña cumplidas, dijo la gobernadora en un largo y tedioso evento, que sirvió de marco de referencia para delinear la ruta que pretende seguir.
Sabedora de la cercanía que guarda con el ya presidente electo, Enrique Peña Nieto, la todavía gobernadora de Yucatán mostró sus preferencias sobre la cartera que pretende ocupar en el gabinete del nuevo Ejecutivo federal.
Los dardos apuntan a la Secretaría de Desarrollo Social, una dependencia que algunos consideran le queda grande todavía, por lo que los clarividentes políticos la remiten a otras esferas.
De que va a formar parte del primer círculo del gabinete, nadie parece tener dudas, el sitio al que será remitido sí.
Ivonne creció políticamente en los cinco años de gobierno yucateco, se posicionó y adquirió doctorado en artes dramáticas. Su informe careció, por esta ocasión, de las acostumbradas lágrimas que derrama en los momentos de mayor sensibilidad, como lo hizo en las cuatro ocasiones anteriores.
El sentimiento afloró en diversos momentos del evento y en otras más la voz se le quebró, sin que las lágrimas corrieran por sus mejillas. La despedida del gobierno (ocurrirá formalmente el 30 de septiembre) contó con el marco adecuado, ya que 15 gobernadores testificaron el evento, aunque faltó el invitado principal, Enrique Peña Nieto, en su carácter de presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos.
Eso le hubiese dado mayor realce al evento, que contó con todos los recursos técnicos y económicos disponibles, que coronaran el esfuerzo de una mujer que ha mostrado lo tesonera y disciplinada que puede ser.
Ivonne tiene el olfato político de su tío Víctor y como él, no cuenta con un título universitario, pero tampoco le hace falta. Cuenta con otras características que en la actividad política son natas y que pocos pueden ufanarse de nacer con ellas.
Los 47 kilos de peso bajados con métodos rigurosos y su empeño de labrarse su propia carrera política la llevaron por caminos sinuosos, pero de rápido ascenso. De una pequeña alcaldía, pasó a una diputación local, a una federal, al Senado de la República y a la candidatura al gobierno estatal.
Fueron muchos lo que no creían que la joven priísta que había sido derrotada en las urnas en los comicios del 2006 y se había conformado con una senaduría de primera minoría, podría vencer en las urnas al poderoso candidato del partido en el gobierno estatal y federal.
Ivonne lo consiguió y recuperó para el PRI el estado donde Acción Nacional había ganado su primera capital estatal de todo el país.
Se convirtió en la segunda mujer en gobernar el estado peninsular y la primera electa en las urnas, por lo que la cuestión de género fue uno de los temas abordados en su despedida.
Se va la única mujer gobernadora y ahora el país se quedará sin ninguna representante de ese género, recordó en su discurso. Como fueron los cinco informes de gobierno, lo majestuoso del escenario y el uso de la tecnología fueron los signos de distinción.
El gobierno yucateco dispuso de pantallas en las que la gobernadora iba explicando cada uno de los detalles de sus programas de gobierno, para que después de más de 30 minutos de yoyismo, se remitiera al discurso oficial de más de una hora de duración, en el que repitió lo mismo, en una gran redundancia de cifras y hechos.
Los 15 gobernadores que la acompañaron en el evento, los presidentes de partido que hicieron lo propio y los coordinadores de las bancadas priístas en el Senado de la República y Cámara de Diputados, así como los más de 500 asistentes al evento se reacomodaban en sus respectivas e incómodas sillas.
El aburrimiento permeaba en los rostros de la mayor parte de ellos, principalmente en políticos de talla alta como Mario López Valdez (Malova), gobernador de Sinaloa; Egidio Torre Cantú, Tamaulipas o Roberto Borge Angulo, Quintana Roo.
Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones, al igual que los dirigentes partidistas Pedro Joaquín Coldwell, PRI; Luis Castro Obregón, Nueva Alianza y Arturo Escobar, Partido Verde, disfrazaban su tedio con una forzada sonrisa. José Eduardo Calzada Rovirosa, gobernador de Querétaro, no aguantó tanto suplicio y se levantó a medio informe y se marchó de regreso a su terruño, luego de comprobar que EPN no asistiría.
Eso sí, los 15 gobernadores asistentes lo hicieron de pisa y corre, ya que debían volar de regreso, para llegar a tiempo a la ceremonia en que el presidente Calderón Hinojosa daría cuenta de sus seis años de gobierno.
Ninguno de ellos acudió a la cena realizada en una bella hacienda, cercana a Mérida, donde cerca de 2 mil invitados esperaban a la gobernadora, quien en esta ocasión no disfrutó, como en años anteriores, del baile, ya que acudió, saludó y dio su total respaldo a su sucesor, Rolando Zapata Bello, quien se apresta para asumir el encargo desde el 1 de octubre.
La despedida de Ivonne fue de acuerdo a sus estándares de gobierno, con todo el lujo necesario para ello, donde la propia gobernadora lució unas vistosas joyas, un lujoso terno, que luego cambió por un elegante vestido de diseño propio que marca la tendencia que tendrá su línea de ropa que pronto pondrá a la venta en sus propias tiendas de ropa, según cuentan los yucatecos.
LOS SALARIOS
¿Qué tan austeros deben vivir los políticos? Ivonne Ortega Pacheco cobró medio sueldo durante sus cinco años de gobierno. Jorge Hank ni siquiera cobró un salario en su paso por Tijuana, otros más dicen lo mismo, entonces ¿de qué viven?