Los hombres del Presidente
Roberto Vizcaíno lunes 27, Ago 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El que Ernesto Cordero vaya a ser presidente del Senado, abre muchas expectativas
- Ahora falta ver quién encabezará a la de Diputados, porque ese entregará la banda a Peña Nieto
- AMLO seguramente intentará otra escalada, pero ahora al parecer será acotado desde dentro
Luego de casi 3 horas de su primer encuentro formal, de trabajo, de negociación y acuerdos, los coordinadores de las 3 principales bancadas en el Senado (PRI, PAN y PRD, en orden de fuerza), Emilio Gamboa, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa, anunciaron que será el ex secretario de Hacienda quien presida el primer año de trabajo en esta cámara.
El priísta Emilio Gamboa encabezará la Junta de Coordinación Política y el perredista Miguel Barbosa dirigirá el Instituto Belisario Domínguez.
El reparto de los principales cargos corresponde al número de legisladores con que cuenta cada uno de esos partidos en el Senado: el PRI con casi 60, el PAN con casi 40 y el PRD con unos 25. En los hechos, de acuerdo a esta representación, le habría correspondido al PRI presidir esa cámara. Pero como los tricolores quieren que sea uno de los suyos quien presida la Cámara de Diputados para que ese priísta sea quien le entregue la Banda Presidencial a Enrique Peña Nieto, entonces Gamboa le cedió su espacio a Cordero.
Este punto es esencial para los priístas, porque saben que la imagen –foto y video- que surja de ese evento el día primero de diciembre, pasará a la historia porque será el día en que un priísta regresó a la Presidencia de la República que se perdió en el 2000.
Es por eso que se puede afirmar que en el encuentro de Gamboa, Cordero y Barbosa de ayer domingo, se comenzó a tejer la historia del nuevo Congreso y de lo que será el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Es sencillo: si el Senado será presidido por un panista, la Cámara de Diputados será encabezada por un priísta. Si en este primer arreglo no hubo objeciones por parte del perredista, es obvio que el PRD tampoco las exhibirá en San Lázaro.
Y si ahora las dirigencias de las bancadas del PRI, PAN y PRD están de acuerdo, entonces la transición de poderes del primero de diciembre próximo está en un inicio solucionada para realizarse sin mayores conflictos –quizá un par de gritos, alguna pancarta o manta sacada por el desaseado de Martí Batres y algún otro como él–, en el gran Salón de Plenos de ese recinto.
Este primer acuerdo, surgido tersa y rápidamente, cuando en esta semana se puede dar el fallo final por el Trife al proceso electoral presidencial y cuando los señalamientos de guerra de Andrés Manuel López Obrador y sus monreales cercanos invaden el ánimo de sus huestes, no es poca cosa.
Este acuerdo sin duda fue producto de la larga y muy probada experiencia e indudable capacidad de negociación de Gamboa, quien así se perfila como uno de los “hombres” del presidente Enrique Peña Nieto en el Congreso.
Ahora tiene ante sí iniciar la negociación de las reformas que le interesan al próximo Jefe del Gobierno mexicano.
EL OTRO
Entre hoy y mañana, habrá de darse el encuentro entre los coordinadores de estos mismos partidos, pero en la Cámara de Diputados.
Ahí el PRI es ya dirigido por el experimentadísimo sonorense Manlio Fabio Beltrones; el PRD por Silvano Aureoles y el PAN por Luis Alberto Villarreal.
Nadie duda que Beltrones obtendrá de sus interlocutores la aprobación para elegir como presidente de esta Cámara a quien él quiera, y que será quien le entregue la Banda Presidencial al mexiquense y quien encabezará los trabajos en San Lázaro entre este septiembre y el del año que entra.
Los nombres de los priístas que están en el juego son muchos, pero hasta hoy nadie sabe con certeza quien presidirá esta Cámara.
Esa –afirman quienes saben–, es una decisión reservada por Enrique Peña Nieto y no se descarta que, de entre los 208 diputados federales del PRI, pudiera ser quizá una mujer no muy conocida.
Eso se sabrá con seguridad entre hoy y mañana.
