Vargas-Aristegui-Calderón reviven el escándalo
Roberto Vizcaíno jueves 16, Ago 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El empresario de radio afirma que desde Los Pinos le aplicaron una venganza sin precedente
- El titular de la SCT niega que haya tal vendetta y acusa a su vez de chantaje al empresario
- Lozano rompe con Vargas y asegura que éste intentó canjear a la conductora por favores
¡Vaya bomba de profundidad fue la lanzada el jueves 3 de febrero del año pasado por el histórico Gerardo Fernández Noroña!
(Por cierto… ¿y dónde andará este diputado?)
Evidentemente que su intervención en tribuna durante la tarde de aquel jueves no era de buena fe. Nunca sus intervenciones en San Lázaro lo fueron. Ninguna.
Pero la de aquel jueves llevaba veneno puro. El aguerrido legislador del PT, acompañado por Mario di Constanzo y Jaime Cárdenas, subió para lanzar una interrogante a través de una manta:
“¿Tu dejarías conducir tu auto a un borracho?… ¿no, verdad? (en medio de la manta había una foto del presidente Felipe Calderón y cerraba con)… ¿y por qué lo dejas conducir el país?”.
Los panistas que sumaban los 143 diputados gritaron, alegaron, se quejaron y se salieron. Y el presidente de la mesa, el priísta yucateco Carlos Ramírez Marín suspendió la sesión.
Al día siguiente todos los diarios destacaron la nota informativa y en su noticiero mañanero, Carmen Aristegui le pidió a la oficina de la Presidencia de la República decir si Felipe Calderón tenía o no un problema de alcoholismo.
El lunes 7 de ese mes Aristegui ya no condujo el noticiero tempranero de MVS. Estaba fuera, había sido despedida. El mundo de la política y el de la información bulló. Y Aristegui dijo días después que su despido se lo debía a Calderón. “Él fue el que me corrió”.
De la oficina de Comunicación Social de la Presidencia salió un comunicado en el que se negó lo que afirmó la conductora.
Hubo marchas y mítines y se movieron personajes de dentro y fuera del país y semanas después MVS de la familia Vargas recontrató a Arístegui. Aquello quedó como una anécdota en la que la versión recurrente transmitida en los comederos fue que el regreso de la conductora realmente se lo debía a Carlos Slim quien así se aseguraba una voz en contra de Televisa, empresa que la había corrido años antes de W-Radio y contra la que despotricaba cada que podía y cuando no también .
La campaña de Aristegui contra la empresa de Azcárraga dio para eso y más. Pero al mismo tiempo se convirtió en práctica defensora de Andrés Manuel López Obrador. Esto último se asumió como su desquite a Calderón.
Así las cosas, en la voz y noticiero de Aristegui convergieron una serie de intereses por demás obvios:
1) Su querella por su despido de W-Radio;
2) Los que hay detrás del conflicto de poderosos intereses entre Slim-Telmex contra Azcárraga-Televisa;
3) Los intereses de la familia Vargas que detentaba desde hace decenios la concesión de la banda de 2.5 GHz, que con la explosión tecnológica de las comunicaciones digitales cobró una importancia sin igual y cuyo reparto se convirtió en un tesoro deseadísimo para empresas mucho más poderosas y ricas que MVS.
4) Y los políticos.
¿QUIÉN DICE LA VERDAD?
Ayer todo reventó cuando Joaquín Vargas, presidente del Consejo de Administración de MVS y cabeza de la familia propietaria de esta empresa, denunció públicamente que el rescate anunciado por el gobierno de Felipe Calderón de la banda de 2.5 GHz, es en verdad una venganza porque él no obligó a Carmen Aristegui a dar una disculpa al Jefe del Ejecutivo por su supuesta ofensa al preguntar al aire si tenía un problema de alcoholismo.
Vargas, en conferencia de prensa, relató dos supuestos encuentros con 2 secretarios de Estado, el de Comunicaciones y Transportes y el del Trabajo, quienes, dice, lo amenazaron.
El titular de la SCT, Dionisio Pérez Jácome, quien lo citó en su oficina, le habría dicho: “tengo instrucciones del señor Presidente de no gestionar asunto alguno de MVS y en especial del 2.5 hasta que la señora Aristegui no ofrezca una disculpa pública por el comentario del alcoholismo del Presidente”.
