#Yosoy132, ¿hacia dónde va?
Roberto Vizcaíno viernes 7, Sep 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Sin propuestas claras, los jóvenes de este movimiento tropiezan una y otra vez
- El asalto y toma de la representación de Veracruz en el DF, llama a la reflexión
- Abandonado por todos, López Obrador deberá tomar una decisión fundamental este domingo
Desde que surgió, el movimiento #Yosoy132 careció de unidad, liderazgo y objetivo claro.
Vale la pena recordar hoy que este movimiento estudiantil brotó como respuesta a un comentario emitido al calor de los hechos durante el medio día del viernes 11 de mayo por Pedro Joaquín Coldwell, presidente del PRI luego de que Enrique Peña Nieto fue asediado, hostigado y agredido verbalmente por un grupo de alumnos de la Ibero, después de que se presentó y participó en un encuentro con otros en esa universidad.
Coldwell, enardecido, habría espetado: “son porros”.
El quintanarroense hizo el señalamiento en su calidad de ex alumno de esa universidad y dentro de su posición como catedrático de la misma.
Al día siguiente y asesorados y apoyados técnicamente por los lopezobradoristas Epigmenio Ibarra y Luis Madoky, los protestantes se identificaron con sus credenciales de la Ibero en un video que circuló ampliamente por las redes sociales y algunos medios, para demostrar que no eran porros, sino estudiantes de esa universidad.
En total sumaron 131. En apoyo de su protesta, defender a los de Atenco, surgió el #Yosoy132 donde se incluyeron otros muchos no sólo de la Ibero, sino de otras universidades que llegaron a sumar las 150 instituciones de las aproximadamente 3 mil que existen en todo el país.
Desde entonces han hecho encuentros, han discutido entre ellos, han publicado manifiestos, han aparecido en varios eventos, han cercado a Televisa y a Milenio, y han mostrado una dispersión y descontrol tales que muchos han abandonado el movimiento. Quizá no se sepa cuántos, eso se ve simplemente en que hoy son mucho menos quienes participan en los actos de protesta en que participan.
REAPARECEN
Los que prevalecen, se alinean cada vez más al lopezobradorismo al grado de que ya no se les concibe fuera del entorno del tabasqueño.
Ayer algunos, quizá unos 50 de estos jóvenes, aparecieron en un evento con que el presidente electo, Enrique Peña Nieto celebró su primera gira por el país en una visita a la ciudad de Durango.
Los del #Yosoy132 no exigieron nada, no plantearon nada, no propusieron nada, simplemente llevaban cartulinas con la leyenda: “No pasarás pin… Peña”.
Si era una advertencia de que ellos le impedirán de alguna forma llegar a la Presidencia, habría que decirles que hoy Peña Nieto es resguardado por el Estado Mayor Presidencial, es decir, por el sector militar mexicano y que hoy es ya Presidente electo.
A Peña Nieto sólo le falta esperar que llegue en 1 de diciembre y que Jesús Murillo Karam, presidente de la Cámara de Diputados le entregue la banda presidencial que a su vez le dará al diputado el presidente Felipe Calderón para cumplir con el ritual del traslado de poderes.
Hoy, a diferencia de hace 6 años, no existe el ambiente de rijosidad o de oposición que llegó a poner en riesgo la constitucionalidad en México.
La explicación sólo pretende señalar que los jóvenes del #yosoy132 o no viven la realidad del país, o adolecen de una ingenuidad tal que hace que algunos otros columnistas, como Ricardo Alemán, de El Universal, los llamen “ternuritas”.
Yo sólo podría comentar que la vida me ha dejado en claro que, luego de los 18 años –edad que muchos de ellos ya superan-, la ingenuidad se califica de otra forma.
Si además de sólo oponerse obtusamente a Peña Nieto plantearan otra cosa, quizá obtendrían mayor respaldo y respeto.
AL ASALTO
Ayer también, pero en la ciudad de México, otro grupo, este quizá de entre 20 y 30 presumiblemente jóvenes, cosa que no se pudo constatar porque en su mayoría iban encapuchados a la “sub-marcos”, asaltó y se apoderó de la vieja casona de la sede de la representación del Gobierno de Veracruz en el DF.
La “toma” de esa representación gubernamental se realizó ante la inacción de varias patrullas de la policía capitalina, cuyos miembros solo acertaron a apostarse en las afueras del inmueble mientras los del #yosoy132 echaban fuera al personal de esa oficina, cerraban con cadenas las puertas y rejas de la vieja casona y se subían al techo presumiblemente pertrechados con bombas molotov y petardos que llevaban en cajas de cartón.
