El país donde todo marcha bien
¬ José Antonio López Sosa miércoles 5, Sep 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El día del presidente no ha desaparecido, simplemente ha mutado.
Antes, en los tiempos gloriosos el presidente tenía su día, le aplaudían por las calles, al llegar y dar su informe de gobierno, el Congreso no cesaba en porras al titular del Ejecutivo.
Cada 1 de septiembre se celebraba la corrupción, la ineficiencia y sobre todo, al régimen que daba para todo y para todos, excepto para la gente de a pie.
El tiempo pasó, llegó la alternancia y la división en el Congreso llegó al punto que hoy, el titular del poder Ejecutivo no se presenta ni por equivocación ante el pleno, se modificó la ley –con la venia del propio PRI—para que el presidente no tuviera que asistir al Congreso, sino enviar solamente su informe por escrito.
Así en seis años, Felipe Calderón no fue más que a su violenta toma de posesión.
Hoy en 2012, el día del presidente subsiste pero a través de la televisión.
El presidente hoy entrega su informe por escrito al congreso y organiza un día después un informe entre amigos, entre incondicionales, entre gente que no hará más que aplaudirle y revivir aquel día del presidente de hace décadas.
¿Qué día del presidente está peor?,
¿El del PRI o el del PAN?, creo que es peor ahora, antes por lo menos había el esfuerzo del régimen por controlar y convencer –por la vía que fuere—a cientos de ciudadanos, legisladores y funcionarios para aplaudir, hoy solo se reúnen pocos incondicionales y se usa la televisión para tratar de desinformar a la gente.
¿Por qué desinformar?, porque tenemos como a lo largo de estos últimos seis años dos realidades, la del discurso oficial y la del ciudadano de a pie, según Calderón en su administración se hicieron cosas que nunca antes se habían logrado, de acuerdo a su discurso no hubo fallas en su administración y, en cuanto sus hijos crezcan notaremos la trascendencia de sus decisiones. Sin embargo, en las calles el país está peor que nunca.
Si Calderón hizo todo tan bien, ¿por qué el PAN está sepultado en el tercer lugar electoral a nivel federal y en la capital del país?, ¿por qué no puede salir a la calle sin cientos de guaruras?
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