Luego de eso, en casa de un amigo común, Javier Lozano Alarcón –hoy senador electo por el PAN–, entonces secretario del Trabajo le comentaría que “hemos encontrado que tu proyecto de la 2.5 GHz tiene méritos propios, pero si recontratas a la periodista (Carmen Aristegui), tu proyecto se lo lleva la chingada y te olvidas de este gobierno hasta su último día”.
De acuerdo a ese contexto, Vargas afirma que “el domingo 13 de febrero de 2011 me amenazaron, y el pasado 8 de agosto a las 12:00 horas cumplieron su amenaza”, al anunciar el rescate o retiro de la concesión de la banda 2.5 GHz.
EL GOBIERNO REVIRA
Hasta aquí todo parecía un nuevo motivo de escándalo propiciado por un ejercicio abusivo de la autoridad en contra de un concesionario de radio.
Pero resulta que todo está terminando en un asunto de lavaderos de vecindad al salir el titular de la SCT, Dionisio Pérez-Jácome a decir todo lo contrario que Vargas.
“No hubo tal chantaje… al contrario, él amenazó con decir eso, lo que iba a decir el día de hoy, y se le dijo claramente que era mentira, se dijo que lo que tenía que hacer era pagar lo que valían las frecuencias, entonces no hubo ningún condicionamiento.
“El tema se abrió siempre a diversas reuniones, tan es así que tuvimos cerca de 20 reuniones que me han tocado a mí como secretario con el grupo para tratar estos temas y analizamos todas las posibilidades”, indicó el funcionario.
Es decir, que quien chantajea al gobierno es Vargas.
Y LOZANO LE ENTRA
Metidos en este folletón de poderes, al ruedo de los dichos a medios le entró Javier Lozano Alarcón, quien dijo que con las afirmaciones hechas ayer por Vargas, éste dejó de ser de entrada su amigo.
Recordó que él fue presidente de la Cofetel y subsecretario de la SCT y que quizá por ese paso conoció e hizo amistad con Joaquín Vargas a quien le tenía mucha confianza.
Interrogado respecto a si él amenazó a Vargas por parte del presidente Calderón si decidía recontratar a Aristegui, Lozano explicó:
“Déjenme hacer sólo una referencia sobre lo que él dijo sobre mí. Lo primero que quiero comentarles es que a mí cuando me busca para platicarme, él me busca a mí, Joaquín Vargas me busca a mí para platicarme que ha tomado la decisión de separar a Carmen Aristegui de los micrófonos por las insinuaciones o por sus dichos sobre el presidente Calderón de aquellos días que fueron animados por las irresponsables afirmaciones que hizo en su momento el diputado Fernández Noroña.
“Él me informa a mí, pero no me lo informa como secretario del Trabajo y Previsión Social que, por cierto, nada tiene que ver en este tema y en esta materia. ¿Por qué me lo informa? Porque hasta hoy yo me consideraba y él me consideraba como muy buenos amigos y entonces me confía que ha tomado esta decisión por haber violado un código de ética interno de Grupo MVS, de la empresa y que por eso tomó él personalmente la decisión de separarla.
“¿Qué fue lo que ocurrió después? Y ahí viene exactamente lo que sucede, que no es un chantaje del gobierno a Grupo MVS o a Joaquín Vargas, es exactamente al revés. Es utilizar a Carmen Aristegui como ficha de cambio, como un auténtico chantaje frente al gobierno para decir “Qué crees, tengo una gran presión en redes sociales, en los medios, casi a nivel internacional es unTrend Topic en Twitter, en todas estas redes y tengo esa presión y tengo que responder. La única manera a que yo me pueda aguantar a dicha presión es que rápidamente se resuelva lo de mi asunto de frecuencias de la banda de 2.5 Ghz y entonces así todos contentos”, narró.
Una trama que podría terminar en las pantallas de TV en los horarios destinados a las telenovelas de Televisa.
¿Quién entonces dice la verdad?
Vaya usted a saber… a quien usted le crea más.
Por lo pronto el escándalo llama de nuevo a las puertas de Los Pinos, a unos 3 meses y medio de que concluya el mandato de Felipe Calderón. Un saitene mediático y de poder que involucra a Calderón, a los Vargas y a Aristegui.
Pronto sabremos en qué termina.