Precio de huevo, sin control
¬ Augusto Corro jueves 23, Ago 2012Punto por punto
Augusto Corro
Otra vez los consumidores sienten los efectos de la carestía en los productos de consumo básico. El desorden es tal, que el precio del huevo está fuera de control: el kilo se vende hasta en 45 pesos.
¿Y la Secretaría de Economía qué papel juega? Por lo que se ve, el titular de la dependencia, Bruno Ferrari, se encuentra atado de manos. No sabe qué hacer ante la posible amenaza de una crisis alimentaria.
Todo mundo sabe que la crisis en la producción de huevo se inició en Jalisco por la gripe aviar, una especie de epidemia que orilló a sacrificar once millones de gallinas.
Quizá los productores tienen razón para elevar los precios del huevo, no en balde los incrementos en los insumos y los planteamientos de la oferta y la demanda; sin embargo, hay un factor determinante que altera los valores del producto: el intermediarismo. Son pues, los intermediarios y acaparadores quienes trastocan las leyes del mercado para vender su mercancía al precio que mejor les conviene.
Los especuladores actúan libremente, sin que las autoridades intervengan para frenar sus ambiciones desmedidas. Saben que es buena temporada para enriquecerse y lo hacen sin recato.
Una vez que se incrementó el precio del huevo, los demás alimentos de la canasta básica también serán arrastrados por la espiral inflacionaria. En la industria panificadora se habla de elevar 50 centavos más el precio del bolillo.
Con el problema encima, Ferrari salió a recomendar que como el huevo está caro, lo mejor es no consumirlo; buscar las proteínas en otra clase de alimentos. Esa idea simplista en nada ayuda a ordenar el mercado caótico de productos alimenticios. El problema del alza en el precio del huevo seguirá por varios meses. No olvidar que a las autoridades federales poco o nada les interesa lo que ocurre en la economía doméstica. Ellas ya están con un pie fuera de la administración. Están muy ocupadas en el último adiós al hueso.
DE LA HISTORIA CON MAYUSCULA
Hace varios días, en la fiesta de su cumpleaños (50), Calderón dijo que el Estado Mayor le notificó de una amenaza de atentado en el avión que lo llevaba a una gira. Eso ocurrió a un año de haberse iniciado su administración. Es decir, cuando no se tenía ni la menor idea de los daños que iba a causar la guerra contra la delincuencia organizada.
¿Qué hizo el funcionario?
Decidió realizar el viaje, aunque antes de ello, grabó un mensaje para sus hijos, con el siguiente contenido:
“Dejé mi testimonio de que había vivido con intensidad, con alegría, plenamente y que estaba satisfecho de lo realizado”.
El tema no pasó de ser una anécdota. El propio Calderón debe autofelicitarse porque la situación no llegó a más y logró superarla.
Desde luego, la actitud del mandatario fue valiente, pues nadie mejor que él sabe de los riesgos que se corren en los aviones y helicópteros.
Dos de sus principales colaboradores, ambos secretarios de Gobernación, perecieron al desplomarse un avión y un helicóptero.
¿Con la revelación de la amenazas de atentado quiso Calderón vestirse de héroe? Es posible. Aunque, la historia se encargará de juzgar imparcialmente, su paso por la presidencia de México. El tiempo se encargará de reconfirmar que Calderón no pudo sacar a nuestro país de la miseria, ni logró vencer a los cárteles de la droga; pero si pudo sumir a la sociedad mexicana en una ola de terror interminable.
Al igual que Vicente Fox, Calderón no aprovechó la oportunidad para ser recordado como un gran presidente. Su mal gobierno fue determinante para el fracaso de su partido en los comicios de julio pasado.
El fallo de la historia será inapelable. Además, ya sabemos en qué sentido va y ningún discurso o declaración lo cambiará.
LOS PERIODISTAS
Los periodistas tendrán que convencerse que su lucha contra las agresiones seguirá hasta que las autoridades entiendan en qué consiste el ejercicio de informar.
Si en tiempos de paz, los comunicadores son víctimas de la prepotencia de los gobernantes, no se diga en épocas de guerra, como la que vive México actualmente.
Son decenas de periodistas que perdieron la vida a manos de los sicarios de los diferentes carteles de la droga o de los asesinatos encomendados por políticos o funcionarios públicos.
A pesar de las protestas de diferentes organizaciones de defensores de los derechos humanos, las autoridades no ponen ningún empeño de su parte para proteger a los comunicadores. Antier, periodistas y representantes de diversos medios de comunicación de Guerrero manifestaron su inconformidad por los atropellos y agresiones de las que han sido objeto de parte de los guaruras del gobernador Angel Aguirre Rivero.
Los comunicadores se quejaron del trato violento y prepotente que reciben, de manera constante, por parte de los elementos de seguridad del titular del ejecutivo estatal.
Además, responsabilizaron al gobierno del estado de cualquier agresión que se pueda registrar en contra de algún integrante del gremio periodístico; y exigieron al gobernador que brinde las garantías necesarias para la buena realización de la labor de informar de manera libre y segura. Desde luego, el gobernador Aguirre no hará caso al reclamo de los periodistas, como mandatario estatal está empeñado en convertirse en un sátrapa de izquierda al que no le importan ni los periodistas ni el derecho a la información. Pobre Guerrero.