La importancia de las capitales
Ramón Zurita Sahagún jueves 15, Abr 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dentro de la estrategia desarrollada por el PRI para reconquistar el poder político en los estados que lo perdió y conservarlo en los que aún gobierna, se encuentra el ganar en las capitales de los estados.
El PRI gobierna diez de las 12 capitales estatales en que se elegirán gobernadores el 4 de julio y apunta a la conquista de las otras dos, actualmente en manos de Acción Nacional.
Varias de las capitales estatales en las que se elegirán autoridades ya fueron gobernadas por partidos ajenos al tricolor, aunque finalmente el partido que preside actualmente Beatriz Paredes Rangel consiguió recuperar esas ciudades para sus militantes.
Aguascalientes, Durango, Culiacán, Puebla, Oaxaca, Xalapa, Pachuca y Ciudad Victoria han visto desfilar a presidentes municipales de ideología panista, petista, convergente y perredista, en el pasado reciente, siendo en la actualidad gobernadas por autoridades emanadas del PRI.
En el caso de Aguascalientes se rompió la hegemonía de cuatro trienios gobernada la capital estatal por militantes del PAN, para dar paso nuevamente a un priísta que recuperó la plaza, aunque no consiguió la candidatura al gobierno estatal.
La ciudad de Durango ha visto desfilar autoridades panistas y petistas, aunque finalmente el PRI detenta el poder desde hace cuando menos tres trienios y hoy el candidato del tricolor al gobierno estatal es el alcalde con licencia Jorge Herrera Caldera.
En Sinaloa, la capital del estado ha sido gobernada invariablemente, sin grandes logros, por militantes panistas, aunque el PRI recuperó el ayuntamiento y el alcalde con licencia, Jesús Vizcarra Calderón es el candidato al gobierno del estado.
Puebla tuvo para el PAN sus momentos de gloria, cuando dos trienios consecutivos fue ganado por este partido, aunque el PRI reconquistó la capital y todavía hoy la gobierna. El actual gobernador Mario Marín Torres pasó por el ayuntamiento de la capital y otro ex alcalde Enrique Doger intentó, sin éxito, ser candidato al gobierno estatal.
Gabino Cué Monteagudo fue alcalde de Oaxaca bajo los colores de Convergencia, luego de que el PAN gobernó la capital estatal, aunque el PRI sufrió para recuperarla, pero desde entonces no la ha soltado.
Xalapa ha visto a convergentes y perredistas gobernar la ciudad de Xalapa, sin grandes logros, por lo que los ciudadanos prefirieron regresarle el voto de confianza a los gobernantes priístas.
El triunfo en Ciudad Victoria con los colores del PAN proyectó a Gustavo Cárdenas a la candidatura al gobierno estatal, la que finalmente no conquistó, al ser derrotado por el actual gobernador Eugenio Hernández Flores, el mismo que reconquistó ese ayuntamiento para el PRI, partido que desde entonces no lo soltó.
Pachuca fue gobernada en algún momento por el PAN, partido que no logró consolidarse en las preferencias de los electores, regresando casi de inmediato a los gobiernos priístas.
Chetumal y Tlaxcala son las dos capitales estatales de las 12 que estarán en juego el cuatro de julio que mantienen sus preferencias desde siempre por los candidatos del partido tricolor.
Zacatecas y Chihuahua son plazas que parecen tener preferencia por candidatos ajenos al tricolor, ya que la primera ha sido gobernada por militantes perredistas y panistas, mientras que la segunda muestra que el electorado es sumamente intermitente, pues va del PAN al PRI y a la inversa. En la actualidad, los electores han mostrado preferencia por los candidatos panistas en los últimos dos trienios.
Precisamente los dos alcaldes de las capitales de Zacatecas y Chihuahua, Cuauhtémoc Calderón y Carlos Borruel, respectivamente, solicitaron licencias a sus encargos para competir como candidatos de Acción Nacional a los gobiernos estatales, siendo de los pocos estados en los que este partido presentó candidatos propios.
Por eso, una de las principales estrategias diseñadas por el Revolucionario Institucional se enfoca al triunfo en las capitales de los estados, sabiendo que con ello asegura un buen caudal de votos que les sirva de colchón a sus candidatos a los gobiernos estatales.
Y es que ha comprobado que los alcaldes de las capitales estatales se convierten, después, en buenos prospectos para las candidaturas a los gobiernos estatales como dan cuenta algunos ejemplos como son los de Mario Marín, en Puebla; Mario Anguiano en Colima; Andrés Granier en Tabasco; Eugenio Hernández en Tamaulipas, Jesús Vizcarra en Sinaloa, Jorge Herrera en Durango, José Reyes Baeza en Chihuahua, Ismael Hernández Deras en Durango, entre otros.
*En Veracruz, donde todo parece pintar de maravilloso color rojo para disfrute del gobernador Fidel Herrera Beltrán, se asoman barruntos de tormenta en el distrito 22 local, donde el propio presidente de Procesos Internos del PRI estatal, Zeferino Tejeda Uscanga se está encargando de enredar las cosas.
Zeferino se encuentra empecinado en meter como candidato en la Mixtequilla (Ignacio de la Llave) a su amigo y socio Arturo Ponce, con todo y la opinión contraria de la militancia que impulsa como su candidato a Juan José Flores Lira, ex alcalde que dejó grato sabor de su administración.
Pero los problemas no se circunscriben a esa población, sino a todo el distrito que abarca los municipios de Jamapa, Medellín, Boca del Río y Tlalixcoyan, donde está dejando crecer las inconformidades de la militancia por intentar sembrar a sus candidatos.
Esta situación vuelve complicada la situación para Salvador Manzur, quien pretende que el PRI recupere una plaza principalísima como es Boca del Río, considerada como reducto del clan Yunes, donde gobierna actualmente el orgullo de la dinastía del candidato panista al gobierno estatal.
Los problemas que ocasiona Zeferino pueden entrampar a un priísmo que intenta hilar fino para evitar pérdida de posiciones importantes y que los problemas en el distrito 22 pueden desembocar en un tropiezo para Manzur.