El horno no está para bollos
¬ Claudia Rodríguez jueves 30, Ago 2012Acta Pública
Claudia Rodríguez
La expresión gastronómica que lleva como título esta colaboración intenta ubicarnos en la situación terriblemente complicada en la que se encuentra el país y por ende, los obstáculos, falta de oportunidades y los riesgos en los que nos desenvolvemos todos los mexicanos.
Felipe Calderón, el aún habitante de Los Pinos —y con muchas ganas de seguir el turismo político pues en unos días viajará hasta Asia en gira de trabajo—, no terminó la tarea que se echó a cuestas y en donde a querer o no, convocaba en cada uno de sus discursos a inicios de su administración a todos los mexicanos a emprender y apoyar la “guerra contra el narcotráfico”.
El caso es, que a menos de 100 días de que deje de portar la banda presidencial, Felipe Calderón no tiene más que lamentos y disculpas –pero no para sus gobernados—, sino para las autoridades estadounidenses en torno a un asunto que a los mexicanos nos deja claro, clarísimo, que su rebautizada guerra por lucha contra la delincuencia mejor organizada, tiene altos niveles de participación de autoridades y funcionarios de los Estados Unidos en múltiples campos.
Concatenado a lo anterior, de verdad que el horno no está para bollos, si en este ambiente se revive en muchos sentidos la impugnación de las elecciones federales, no sólo por el movimiento de las izquierdas, sino incluso por no pocos panistas y muchos más mexicanos apartidistas pero inconformes con el resultado de la elección presidencial.
Ya vivimos casi seis años de un “presidente ilegítimo” y otro “legítimo” con los consabidos apoyos divididos desde las bancadas legislativas, las carteras del Ejecutivo y los gobiernos estatales.
Pero en aquel entonces, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) optó por mantenerse en los primeros años al margen del conflicto pos electoral, ahora el obstáculo legislativo para la aprobación de las reformas estructurales que provengan desde el Ejecutivo en caso de ser priísta, se encontrará con un cerco representado en mayoría por la mancuerna de las ideologías de derecha e izquierda en el espectro político nacional.
Así que si creíamos que con sólo sacar a los panistas de Los Pinos sería suficiente para subir al camino de la estabilidad, mientras que nos encontramos sostenidos por no sé qué del despeñadero, podemos ir reconsiderando la expectativa.
Calderón entrega muy malas cuentas como saldo de su administración sobre todo en lo que a muertes se refiere y su lucha –o de los estadounidenses— en contra del narcotráfico en nuestro territorio, está peor de lo que empezó.
Así que un conflicto más y anunciado para el próximo sexenio, podría incluso hacer estallar el contenido del horno.
Acta Divina… Apenas este lunes, los dirigentes nacionales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, y del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, se reunieron junto sus respectivos coordinadores parlamentarios para delinear una agenda común.