Buen cabildeo
Ramón Zurita Sahagún martes 14, Ago 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Ernesto Cordero y Luis Alberto Villarreal cabildearon bien y se convirtieron en los coordinadores panistas en el Senado de la República y Cámara de Diputados, respectivamente. Su currícula no es tan extensa como la de los priístas Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, pero cuando menos la de Cordero cuenta con sus propios blasones.
Ex secretario de Desarrollo Social, ex secretario de Hacienda y ex precandidato presidencial, todo en un solo sexenio, son logros de los que pocos pueden ufanarse.
Como secretario de Hacienda consiguió el crecimiento político anhelado, sus dotes de conciliador y negociador se conjuntaron en los debates en el Congreso de la Unión, durante la presentación y discusión del presupuesto.
Sin embargo, una cosa es seguir los lineamientos presupuestales ya establecidos y presentar la propuesta de Egresos e Ingresos de la Federación, siguiendo la directriz presidencial y otra lo es coordinar a una bancada, en la que algunos fueron sus leales seguidores y otros acérrimos enemigos.
Las cosas no se darán de forma sencilla para el senador Ernesto Cordero, aunque su nombramiento enfila para fortalecer su presencia y busque en seis años más otra posibilidad de competir por la candidatura presidencial de su partido.
Cordero representa la principal figura que lleva el PAN al Senado de la República y su designación por parte del presidente de su partido, parece ser un acierto, aunque habrá que verlo en el terreno de los hechos, coordinando los trabajos de su bancada y negociando con los líderes de las otras fracciones.
El ex secretario de Hacienda aprovechó la reunión de diputados y senadores de su partido para cabildear en su favor los apoyos necesarios que le permitieran acceder al cargo que ahora ostenta.
Sus ligas con el Presidente de la República son ampliamente conocidas, por lo que había algunas resistencias para que fuese el elegido por parte del dirigente nacional de su partido.
Claro que en su designación operó también el que Gustavo E. Madero tratase de mostrar de esa forma que no existen las diferencias que son ampliamente difundidas entre el presidente Calderón y el dirigente nacional del partido blanquiazul.
La reunión panista del sábado pasado sirvió para limar asperezas y dejar en claro la buena voluntad de Madero Muñoz, que desembocaron en la designación de Ernesto Cordero como coordinador senatorial de la bancada panista.
Sin embargo, en la mente del ex secretario de Hacienda debe mantenerse vigente el recuerdo de Santiago Creel Miranda, quien creyó que desde la posición de coordinador de la bancada panista y desde su escaño en el Senado de la República podría construir su eventual candidatura presidencial.
Creel Miranda fracasó en ese intento por segunda ocasión y perdió la coordinación de los senadores de su partido, en cuanto hubo oportunidad de que el dirigente nacional de su partido lo hiciera.
El propio Madero Muñoz fue seleccionado como el sustituto, para dejar malherido al ex secretario de Gobernación y frustrar otra vez sus deseos de competir por la Presidencia de la República.
Héctor Larios Córdova se quedó con las ganas de coordinar a los senadores de su partido, como ya lo hizo en el pasado en el propio Congreso de la Unión.
Para coordinar a la bancada en la Cámara de Diputados, el presidente nacional del PAN eligió a Luis Alberto Villarreal, un militante de bajo perfil, que aprovechó la reunión partidista en Querétaro para cabildear a su favor.
Oriundo de Guanajuato, Villarreal salta de una cámara a la otra (senadores a diputados) y aprovecha el descontrol existente y lo pasmado que quedaron sus compañeros por la derrota del 1 de julio, para asumir el cargo de coordinador.
Es cierto que Villarreal ya lidió en el actual Senado de la República con Manlio Fabio Beltrones y sabe cómo se las gasta el priísta, aunque sus participaciones en la actual legislatura fueron escasas.
Con su designación como coordinador de su bancada en San Lázaro, Villarreal evitó que José González Morfín se levante nuevamente como el pastor del rebaño blanquiazul, como ya lo había hecho con los actuales senadores de su partido.
El michoacano disputaba la posición a Villarreal y se consideraba con amplias posibilidades de alcanzarla, en razón de su desempeño actual, su cercanía con el presidente Felipe Calderón y sus buenas relaciones con el dirigente nacional de su partido.
González Morfín se erigió como el tercer coordinador senatorial de su partido en el actual período, luego que Santiago Creel Miranda fuese relevado por Gustavo E. Madero.
A la licencia solicitada por Madero Muñoz, González Morfín surgió como el nuevo coordinador e impulsado en esos resortes intentó continuar como tal, aunque en una cámara distinta.
Sabiendo cómo se las gasta el PAN para la designación de sus coordinadores, los que se quedaron el orilla mantienen vivas su ilusiones, considerando que, posiblemente, el partido cambie de dirigencia nacional el próximo año, de acuerdo a los vaticinios que le auguran poca vida en la dirigencia a Gustavo E. Madero Muñoz.
VIOLENCIA VERACRUZANA
Los veracruzanos se encuentran en una gran encrucijada, ya que la violencia deja decenas de muertos en su estado, sin que se encuentren los métodos para frenarla. Siete miembros de una familia fueron asesinados en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, entre ellos cuatro menores de edad, lo que muestra el grado de descomposición que se vive en esa entidad.
La violencia se presenta por igual en la zona norte, centro o sur del estado, dejando carretadas de muertos. Pero también se produce la violencia verbal, aunque sea a distancia, ya que un sujeto irascible, llamado Max Trejo, se presenta como representante del gobierno de Veracruz en Europa, gastando dinero a manos llenas y ostentándose con todo el respaldo del gobernador Javier Duarte.