Pemex, de la pobreza a la opulencia
¬ José Antonio López Sosa jueves 30, Ago 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Es difícil ya creer a las autoridades mexicanas cuando abordan el tema del petróleo.
La información es poder y han usado esta información con fines políticos, omitiendo verdades o haciendo énfasis en datos imprecisos.
Durante las dos administraciones federales panistas hemos visto casi de todo en materia petrolera.
Primero la suerte le sonrió a Vicente Fox cuando el mercado ubicó los precios del petróleo en sus máximos históricos, ¿qué sucedió con ese excedente financiero?, solo él y su círculo cercano lo saben.
Después se dio a conocer que de no abrirse Petróleos Mexicanos (Pemex) a la iniciativa privada, nos iríamos a la quiebra por no poder explorar en aguas profundas.
Tiempo después se informó que nuestras reservas iban hacia abajo, que en pocos años Pemex no sería más que el recuerdo de una empresa que algún día tuvo bonanza.
Luego de unos meses, desde el gobierno federal se informó que Pemex repuntaba y que yacimientos adyacentes sustituían la enorme producción de Cantarell que iba francamente en declive.
Ayer el presidente Calderón dio a conocer que se encontraron reservas magnánimas e históricas frente a las costas de Tamaulipas en aguas profundas y que con ellas, Pemex lejos de disminuir su producción la incrementará en los siguientes años, eso sí, únicamente si existe participación privada para la extracción en aguas profundas.
Ahora bien, ¿desde cuándo habrá tenido el presidente Calderón dicha información?, ¿por qué a unos días antes de arrancar la legislatura y pocos meses antes de abandonar la presidencia?, ¿será que quiere perseguir hasta el último minuto de su mandato que el capital privado entre a Pemex?
Son muchas casualidades, así se ha gestado esta administración y la anterior, en medio del rumor, la casualidad y las verdades a medias.
Sesudos intelectuales, analistas y petroespecialistas aseguran hoy que de no hacer caso a las intenciones calderonistas de privatizar parte de Pemex (o como llaman desde Los Pinos, abrir Pemex al capital privado sin perder la rectoría del estado), no podremos acceder a esos tesoros recién hallados.
Una vez más, ¿les creemos?
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