El atentado que no ocurrió y los accidentes que no fueron atentados
¬ José Antonio López Sosa martes 21, Ago 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
En medio del festejo por sus 50 años, el presidente Felipe Calderón narró una historia hasta ese día desconocida, que en algún momento alguien –cuyos nombres y apellidos no se dijeron—trató de atentar contra su vida a través del avión presidencial. No se dieron fechas ni lugares. Sin embargo, el colega Pascal Beltrán del Río publicó el domingo pasado en el diario Excélsior “fuentes de Los Pinos dijeron a Excélsior que se trató de un viaje a Reynosa, Tamaulipas, durante el primer tercio del sexenio. Dicha información coincide con una gira que realizó Calderón en mayo de 2008, cuando inauguró el Hospital Materno Infantil en aquella ciudad fronteriza.”
Incluso Calderón aseguró haber grabado un video para sus hijos, como un último adiós en caso que el atentado se perpetrara.
Lastimosamente no se dio a conocer si hubo alguna averiguación posterior, si se detuvo a alguien o bien, si se desarticuló a quien(es) lo pretendieron.
En la recta final de su administración exhibe Calderón esta sorpresa para muchos dado que, dos secretarios de gobernación fallecieron en su administración precisamente en accidentes aéreos, tal como según sus dichos, alguien pretendió que él perdiera la vida.
Las autoridades competentes se han cansado de asegurar que la muerte de Juan Camilo Mouriño, José Francisco Blake Mora (y sus respectivos acompañantes y tripulación) se debió en ambos casos a accidentes, que no hay por qué pensar –de acuerdo a los resultados de las investigaciones—en un atentado.
Ahora se hace público que hubo un intento de atentado contra el presidente, ¡precisamente en un avión!, ¡qué tal!
Si existió ese intento de atentar contra la vida del presidente Felipe Calderón, qué bueno que no se perpetró, por él y por los más de cien millones de mexicanos que habitamos este país.
Además de no merecer perder la vida –por pésima que haya sido su administración en todos sentidos—ni él ni nadie, se hubiese desatado una crisis política en nuestro país.
Finalmente, este nuevo capítulo en retrospectiva abre la ventana a las suspicacias, no por pretender ser un pueblo que especule, sino por cómo las variables se acomodan, cómo las informaciones llegan en algún momento y dan lugar a tremendas dudas.
LOS MEJORES ENEMIGOS
El presidente Calderón hizo referencia a haber tenido “los mejores enemigos” y no los peores. ¿A qué y a quién se refiere?, habló también de adversarios por lo que intuyo que pudo haber llamado “enemigos” a una parte de esos adversarios, o bien se refirió al crimen organizado, esos que no sólo son enemigos suyos sino de muchos millones de mexicanos que ni la debemos ni la tememos. Especialmente son enemigos de miles de familias en cuyo seno ha llegado la muerte y les ha arrebatado a gente inocente, esas familias sí pueden hablar de enemigos, detrás de un escritorio y en medio de miles de efectivos custodiándole me parece difícil poder expresarse de esos enemigos, en caso que a ellos se haya referido.
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