Eso lo atestiguaron los fotógrafos que luego subieron para obtener algunas gráficas desde la parte alta del inmueble.
La decisión de asaltar y apoderarse de la representación veracruzana, se tomó para exigir que el gobierno de Veracruz, dejara en inmediata libertad a varios del #yosoy132 detenidos anteayer en el puerto de Veracruz como consecuencia de varios desmanes.
El representante en el DF del gobierno de Javier Duarte, el señor Fabrizio Aguilar, quien fue echado del edificio junto con sus empleados y colaboradores, señaló que fue jaloneado y sus colaboradores empujados y obligados a salir bajo la amenaza del uso de la violencia.
Consideró que si bien el movimiento #yosoy132 es legítimo y respetable, el gobierno de Veracruz no aprueba la toma y el desalojo de su representación.
Señaló que al entrar con los rostros cubiertos, los jóvenes provocaron miedo y crisis nerviosa en el personal lo cual derivó en varios enfrentamientos.
El representante del gobierno de Veracruz acudió luego a la Procuraduría capitalina para interponer una denuncia de hechos a fin de que se inicie una investigación y se castigue a los responsables.
Los encapuchados del #yosoy132 desalojaron y se fueron a las 5 de la tarde sin ser molestados por las autoridades.
Este asalto y toma deja muchas interrogantes: ¿ahora qué son los del #yosoy132, un grupo de asalto?, ¿por qué no intervino la autoridad?, ¿quiere decir esto que se tolerará el asalto de otras oficinas particulares o gubernamentales?, ¿esgrimir la insignia de #yosoy132 es una garantía de impunidad?
Es por demás importante reflexionar sobre las posibles consecuencias de un evento de esta naturaleza. Es por demás lógico creer que si un grupo de encapuchados irrumpe sorpresivamente una oficina gubernamental, podría ser repelido quizá a balazos por los agentes que resguarden esas instalaciones.
Si no hay una respuesta determinante de las autoridades a este tipo de actos, entonces se estará alentando su repetición.
EL DOMINGO
Ha pasado semana y media desde que el Trife desechó el recurso de Andrés Manuel López Obrador que pedía invalidar las elecciones presidenciales y desde que el mismo tribunal declaró válidos esos comicios para luego entregarle a Enrique Peña Nieto la calificación de Presidente electo.
Llegó el fin de esa semana, se instaló el Congreso -el Senado y los Diputados-; Felipe Calderón entregó su sexto y último informe de gobierno y el lunes pasado encabezó por ello un magno evento en Palacio Nacional.
En estos casi 10 días López Obrador no ha aparecido en publico. Tampoco se ha expresado a través de otros, como suele hacerlo.
No hubo realmente ningún asedio al Trife, en la instalación de las cámaras no se dio ninguna manifestación relevante de los suyos, apenas un grupo subió calladamente al frente de la tribuna en San Lázaro para exponer algunas mantas y ya.
Tampoco obstruyó el evento de Calderón en Palacio Nacional ni lanzó ninguna reacción popular posterior.
Sus legisladores no han intervenido para cuestionar la gestión del mandatario saliente ni tampoco han abierto discusión alguna respecto del entrante.
Dos sesiones ordinarias ocurrieron durante esta semana que hoy termina, y los foros políticos, cajas de resonancia en que suelen convertirse el Senado y la Cámara de Diputados, no conocieron de ninguna reacción de Andrés Manuel López Obrador.
Ningún otro enclave lopezobradorista se ha movido para nada.
Los otros personajes del perredismo que se encumbraron en las pasadas elecciones –Graco Ramírez, nuevo gobernador de Morelos; Miguel Ángel Mancera, nuevo jefe de gobierno del DF; Arturo Núñez, nuevo gobernador en Tabasco–, así como la mayoría abrumadora de los grupos perredistas en el Senado y los diputados, o han saludado a Peña Nieto o han expresado que negociarán con él.
Hay un alejamiento real de López Obrador. Y este mantiene el silencio.
¿Qué va a decir, que decisión va a tomar AMLO este domingo?
Parece que ya no le queda mucho margen para moverse… pero no hay que adelantarse, el tabasqueño es muy, pero muy mañoso y puede girar hacia el lado más inesperado.