LOS OTROS REPARTOS
Los cargos anteriores, son apenas los primeros de una treintena en cada cámara, que marcarán el rumbo del rediseño del Sistema Político Mexicano y del gobierno federal, a través de la negociación y aprobación de las reformas estructurales que comenzarán a negociarse apenas inicien los trabajos de la LXII Legislatura, que apunta para ser –esta sí-, realmente histórica.
Estas negociaciones correrán al parejo de los proyectos de Presupuesto de Ingresos y Egresos para 2013 que es elaborado por el equipo de Enrique Peña Nieto y que será presentado al Congreso por el presidente Felipe Calderón, según lo han venido negociando el entrante y saliente durante conversaciones privadas en encuentros no reportados a los medios y que se han dado en estos últimos 20 días.
Aquí han operado con especial discreción y eficiencia el actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade y el hombre más cercano sin duda a Peña Nieto, Luis Videgaray.
Dicen, que de los equipos de ambos personajes se ha creado uno solo que es el que operará los dos proyectos y que deberán contener los cambios iniciales de la Reforma Hacendaria y Fiscal prometida por Peña Nieto durante su campaña.
El Presidente Electo y todos dentro de su equipo saben que sin Reforma Hacendaria y Fiscal no habrá otras reformas. Todo se mueve con dinero y por ello es vital, esencial, que se comience a establecer un nuevo sistema de recaudación con nuevos parámetros.
El gasto será otra cosa. Por ello los diputados de las áreas de Presupuesto y las comisiones esenciales, deberán ser muy experimentados y a la vez probadamente muy leales a Peña, porque de ellos dependerá comenzar a cambiar el rostro de la Salud, Educación, Campo, bienestar, Seguridad y todo lo que prometió el mexiquense que iba a hacer.
De ahí que Gamboa y Beltrones tengan ante sí un enorme reto, porque por un lado tienen que negociar con sus contrapartes del PAN y PRD “soltando” espacios y por el otro deberán “apretar” para colocar a quienes ellos o el mexiquense quiere en determinadas áreas.
¿ENTREGARÁ CALDERÓN SU ÚLTIMO INFORME?
Es en este contexto y bajo estas condiciones y objetivos, que durante los últimos días se comenzó a correr la versión de que bajo un nuevo Congreso, sin la animosidad ni las condiciones extremas de agresividad, rechazo y violencia que se dieron en su contra el primero de diciembre de 2006, Felipe Calderón podría presentarse a San Lázaro la tarde-noche del próximo sábado primero de septiembre a entregar personalmente su sexto y último Informe de Gobierno.
No estaría en el salón de Plenos, pero sí en el de Protocolo y ahí una comisión de los nuevos diputados podría darle un espacio para un muy breve mensaje y a la vez rendirle un reconocimiento y darle la despedida a su gobierno.
Un acto de esta naturaleza daría un mensaje de civilidad recuperada y sentaría las bases para un cambio de poderes donde pudieran de nuevo aparecer como invitados los embajadores ante México, los más prominentes hombres de la empresa e industria y las finanzas, los dirigentes de los partidos, los líderes sociales y hasta algunos invitados especiales del exterior.
Habría que recordar que en otros momentos llegaron a venir Fidel Castro y algunos presidentes del Continente.
¿QUÉ HARÁ AMLO?
Hay un buen contexto para que muchas de las cosas antes señaladas ocurran. Un punto esencial es que López Obrador ya no tiene una representación importante dentro de la próxima Legislatura. Son apenas unos cuantos.
Otro elemento a favor es que gran parte de quienes integran la nueva fuerza del PRD ha decidido no seguirle el juego de las tomas de tribuna, saque de pancartas y gritos.
Saben que eso les hizo mucho daño hace 6 años. No quieren volver a recorrer ese camino. Quieren entrar al debate y los acuerdos, y saben que son la segunda fuerza en San Lázaro y eso puede tener un gran valor político para la siguiente elección.
De cualquier forma no se puede desdeñar a López Obrador. Sabe cómo jugar las contras y desestabilizar. Lo ha venido haciendo durante los últimos casi 30 años.
Pero su rumbo lo conoceremos una vez que el Trife califique la elección presidencial, lo que se supone ocurrirá el próximo fin de semana.
De cualquier forma México comenzará a vivir otro momento y parece que en esta será para bien.
Ojalá.