De rechazados y competitivos
¬ José Antonio López Sosa miércoles 15, Ago 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hace un par de días entrevistamos en nuestra emisión radiofónica “Fórmula Confidencial” a Axel Meléndez, uno de los voceros del movimiento de aspirantes excluidos de la educación superior (MAES) en torno al problema de los miles de jóvenes que se quedaron sin lugar para cursar una carrera profesional.
Surgió una controversia en el tema, Meléndez afirmó que una de sus exigencias es eliminar el examen de admisión y otra que el Colegio de Bachilleres tuviese pase automático a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Aclaramos que en esta columna estamos por una educación pública, laica y gratuita, que no es lo mismo que estar conforme o a favor de una educación mediocre o de estándares vergonzosos.
Expusimos a Meléndez la necesidad de abrir espacios en las universidades para dar cabida a la mayor parte de los aspirantes, al mismo tiempo hacer evaluaciones para exigir alto desempeño y competitividad a los alumnos, ante ello el vocero del MAES aseguró que están en contra de la competitividad pues procede del sistema neoliberal donde el objetivo es competir con el de junto.
Ello constituye el claro esquema mexicano de la competencia.
Nos han enseñado en nuestro país a lo largo del tiempo que ser competitivo significa pisotear al otro para lograr ascender a costa de lo que sea, ¡rotundamente falso!, se trata de ser mejores en conjunto y no en lo individual, ese pensamiento retrógrado de no ser competitivos en el buen sentido, nos tiene rezagados como nación cuando otros países emergentes nos llevan una veintena de años de ventaja.
Insisto, deben abrirse espacios en las universidades públicas que den cabida a la mayor parte de los jóvenes aspirantes.
Sin embargo, del mismo modo se requieren procesos de evaluación como en cualquier sistema escolar del mundo, inclusive en Cuba donde el sistema socialista ha logrado históricamente profesionistas con altísimos estándares de calidad mundial (precisamente por sus sistemas de evaluación).
El pase automático de las preparatorias de la UNAM a las facultades es un derecho adquirido, sin embargo también se requiere de cierto nivel de aprovechamiento no con fines de exclusión, sino para elevar el nivel académico y la competitividad en los egresados.
Así pues parece que vemos mundos distintos, no se trata de estirar la mano, la cuestión es exigirle al estado educación y cumplir con la responsabilidad que ello implica, donde aunque no guste entran al sistema de evaluación continua.
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